31 versículos bíblicos cortos y lo que significan


En la Biblia encontramos versículos cortos con verdades poderosas que nos ayudan en nuestro andar con el Señor. Aquí encontrarás algunos de ellos. Recuerda que, sean versículos largos o cortos, «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia» (2 Timoteo 3:16).

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)

Pablo pasó por maltratos, injusticias, dificultades económicas, prisión y muchas otras situaciones complejas (ver 2 Corintios 11:23-33). En este pasaje bíblico de Filipenses 4 él habla sobre la estrechez económica. Pablo afrontaba los problemas de la vida con Cristo y con la fortaleza que él le daba. ¡Qué testimonio más precioso!

Él lo expresó así: «Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:12-13).

Salmo 23:1

El Señor es mi pastor, nada me falta. (Salmo 23:1)

La frase inicial de este Salmo tan famoso es una de confianza. Nos habla sobre el cuidado cariñoso de Dios como nuestro pastor. Ya que Dios es nuestro pastor, sabemos que todas nuestras necesidades serán suplidas.

Así como un pastor de ovejas se ocupa de cuidar y de proveer lo necesario para cada oveja de su rebaño, Dios cuida y provee lo que sus hijos necesitan. ¡Esa debe ser nuestra confianza!

Salmo 27:1a

El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? (Salmo 27:1a)

En este salmo se expresa confianza total en la protección y el poder de Dios. El salmista se siente seguro física y espiritualmente. Recibir la luz del mensaje del Evangelio y la salvación de nuestra alma nos da una nueva perspectiva. Saber que contamos con la presencia constante de nuestro Dios todopoderoso fortalece nuestra fe y nos da ánimo para seguir adelante.

En medio de luchas e incertidumbres, no permitimos que nos venza el temor porque sabemos que el Señor nos acompaña y nos fortalece. En Dios nuestra alma está a salvo por toda la eternidad.

Romanos 10:13

Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. (Romanos 10:13)

El día en que tomaste la decisión de rendirte aceptando a Cristo como tu Señor y Salvador, pasaste a ser salvo. Invocar el nombre del Señor, clamar a él como la esperanza eterna para tu vida, es la clave para recibir el perdón de los pecados y la salvación eterna. Dios nos ofreció el mayor regalo que jamás se puede dar a alguien: la vida eterna. Está en nuestras manos aceptarlo.

Salmo 56:3

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (Salmo 56:3)

David, el mismo David que se había enfrentado al gigante Goliat cuando aun era adolescente, sentía temor porque habían personas que lo perseguían. Él no se avergonzó de reconocer su sentimiento de temor. ¿Qué hizo? Lo llevó ante Dios y eligió confiar en que su Padre celestial lo ayudaría.

¿Qué hacemos con nuestros temores? ¿Los reconocemos y los llevamos ante Dios? Podemos aprender a lidiar con nuestros momentos de temor de forma sana siguiendo el ejemplo de David. ¡Poniendo nuestra confianza en Dios!

Reflexión sobre la confianza en Dios

Juan 6:48

Yo soy el pan de vida. (Juan 6:48)

Al inicio del capítulo 6 de Juan, Jesús alimentó a 5000 personas. El tema del alimento estaba en la mente de todos y muchos seguían a Jesús con la esperanza de que volviera a darles algo de comer. Otros recordaban cómo Dios había dado el maná al pueblo de Israel mientras vagaba por el desierto. Una vez más, pensaban en la comida física.

Pero Jesús los sorprendió diciendo «Yo soy el pan de vida». El pan que ellos necesitaban era el alimento espiritual. Por más llenos que estuvieran sus estómagos, si no saciaban su hambre espiritual, nunca se sentirían satisfechos. Y Jesús es el único que puede saciar el hambre o el vacío espiritual en el corazón de cada ser humano.

Jesús aprovechó ese momento para aclarar qué era lo que él les ofrecía (la vida eterna) y la forma en la que lo lograría: entregando su vida (su carne) por todos ellos: «Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y sin embargo murieron. Pero este es el pan que baja del cielo; el que come de él no muere. Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva» (Juan 6:49-51).

