Lámpara es a mis pies tu palabra (explicación del Salmo 119:105)


Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero.
(Salmo 119:105, Nueva Versión Internacional)

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105)

Este versículo ofrece una metáfora que nos ayuda a entender uno de los roles de la Palabra de Dios. La Biblia es esa lámpara que alumbra nuestros pies y la luz que ilumina nuestro camino. Su brillo nos ayuda a ir con paso firme y decidido en la dirección correcta, sin temor a caer.

El salmista se expresó con total certeza dando testimonio de lo que la Palabra del Señor significaba para su vida. Al dejarse guiar por la luz de la Biblia podía andar seguro en el sendero que debía recorrer.

En la Palabra de Dios encontramos sabiduría que nos ayuda a entender cuál es el camino correcto. Gracias a ella tomamos buenas decisiones sin tropezar y brillamos con la luz del Señor frente a la oscuridad de este mundo. En un mundo tan inestable, la Biblia nos guía con sus verdades eternas y nos afirma con el amor inmutable de nuestro Dios.

Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino.
(Salmo 119:105, Reina Valera Actualizada)

Las lámparas y las luces son mucho más eficaces en medio de la oscuridad y las tinieblas. Es en medio de ese entorno que hasta la luz más tenue tiene su mayor efecto. La luz está echa para desplazar la oscuridad y ni siquiera las tinieblas más profundas podrán vencer el poder de la luz.

Debemos conocer la Palabra del Señor para disfrutar plenamente de su luz. No basta con tener una Biblia en la estantería o con llevarla con nosotros los domingos. Es necesario abrirla, leerla, permitir que sus palabras llenen nuestra mente y nos enseñen sobre Dios y su voluntad en medio de cada situación.

En tiempos antiguos no había iluminación central en los pueblos. Cada uno debía llevar consigo su propia luz para asegurarse de ir por el camino correcto sin tropezar o pisar algo peligroso o desagradable. Esa luz que cargaban no solo iluminaba el camino por el que debían andar, sino que ayudaba a que los pies no se posaran donde no debían.

La palabra de Dios hace eso por nosotros: nos muestra el camino que debemos seguir porque agrada a Dios. También nos advierte sobre los senderos que nos alejan de Dios y de su voluntad. Al estudiar la Biblia y al permitir que nos transforme, lograremos entender lo que Dios quiere para nosotros y haremos todo lo posible para andar por el camino que él desea.

¿Quieres que tu vida esté llena de luz? ¿Quieres andar por el camino correcto que agrada al Señor y hacer su voluntad en todo momento? Déjate guiar por su Palabra.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.
(Mateo 5:16)

Versículos relacionados

Me has dado a conocer la senda de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia,
y de dicha eterna a tu derecha.
(Salmo 16:11)

Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
Fíjate si voy por mal camino,
y guíame por el camino eterno.
(Salmo 139:23-24)

Tú, Señor, eres mi lámpara;
tú, Señor, iluminas mis tinieblas.
(2 Samuel 22:29)

Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida;
tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas.
(Salmo 18:28)

El mandamiento es una lámpara,
la enseñanza es una luz
y la disciplina es el camino a la vida.
(Proverbios 6:23)

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