Devocional diario

Un devocional diario para fortalecer tu relación con Dios.

Devocional de Hoy

Jesús es la mejor vacuna

Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
(1 Pedro 2:24)

En la época de Jesús no había vacunas tal y como las conocemos hoy. Esa tecnología es de historia reciente. Las vacunas actúan en nuestro sistema inmunitario estimulando nuestros anticuerpos y combatiendo los virus y las bacterias.

Muchas veces no no nos damos cuenta de los cambios que realizan en nuestro cuerpo. En ciertos casos, principalmente durante la infancia, las inyecciones nos dejan pequeñas señales o marcas. Después de algún tiempo, al mirarnos en el espejo vemos la señal de que fuimos vacunados y protegidos.

Jesús obra de la misma forma. Cuando aceptamos a Jesús somos marcados por su sangre y recibimos el remedio espiritual. Su poder nos inmuniza contra la muerte eterna y nos capacita para combatir el pecado. Esa vacuna tiene un efecto poderoso en nuestra vida, nos transforma completamente. ¡Es una experiencia que nos marca para siempre!

A través del sacrificio de Jesús recibimos la sanidad y la vida eterna. Todo eso por gracia y por amor. En realidad, ese es el antídoto principal de la vacuna: el amor de Dios.

Vacúnate, mantente espiritualmente saludable leyendo y poniendo en práctica la Palabra de Dios.

Jesús es la vacuna que da la vida eterna

  • Si Jesús es la vacuna, la Biblia es el prospecto. En ella encontramos las indicaciones para lograr mantenernos saludables día tras día.
  • Si Jesús es la vacuna, el Espíritu Santo es como los anticuerpos en acción. Él actúa en nuestra alma y nos purifica. Busca al Espíritu Santo.
  • Si ya has recibido esta vacuna, comparte con los que necesitan recibirla: ¡habla de Jesús!
  • Si te sientes débil, habla con el Médico de médicos. Jesús siempre tiene espacio en su agenda para escuchar tu oración.

Para orar:

Jesús, tú eres la vacuna que me salvó. Te estoy muy agradecido porque me inmunizaste ante el pecado y las trampas de este mundo. Quiero continuar experimentando tu poder y proclamar tu salvación. Amén.

Devocional de Ayer

La verdadera prosperidad

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
-- Josué 1:8-9

Contrario a lo que muchos piensan, ser alguien bien exitoso no tiene que ver con tener mucho dinero o con poseer los bienes materiales más deseados. La verdadera prosperidad en la vida es conocer a Dios. Es poder vivir en paz con la confianza de que el Señor suple nuestras necesidades en Cristo. La compañía de Dios es la mayor riqueza que puedes tener.

En este pasaje bíblico, el apego y la obediencia a la Palabra de Dios van unidos a una vida próspera y bendecida. Dios orientó a Josué sobre cómo debía proceder en la vida. Moisés acababa de morir y Josué sería el nuevo líder del pueblo de Israel. Era una nueva fase y un gran desafío, pero Dios le dio ánimo y prometió estar siempre con él. De la misma forma que hizo con Josué, Dios también está contigo.

Alcanzando la verdadera prosperidad:

  • Cree: Dios es poderoso para hacer infinitamente más de lo que pedimos o pensamos.
  • ¡Ora! Habla con Dios sobre tus necesidades, él siempre cuida de sus hijos.
  • Las cosas más valiosas de la vida no se compran con dinero. Da gracias por la vida y por las personas que tienes.
  • Busca conocer mejor y obedecer la Palabra de Dios. Solo en él tendrás la verdadera felicidad.
  • Comparte tus recursos y bendice a otros. Tener riquezas no es sinónimo de felicidad.
  • La verdadera prosperidad es tener a Dios como tu bien más preciado. Comparte tu fe.
  • Cuidado con las ganancias. Lee Hebreos 13:5.

Para orar:

Señor, quédate conmigo, pues es tu presencia la que convierte la vida en próspera y feliz. Yo sé que puedes hacer todas las cosas, pero que se haga tu voluntad en mí. Ayúdame a confiar y a obedecer tu Palabra. Gracias por sustentarme en medio de las dificultades y en las necesidades de la vida. Enséñame también a compartir las bendiciones que me has dado y que yo viva cada día más satisfecho con Cristo. Amén.

Devocional de Anteayer

Acércate a Dios y supera la tristeza

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
-- Salmo 43:5

¿Te encuentras triste? Hay momentos en los que realmente no nos sentimos felices.

No hay nada malo en sentirse triste, hasta Cristo pasó por momentos de aflicción (Juan 11:35). Fue en esos momentos en los que Jesús nos dejó un gran ejemplo sobre cómo soportar la tristeza: ¡aferrándonos a Dios!

Buscar la presencia de Dios es la mejor forma de superar la tristeza. Jesús entiende lo que te está pasando, no estás solo en esa lucha. Vacía tu corazón delante de Dios, clama a su nombre y él enjugará tus lágrimas (Apocalipsis 21:4).

La Palabra de Dios nos muestra la salida: la tristeza no dura para siempre, tu alegría volverá. Recuerda que no existe ninguna tempestad permanente y que después de la tempestad siempre viene la calma.

Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.
-- Salmo 30:5

La tempestad pasará

  • Aprovecha este momento para aferrarte más a Dios. Dedica unos minutos para acercarte a él en oración y abre tu corazón delante de él.
  • Haz una lectura bíblica antes de acostarte. Haz de la Palabra de Dios la fuente de tu descanso diario.
  • Al levantarte, da gracias a Dios por el nuevo día. Cada mañana presenta una nueva oportunidad para que Dios cambie nuestra historia.

Para orar:

Señor, abro mi corazón a ti. Derrama tu Espíritu consolador sobre mí. Creo que puedes intervenir en cualquier situación. Esta tempestad pasará y te alabaré con más gozo. En ti confío, Señor mi Dios. Amén.

Qué es el Devocional diario

El Devocional diario es un momento especial del día que dedicas para tener un tiempo precioso de comunión con Dios. Es muy sencillo establecer una rutina emocionante de descubrimiento y crecimiento espiritual. Lo lograrás al separar un momento cada día para acercarte al Señor. Durante el Devocional leerás un versículo de la Biblia con una meditación sobre el texto. Luego, meditarás sobre las enseñanzas y cómo aplicarlas en tu vida. Al final, podrás orar.

Cómo hacer tu Devocional diario

Aquí tienes unos consejos para que aproveches al máximo la lectura del mensaje bíblico durante el Devocional diario:

  1. Aparta un momento y escoge un lugar específico: tu momento devocional será más provechoso si dejas de lado el ajetreo e inviertes en un tiempo placentero a solas con Dios.
  2. Lee el versículo o el pasaje bíblico con atención: desarrolla un estilo de vida comprometido con la Palabra de Dios todos los días y evita las distracciones.
  3. Lee la meditación diaria: reflexiona e intenta comprender el propósito de Dios para tu vida a través de los comentarios.
  4. Aplicación práctica: anota tus descubrimientos y no olvides poner en práctica todo lo que has aprendido por medio de la Biblia.
  5. Comparte lo que aprendiste: intenta compartir con otras personas a través de tus conversaciones e interacciones diarias lo que Dios te enseña en tus momentos de devocional diario.

¡No olvides la importancia de vivir una vida totalmente comprometida con la Palabra de Dios!