Números 6:24

El Señor te bendiga y te guarde. (Números 6:24)

El Señor te bendiga y te guarde. (Números 6:24)

Con esas palabras comienza la bendición sacerdotal dictada por Dios para el pueblo de Israel. Aarón y sus hijos debían impartir esa bendición sobre el pueblo. Dios deseaba bendecir a su pueblo y ese es todavía su deseo. Invoquemos su presencia cada día. Pidamos su bendición y su protección sobre nosotros, sobre nuestras familias, sobre nuestro país y sobre toda la humanidad. ¡Dios desea hacerlo!

Salmo 37:4

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmo 37:4)

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmo 37:4)

El énfasis de este versículo está en el Señor: deléitate en el Señor. En el Salmo 37 el salmista habla sobre las injusticias de la vida. El Salmo comienza diciendo: «No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias.» Luego se nos da una lista de consejos maravillosos: confía en el Señor, haz el bien, deléitate en el Señor, encomienda al Señor tu camino, confía en él.

En otras palabras, no te enfoques en lo terrenal ni en los seres humanos. Todo eso te fallará, las personas te fallarán. Enfócate en el Señor Dios todopoderoso, recuerda sus bondades y su fidelidad para contigo. Disfruta las bendiciones que él te ha concedido hasta hoy. Él seguirá ayudándote y te sorprenderá con su amorosa presencia y con su cuidado. ¡Deléitate en él!

Hebreos 13:8

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8)

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8)

Nuestro Señor y Salvador Jesucristo no cambia jamás. Él ha sido, es y siempre será igual, podemos confiar en su constancia a través de los tiempos.

Contrario a la naturaleza humana, Jesús (siendo Dios) es inmutable. Hoy es, dice y hace lo mismo que ha sido, hecho o dicho desde la eternidad y hasta la eternidad.

Vea también: 7 maravillosos atributos de Dios.

Salmo 119:105

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105)

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105)

La Biblia, Palabra de Dios, es como una luz que alumbra nuestro camino para que vayamos con pie firme y no tropecemos. En la Biblia encontramos palabras de sabiduría que nos ayudan a tomar decisiones correctas y glorificar a Dios con nuestro comportamiento.

Cuando surge una situación difícil en la cual no sabemos cómo actuar, podemos ir a la Palabra de Dios en busca de orientación. Tomaremos nuestros pasos con más seguridad y paz al dejarnos guiar por lo que está en el corazón del Padre.

Vea también: 11 versículos bíblicos con su reflexión.

Juan 10:11

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. (Juan 10:11)

Jesús es el buen pastor que busca el bienestar de sus ovejas. En los versículos anteriores Jesús asegura que él no era como los pastores que habían venido antes. Ellos no se preocupaban genuinamente por el cuidado de sus ovejas. Más bien buscaban su propio bienestar: robaban y causaban daños.

Jesús dijo a todos los que estaban allí: «Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo» (Juan 10:9). Él dejó claro que vino para salvar y para dar vida en abundancia (Juan 10:10). Siendo el buen pastor, él cumplió con lo que dijo: dio su propia vida, murió en la cruz, por amor a sus ovejas.

Salmo 90:1

Señor, tú has sido nuestro refugio generación tras generación. (Salmo 90:1)

Moisés, autor de este Salmo, sabía lo que era vagar por el desierto en busca de refugio. Él lideró al pueblo de Israel desde Egipto en el camino hacia la Tierra Prometida. Aunque fueron muchos los lugares en los que se refugiaron durante ese tiempo, ellos encontraron su verdadero refugio en el Dios eterno, creador del cielo y de la tierra.

Dios los cuidó, los ayudó y los guió hasta el lugar que él les había designado. Asimismo Dios nos cuida y nos ayuda a nosotros. Él cuidó de las generaciones anteriores y seguirá ayudando y guiando a las generaciones que vendrán después de nosotros. Él es el Dios protector, el refugio seguro y él cuida de su pueblo.

