Salmo del Día
Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.
Salmo de Hoy
Señor , acuérdate de David y de todas sus penurias.
Acuérdate de sus juramentos al Señor , de sus votos al Poderoso de Jacob:
«No gozaré del calor del hogar, ni me daré un momento de descanso;
no me permitiré cerrar los ojos, y ni siquiera el menor pestañeo,
antes de hallar un lugar para el Señor , una morada para el Poderoso de Jacob».
En Efrata oímos hablar del arca; dimos con ella en los campos de Yagar:
«Vayamos hasta su morada; postrémonos ante el estrado de sus pies».
Levántate, Señor ; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa.
¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!
Por amor a David, tu siervo, no le des la espalda a tu ungido.
El Señor le ha hecho a David un firme juramento que no revocará: «A uno de tus propios descendientes lo pondré en tu trono.
Si tus hijos cumplen con mi pacto y con los estatutos que les enseñaré, también sus descendientes te sucederán en el trono para siempre».
El Señor ha escogido a Sión; su deseo es hacer de este monte su morada:
«Este será para siempre mi lugar de reposo; aquí pondré mi trono, porque así lo deseo.
Bendeciré con creces sus provisiones, y saciaré de pan a sus pobres.
Revestiré de salvación a sus sacerdotes, y jubilosos cantarán sus fieles.
»Aquí haré renacer el poder de David, y encenderé la lámpara de mi ungido.
A sus enemigos los cubriré de vergüenza, pero él lucirá su corona esplendorosa».
Salmo de Ayer
Sálvame, oh Dios, por tu nombre; defiéndeme con tu poder.
Escucha, oh Dios, mi oración; presta oído a las palabras de mi boca.
Pues gente extraña me ataca; tratan de matarme los violentos, gente que no toma en cuenta a Dios. Selah
Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene,
y hará recaer el mal sobre mis adversarios. Por tu fidelidad, Señor , ¡destrúyelos!
Te presentaré una ofrenda voluntaria y alabaré, Señor , tu buen nombre;
pues me has librado de todas mis angustias, y mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.
Salmo de Anteayer
Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.
Clamo al Dios Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo.
Desde el cielo me tiende la mano y me salva; reprende a mis perseguidores. Selah ¡Dios me envía su amor y su verdad!
Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.
Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!
Tendieron una red en mi camino, y mi ánimo quedó por los suelos. En mi senda cavaron una fosa, pero ellos mismos cayeron en ella. Selah
Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.
¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!
Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones.
Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!
¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!