Palabra del Día
Una palabra bíblica diaria para que recibas inspiración y para que tu día sea mejor.
Palabra de Hoy
¿Sientes que te hace falta Dios?
Hacia ti extiendo las manos;
me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah
(Salmo 143:6)
¿Cuántas veces al día te detienes y le dices a Dios «Te necesito, Señor»? ¿Anhelas sentir su presencia en todo momento? ¡Extiende tus manos a él y díselo! El Padre celestial está a tu lado siempre, sea de día o de noche. Solo necesitas detenerte, dejar de lado lo que te ocupa en este momento y concentrarte en él. Sentirás su presencia. Verás cómo él sacia tu sed y llena tu vida una vez más con su presencia, su amor y su paz.
¿Te hace falta Dios? ¡Díselo! Busca su presencia y sacia tu sed de él.
Palabra de Ayer
Ten más fe en la vida
La fe es un cimiento firme para los que creen en Jesús. Ella también alimenta el ánimo y la motivación de los que tienen a Dios como fuente de su confianza. Aun más, la fe genuina en el Señor va tomada de la mano con el amor y la esperanza. Esto debe motivarte y moldear tu carácter día tras día.
Continúa creyendo a pesar del dolor y las dificultades. Entrega tu día, tus horas y toda tu vida en las manos de aquel que cuida de ti.
... para que por fe Cristo habite en sus corazones.
(Efesios 3:17a)
Palabra de Anteayer
Ningún problema te apartará del amor de Dios
Dios te ama. Tal vez has escuchado esa frase cientos de veces, pero nunca debemos cansarnos de oír la verdad.
Hay veces en las que algunas circunstancias de nuestras vidas nos llevan a olvidar este simple hecho: si estamos en Cristo nada nos puede separar de ese amor enorme que Dios tiene por nosotros.
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
-- Romanos 8:38-39
No hay ningún problema que estés enfrentando que sea tan grande como para separarte del amor de Dios. ¿Confías en eso?