Salmo 100:1

Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra. (Salmo 100:1)

Este versículo llama a todos los habitantes de la tierra a honrar a Dios, a reconocerlo con alegría. Cada día, Dios bendice a todos los seres humanos con el sol, la lluvia, alimentos, la belleza de la naturaleza, etc. El salmista llama a todos a reconocer con alegría la gran obra de Dios y a alabarlo con gozo.

1 Juan 4:19

Nosotros amamos porque él nos amó primero. (1 Juan 4:19)

Todo aquel que ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, ha experimentado el poder del amor de Dios. ¡Dios nos amó primero! Él envió a su Hijo Jesús al mundo para que vivamos por él. Dios no nos dejó sin esperanza ni perdidos en nuestros pecados. Él envió a Jesús a vivir en la tierra y a morir en la cruz como muestra de su gran amor por cada uno de nosotros.

Nuestros corazones son transformados cuando experimentamos el amor de Dios. Amamos a Dios por lo que ha hecho por nosotros, y también extendemos el amor a las demás personas. Una de las características más importantes de los hijos de Dios es la de amar a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo (Mateo 22:36-38). «Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano» (1 Juan 4:21).

Salmo 62:1

Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación.
(Salmo 62:1)

Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. (Salmo 62:1)

¿En dónde o en quién encuentras el descanso que necesitas? El salmista tenía claro que el descanso que necesitaba su alma lo encontraba única y exclusivamente en Dios. No en las vacaciones o en la televisión. Tampoco en la familia o en el trabajo. El descanso, la quietud, el sosiego de su alma venían de Dios.

En los versículos siguientes vemos que su situación no era muy fácil. David tenía enemigos que maquinaban contra él, lo atacaban y deseaban derribarlo (Salmo 62:3-4). Pero él sabía que podía confiar en Dios, que en él tenía refugio y salvación. ¡Bendita confianza!

Isaías 26:3

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. (Isaías 26:3)

Dios guardará en paz a todo el que confía en él y que también mantiene su mente enfocada en los pensamientos que vienen de él. No solo lo mantendrá seguro en paz, sino que lo mantendrá en una paz completa.

Hay una competencia constante por nuestros pensamientos: situaciones que nos rodean, cosas que escuchamos, problemas financieros o familiares... Son muchas las cosas que pueden intentar robar nuestra paz. Pero si nuestro pensamiento se mantiene constante confiando en Dios y en su poder, podremos no solo recibir la paz del Señor, sino que disfrutaremos de su completa paz en medio de cualquier situación.

1 Corintios 16:14

Hagan todo con amor. (1 Corintios 16:14)

Pablo le escribió a la iglesia en Corinto que el amor debía ser la motivación detrás de cada una de sus acciones. Debe ser igual para nosotros hoy. Tal como le convenía a la iglesia de entonces actuar en amor en medio de cualquier circunstancia, muchas cosas serían diferentes hoy si cada uno de los hijos de Dios decidiera llenarse del amor del Padre andando conforme a él. Impactemos nuestro entorno con el amor de Dios.

Juan 10:30

El Padre y yo somos uno. (Juan 10:30)

Jesús se encontraba en una fiesta y los judíos no dejaban de preguntarle si él era el Cristo. Jesús les contestó que ya les había dicho eso, pero que ellos no le creían porque no eran parte de su rebaño.

Continuó diciendo: «Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno» (Juan 10:27-30).

Jesús afirmó su deidad, el hecho de que él y el Padre son una unidad. Nadie puede arrebatar sus ovejas (sus hijos) de su mano ni de la mano del Padre porque ambos son uno. Aferrados a Jesús estamos aferrados al Padre y nadie podrá arrebatar jamás a sus hijos de su mano firme, poderosa y protectora.

1 Tesalonicenses 5:17

Oren sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17)

Orar es hablar con Dios. ¡Es bonito e importante hablar con nuestro Padre celestial! Para orar sin cesar no necesitamos estar en un lugar especial. Podemos hablar con Dios en cualquier momento y en cualquier lugar. Es cierto que es beneficioso tener un momento del día apartado para orar y leer la Palabra de Dios. Pero no olvidemos que podemos acercarnos a Dios sea la hora que sea y estemos donde estemos.

