Palabra del Día

Una palabra bíblica diaria para que recibas inspiración y para que tu día sea mejor.

Palabra de Hoy

¡Maranatha! ¡Ven, Señor Jesús!

El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto».
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
(Apocalipsis 22:20)

Jesús prometió que volverá a buscar a su pueblo para que moremos con él por toda la eternidad. ¿Anhelas su regreso? ¿Oras por el cumplimiento de la promesa de la segunda venida del Señor?

A veces miramos a nuestro alrededor y nos agobiamos. Guerras, hambre, sequías, corrupción... Podemos desesperarnos si enfocamos nuestros ojos en la situación mundial actual. ¡Mira a Jesús! ¡Enfócate en él! Recuerda sus promesas. Él volverá y si le has recibido como Señor y Salvador de tu vida, estarás con él por toda la eternidad. La Biblia lo dice claramente:

Pero en aquellos días, después de esa tribulación, “se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos”. Verán entonces al Hijo del hombre venir en las nubes con gran poder y gloria. Y él enviará a sus ángeles para reunir de los cuatro vientos a los elegidos, desde los confines de la tierra hasta los confines del cielo.
(Marcos 13:24-27)

🤲 Dios quiere hablarte cada día
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Por más difíciles que sean las situaciones hoy, el sufrimiento terminará para los hijos de Dios. Llegará el día en el que el Señor Jesús regresará y nos llevará a morar con él por siempre.

Toma un minuto hoy para agradecerle al Señor por su compañía en medio de las dificultades. Dale las gracias porque tienes la esperanza de la vida eterna con él. Y ora por su regreso. Anímate a decirle desde lo profundo de tu corazón, ¡Maranatha! ¡Ven, Señor Jesús!

Palabra de Ayer

¡No te rindas! Jesús te ayudará en las batallas

Todos hemos pasado - y todavía pasaremos - por aflicciones. ¡Eso es parte de la vida! En la Biblia vemos que Jesús no prometió bonanza, sino que estaría en el barco con nosotros durante la tempestad. Aun en medio del dolor podemos sentir el consuelo y la mano de Dios, ayudándonos y guiándonos.

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.
(Isaías 41:10)

Por eso, si te encuentras en medio de una situación difícil o dolorosa y piensas que es demasiado para ti, recuerda que no estás solo. Dios está contigo, él prometió estar con todos los que le aman y le sirven de corazón. Aférrate a él, recibe de él la fortaleza que necesitas y comienza a batallar en su nombre y para su gloria.

Recuerda que muchas de las batallas se dan en el ámbito espiritual y debemos enfrentarlas fuertes espiritualmente. Vístete cada día con la armadura que Dios te ha dado y lograrás vencer.

Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. 13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
(Efesios 6:12-13)

¿En cuál de estas situaciones quieres sentir el toque de Dios?

Palabra de Anteayer

No te rindas, eres más que vencedor

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
(Romanos 8:37)

Dios no te abandonó, ¿lo sabías? La situación puede ser complicada, pero no te rindas. Dios actuará.

Cuando Dios prometió sacar al pueblo de Israel de Egipto, las cosas se volvieron más difíciles al principio. El trabajo aumentó y la dureza de los capataces contra los esclavos creció aún más. La esperanza disminuía cada vez que el faraón decía que no. Pero al final Dios liberó a su pueblo.

El Señor sacó de Egipto a los israelitas.
¡Su misericordia permanece para siempre!
12 Lo hizo con mano fuerte y brazo extendido.
¡Su misericordia permanece para siempre!
13 El Señor partió en dos el Mar Rojo.
¡Su misericordia permanece para siempre!
14 El Señor hizo pasar por él a Israel.
¡Su misericordia permanece para siempre!
15 El Señor sepultó en el Mar Rojo al faraón y a su ejército.
¡Su misericordia permanece para siempre!
16 El Señor condujo a su pueblo por el desierto.
¡Su misericordia permanece para siempre!
(Salmo 136:11-16)

Dios tiene el control de todo. No importa lo difíciles que parezcan las cosas, él te ayudará a resolver el problema. ¡Al final saldrás victorioso, porque él te ama y su amor permanece para siempre!

¿Alguna vez has experimentado la victoria de Dios en tu vida?