El propósito de Dios en mi vida (reflexión bíblica)


Dios nos creó a todos con un propósito, y ese propósito da sentido a nuestra vida. Vivir dentro del designio de Dios es como tener un mapa que nos mantiene en la dirección correcta para que no nos perdamos en el camino.

Podemos decir que todos tenemos un mismo propósito: adorar a Dios y glorificar su nombre. Sin embargo, la forma en la que lo hacemos es personalizada, pues cada uno de nosotros es una creación única y especial.

Dios nos ha dado a cada uno de nosotros, dones, una personalidad, oportunidades y talentos que debemos usar para su gloria. Cuando nos movemos dentro del diseño de Dios en nuestra vida, florecemos. Y una de las formas en las que damos gloria a Dios es aceptando la forma en la que él nos hizo.

Vivir dentro del propósito de Dios puede parecer fácil, pero a veces no lo es. Hay momentos en los que debemos decidir si vamos a seguir lo que la sociedad dice o lo que sabemos que Dios desea para nosotros. Un ejemplo es el tratar a todos con dignidad. Socialmente, buscamos relacionarnos con personas "similares", pero Cristo nos llama a tratar a todos por igual, sin fijarnos en su nivel de educación o clase social.

Son muchas las situaciones que pueden ejercer presión o crearnos conflictos. Pero cuando buscamos de corazón andar dentro del propósito del Señor, nos llenamos de su Espíritu Santo y buscamos oportunidades para usar los recursos y dones que él nos ha dado para hacer lo que le agrada a él.

¿Cómo puedo mantenerme dentro del propósito de Dios?

1. Hablando con Dios cada día para pedir su dirección

Ora y pregúntale a Dios lo que él quiere que hagas en medio de tu situación y cómo debes hacerlo. Pídele que te muestre cómo puedes honrarlo mientras haces tu trabajo, vas de compras, paseas con tu familia o hablas con tus vecinos, por ejemplo. Dios desea brillar a través de ti para impactar a los que te rodean, tú eres un instrumento precioso en sus manos. Dale la oportunidad para que te dirija y te muestre cómo hacerlo.

Señor, dame a conocer tus caminos;
¡Enséñame a seguir tus sendas!
5 Todo el día espero en ti;
¡enséñame a caminar en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y salvador!
(Salmo 25:4-5)

2. Siendo intencional

Son muchas las situaciones que se nos presentan cada día y muchas veces reaccionamos de forma automática, sin detenernos a pensar lo que Dios desea que hagamos. Ver una mujer que no puede cargar con su compra y ofrecerle tu ayuda, puede traer ánimo y alegría a su corazón. ¡Dios es glorificado cuando mostramos su amor a otros de forma práctica!

Por eso, busca oportunidades para usar los talentos, las fuerzas y los recursos que Dios te ha dado para su gloria. Sirve a los que te rodean con amor. Cumple con tu propósito adorando a Dios al hacer tus tareas diarias con amor, gozo y excelencia. Deja que otros vean cómo Dios te ha transformado con la vida abundante que has recibido de él. ¡Puede que se animen a desear descubrir el propósito de Dios para ellos!

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
(Juan 10:10)

3. Manteniendo el enfoque correcto

No permitas que el qué dirán te distraiga o desvíe del propósito de Dios para tu vida. Mucha gente no logrará entender, por ejemplo, que digas la verdad en lugar de mentir. Pero la luz de Cristo brillará en medio de esas pequeñas decisiones, y él se glorificará cuando actúes como él lo desea.

Mantén los ojos en Jesús y escucha su voz, permite que él guíe tus pasos en todo momento. Ama con el amor que viene de Dios, perdona, muestra respeto, honra a los que te rodean. Cuando pases por dificultades y pienses que no puedes más, acude a Dios. Pídele que te deje sentir su presencia, que te anime y te recuerde la razón por la que deseas agradarlo a él antes que a los hombres.

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
(Efesios 2:10)

El Señor cumplirá en mí su propósito.
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
¡no abandones la obra de tus manos!
(Salmo 138:8)

Vive cada día conforme al propósito de Dios y tu vida tendrá mayor sentido. Impacta hoy a muchos con su amor para que Cristo sea glorificado: él está contigo y te ayudará.

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