Con Dios podemos compartir todo lo que sentimos y pedir su ayuda en situaciones específicas. Aprendamos a tener la mente y el corazón en contacto continuo con él. ¡Oremos sin cesar!

Lo que la Biblia nos dice sobre la oración

Juan 11:35

Jesús lloró. (Juan 11:35)

Este versículo forma parte del relato de la muerte de Lázaro. La Biblia dice que Jesús se conmovió profundamente al ver llorar a María y a los que la acompañaban hasta la tumba de Lázaro (Juan 11:33). Sabemos que Jesús realizó el milagro de la resurrección de Lázaro justo después de llorar. Él los acompañó en su momento de luto y mostró su compasión ante el dolor de ellos.

De la misma manera, él se compadece hoy de los que sufren. Dios es compasivo para con todos los que le temen (Salmo 103:13). Él nos acompaña en medio de nuestro sufrimiento y nos alienta con su presencia y con su amor.

Génesis 1:1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)

Dios existe desde la eternidad y nunca tendrá fin, pero este mundo en el que vivimos no es eterno. Todo lo que ven nuestros ojos, todo lo que nos rodea, tuvo un principio y fue creado por Dios. Los cielos, la tierra, los pájaros, los animales, el agua, los árboles, todos los seres humanos que han existido y existirán... ¡todo es creación de Dios! A Dios nadie lo creó, pero él creó todas las cosas. Por eso, él es el único digno de nuestra adoración.

1 Tesalonicenses 5:16

Estén siempre alegres. (1 Tesalonicenses 5:16)

Encontramos este versículo en el último capítulo de la 1ª carta de Pablo a la iglesia de Tesalónica. Pablo les estaba dando algunas instrucciones finales y de paso los animó: «Estén siempre alegres». La iglesia allí era bastante joven y enfrentaba varias dificultades. Pablo les trajo una nueva perspectiva al enfatizar la esperanza del regreso de Jesús, el día del Señor. Pensar en que Cristo regresará trae alegría.

Enfocarnos en lo que Jesús ha hecho por nosotros y la esperanza de la vida eterna que tenemos en él, trae gran gozo al corazón. Aun en medio de las situaciones difíciles que nos toca vivir, si nos mantenemos enfocados en esa esperanza, nuestro gozo aumentará.

Mateo 5:48

Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. (Mateo 5:48)

Este versículo se encuentra en el contexto del amor a los enemigos. El amor de Dios es el único amor perfecto, y solo llenándonos de su amor cada día y en medio de cualquier circunstancia, podremos amar a los que nos hacen daño. Dios ya tiene y muestra ese amor perfecto a justos e injustos. «Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos» (Mateo 5:45).

Sigamos el ejemplo de Dios y busquemos crecer en amor. Llenándonos cada día del Espíritu Santo lograremos amar no solo a los que nos aman, sino también a los que nos persiguen o buscan hacernos daño.

1 Tesalonicenses 5:18

Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:18)

Dios desea que en medio de cualquier situación le demos gracias por su presencia y su cuidado. Él está en control de la situación, podemos estar seguros. En lugar de llenar nuestra mente con pensamientos negativos o reproches, demos gracias a Dios por lo que está haciendo en medio de lo que estamos viviendo.

Aunque no entendamos el propósito de Dios, demos gracias. Contamos con su presencia y su ayuda en medio de las pruebas y sabemos que en él estamos seguros. Expresemos nuestra gratitud.

Romanos 12:12

Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. (Romanos 12:12)

En medio de las dificultades de la vida podemos alegrarnos en la esperanza de la vida eterna. En este mundo sufrimos, pasan cosas desagradables que no nos gustan. Pero debemos recordar que en Cristo, nuestra eternidad está llena de esperanza, de salvación y gozo.

Podemos ser pacientes a pesar de los sufrimientos ya que sabemos que terminarán. En nuestro futuro eterno con Cristo no habrá sufrimiento, solo paz incomparable y alegría sin fin.

