Salmo del Día

Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.

Salmo de Hoy

Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja.

Que te envíe ayuda desde el santuario; que desde Sión te dé su apoyo.

Que se acuerde de todas tus ofrendas; que acepte tus holocaustos. Selah

Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.

Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las banderas. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!

Ahora sé que el Señor salvará a su ungido, que le responderá desde su santo cielo y con su poder le dará grandes victorias.

Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.

Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos.

¡Concede, Señor , la victoria al rey! ¡Respóndenos cuando te llamemos!

Salmo 20

Salmo de Ayer

Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.

Clamo al Dios Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo.

Desde el cielo me tiende la mano y me salva; reprende a mis perseguidores. Selah ¡Dios me envía su amor y su verdad!

Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.

Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!

Tendieron una red en mi camino, y mi ánimo quedó por los suelos. En mi senda cavaron una fosa, pero ellos mismos cayeron en ella. Selah

Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.

¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!

Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones.

Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!

¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!

Salmo 57

Salmo de Anteayer

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos,

sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.

Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!

En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.

Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos.

Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.

Salmo 1