Salmo del Día

Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.

Salmo de Hoy

En mi corazón se agita un bello tema mientras recito mis versos ante el rey; mi lengua es como pluma de hábil escritor.

Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de elocuencia, ya que Dios te ha bendecido para siempre.

¡Con esplendor y majestad, cíñete la espada, oh valiente!

Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu diestra realice gloriosas hazañas.

Que tus agudas flechas atraviesen el corazón de los enemigos del rey, y que caigan las naciones a tus pies.

Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; el cetro de tu reino es un cetro de justicia.

Tú amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios te escogió a ti y no a tus compañeros, ¡tu Dios te ungió con perfume de alegría!

Aroma de mirra, áloe y canela exhalan todas tus vestiduras; desde los palacios adornados con marfil te alegra la música de cuerdas.

Entre tus damas de honor se cuentan princesas; a tu derecha se halla la novia real luciendo el oro más refinado.

Escucha, hija, fíjate bien y presta atención: Olvídate de tu pueblo y de tu familia.

El rey está cautivado por tu hermosura; él es tu señor: inclínate ante él.

La gente de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo buscarán tu favor.

La princesa es todo esplendor, luciendo en su alcoba brocados de oro.

Vestida de finos bordados es conducida ante el rey, seguida por sus damas de compañía.

Con alegría y regocijo son conducidas al interior del palacio real.

Tus hijos ocuparán el trono de tus ancestros; los pondrás por príncipes en toda la tierra.

Haré que tu nombre se recuerde por todas las generaciones; por eso las naciones te alabarán eternamente y para siempre.

Salmo 45

Salmo de Ayer

Señor , mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas.

Todo lo contrario: he calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre. ¡Mi alma es como un niño recién amamantado!

Israel, pon tu esperanza en el Señor desde ahora y para siempre.

Salmo 131

Salmo de Anteayer

Señor , acuérdate de David y de todas sus penurias.

Acuérdate de sus juramentos al Señor , de sus votos al Poderoso de Jacob:

«No gozaré del calor del hogar, ni me daré un momento de descanso;

no me permitiré cerrar los ojos, y ni siquiera el menor pestañeo,

antes de hallar un lugar para el Señor , una morada para el Poderoso de Jacob».

En Efrata oímos hablar del arca; dimos con ella en los campos de Yagar:

«Vayamos hasta su morada; postrémonos ante el estrado de sus pies».

Levántate, Señor ; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa.

¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!

Por amor a David, tu siervo, no le des la espalda a tu ungido.

El Señor le ha hecho a David un firme juramento que no revocará: «A uno de tus propios descendientes lo pondré en tu trono.

Si tus hijos cumplen con mi pacto y con los estatutos que les enseñaré, también sus descendientes te sucederán en el trono para siempre».

El Señor ha escogido a Sión; su deseo es hacer de este monte su morada:

«Este será para siempre mi lugar de reposo; aquí pondré mi trono, porque así lo deseo.

Bendeciré con creces sus provisiones, y saciaré de pan a sus pobres.

Revestiré de salvación a sus sacerdotes, y jubilosos cantarán sus fieles.

»Aquí haré renacer el poder de David, y encenderé la lámpara de mi ungido.

A sus enemigos los cubriré de vergüenza, pero él lucirá su corona esplendorosa».

Salmo 132