Por último, el versículo habla sobre la importancia de perseverar en la oración. ¿Queremos ver a Dios obrar? ¿Queremos sentir su presencia en medio de las luchas? Clamemos a él constantemente. ¡Hay poder en la oración!

Salmo 34:7

El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen;
a su lado está para librarlos.
(Salmo 34:7)

El salmista David hablaba por experiencia: fueron muchas las ocasiones en las que él experimentó en su vida la protección de Dios. Aunque David cometió muchos errores, en su corazón él tenía un gran temor del Señor. Al errar, él se arrepentía de sus pecados y comenzaba de nuevo a vivir una vida agradable a Dios. David reconocía el poder y la soberanía de Dios. También expresaba su necesidad de sentir el amor y la cercanía de Dios.

De la misma forma, todos los que temen al Señor pueden estar seguros de su cuidado y protección.

Isaías 41:10

Así que no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa.
(Isaías 41:10)

¡Qué gozo más grande es el saber que Dios nos acompaña en todo momento! Esa certeza de la compañía de nuestro Dios todopoderoso nos ayuda a vivir confiados, tomando control de nuestras ansiedades. Saber que Dios nos sostiene en medio de cualquier situación nos da ánimo para seguir adelante en medio de las luchas que nos presenta la vida.

Dios es fiel y cumple con sus promesas. No dejemos de confiar en él cuando el camino se llena de espinos. Aferrándonos a él podremos sentir su fortaleza. Su mano victoriosa nos sostendrá y nos guiará en medio de la tempestad hasta llevarnos a un lugar seguro.

Salmo 34:8

Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian.
(Salmo 34:8)

Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian. (Salmo 34:8)

Dios es un Dios bondadoso y el salmista David lo sabía muy bien. En su vida, él había experimentado la bondad, la misericordia y el amor de Dios vez tras vez. Por eso él insta confiadamente a los lectores del salmo a mirar con atención cómo Dios manifestaba sus bondades para con ellos. No solo eso, los llama a refugiarse en el Señor.

Si somos sinceros, nosotros también recibimos las bondades de Dios a diario, aun cuando no las reconocemos. Estemos más atentos a las diferentes formas en las que Dios nos muestra su bondad y decidamos refugiarnos siempre en él.

Proverbios 16:3

Pon en manos del Señor todas tus obras,
y tus proyectos se cumplirán.
(Proverbios 16:3)

¿Anhelas hacer cosas en la vida, realizar proyectos que parecen demasiado grandes? Encomienda esos proyectos al Señor, ponlos en sus manos y él te mostrará cómo llevarlos a cabo. Dios conoce la mejor manera para hacer todo, podemos llevar nuestros planes ante él para que nos muestre la mejor forma de realizarlos. Con Dios podemos vivir una aventura nueva cada día.

Salmo 117:1

¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas! (Salmo 117:1)

¡Alaben al Señor, naciones todas!
¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!
(Salmo 117:1)

Este es un llamado a la alabanza a Dios. El salmista insta a todas las naciones y todos los pueblos a levantar alabanzas a Dios. El resto del Salmo (que es el más corto de la Biblia) nos dice las razones por las que todos debemos alabar a Dios. Él nos ama, es misericordioso y su fidelidad es eterna.

¡Todas las naciones reciben el llamado de alabar a Dios! Podemos entender entonces, que el amor de Dios, su misericordia y su fidelidad son para todos sin importar su país de origen, pueblo, raza o grupo étnico.

Mateo 6:33

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
(Mateo 6:33)

Nuestra relación con Dios debe ser nuestra prioridad. Buscar la presencia de Dios y su dirección para todas las áreas de la vida es el primer paso para vivir una vida de obediencia, recta y agradable a Dios. Todo lo demás encaja bien cuando buscamos primeramente a Dios y actuamos en todo momento conforme a su justicia, tal como él lo desea.

Nuestro Padre Dios honra a los que le honran (1 Samuel 2:30). Por eso, podemos estar tranquilos confiando en su fidelidad. Él proveerá a las necesidades y cuidará de todos los que buscan primeramente su reino y su justicia.

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