48 versículos sobre la obediencia a Dios


En la Biblia encontramos versículos que nos hablan sobre la obediencia a Dios y nos inspiran a obedecerlo. La obediencia genuina surge de un corazón lleno de amor y respeto hacia él. Obedecer a Dios trae bendiciones a nuestra vida y genera un corazón agradecido por todas las bondades recibidas del Padre.

La Biblia también contiene versículos que nos exhortan a obedecer a nuestros padres o a las autoridades. La palabra que usa la Biblia al hablar sobre obedecer está ligada a oír o escuchar. Cuando obedecemos a Dios o a otra persona, oímos su mandato y actuamos conforme a él. Dios nos ayude a vivir vidas de obediencia a él para su gloria.

1 Samuel 15:22

Samuel respondió: «¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros.
(1 Samuel 15:22)

Juan 14:15

Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. - Juan 14:15

Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
(Juan 14:15)

Juan 14:23

Le contestó Jesús: El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.
(Juan 14:23)

Mateo 7:21

No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
(Mateo 7:21)

1 Juan 2:3-6

¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió.
(1 Juan 2:3-6)

1 Juan 2:17

El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(1 Juan 2:17)

Éxodo 19:5

Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece.
(Éxodo 19:5)

Deuteronomio 28:2-6

Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar. Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino.
(Deuteronomio 28:2-6)

Elegir de todo corazón obedecer a Dios, desata bendiciones. Esas bendiciones alcanzan al mundo que nos rodea y a las personas que amamos. En esos versículos de Deuteronomio vemos que Dios le prometió grandes y abundantes bendiciones al pueblo de Israel si ellos le obedecían.

De la misma manera ocurre con nosotros. La obediencia genuina a Dios resulta en bendiciones, porque andar dentro de la voluntad de Dios es, y siempre será, la mejor elección.

Santiago 1:22

No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
(Santiago 1:22)

Deuteronomio 11:1

Amen al Señor su Dios y cumplan siempre sus ordenanzas, preceptos, normas y mandamientos.
(Deuteronomio 11:1)

Deuteronomio 11:13-15

Si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les doy, y si aman al Señor su Dios y le sirven con todo el corazón y con toda el alma, entonces él enviará la lluvia oportuna sobre su tierra, en otoño y en primavera, para que obtengan el trigo, el vino y el aceite. También hará que crezca hierba en los campos para su ganado, y ustedes comerán y quedarán satisfechos.
(Deuteronomio 11:13-15)

1 Pedro 1:13-16

Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».
(1 Pedro 1:13-16)

Josué 1:8

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
(Josué 1:8)

Jeremías 7:23

Lo que sí les ordené fue lo siguiente: ‘Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse conforme a todo lo que yo les ordene, a fin de que les vaya bien’.
(Jeremías 7:23)

Deuteronomio 5:33

Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.
(Deuteronomio 5:33)

2 Corintios 10:4-5

Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
(2 Corintios 10:4-5)

1 Juan 3:21-22

Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante de Dios, y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. - 1 Juan 3:21-22

Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante de Dios, y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
(1 Juan 3:21-22)

Vivimos en obediencia cuando permitimos que Dios reine en nuestros corazones. Esa llenura del Señor nos da confianza de que andamos guiados por él, obedeciendo y haciendo siempre lo que le agrada.

Quien obedece a Dios también recibe respuesta a sus oraciones. ¿Por qué? Porque pide conforme a la voluntad de Dios.

Lucas 6:46

¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo?
(Lucas 6:46)

Apocalipsis 14:12

¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús!
(Apocalipsis 14:12)

Santiago 4:7

Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
(Santiago 4:7)

Juan 15:14

Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
(Juan 15:14)

Juan 14:21

¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
(Juan 14:21)

Lucas 11:28

Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
(Lucas 11:28)

2 Juan 1:6

En esto consiste el amor: en que pongamos en práctica sus mandamientos. Y este es el mandamiento: que vivan en este amor, tal como ustedes lo han escuchado desde el principio.
(2 Juan 1:6)

1 Reyes 2:3

Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.
(1 Reyes 2:3)

Santiago 1:25

Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
(Santiago 1:25)

Filipenses 2:5-11

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
(Filipenses 2:5-11)

Jesús se sometió al Padre en humildad y vivió una vida ejemplar de obediencia. Aun siendo Dios encarnado, él no se aferró a eso, sino que entendió su misión y obedeció hasta su muerte. ¡Debemos seguir el ejemplo de obediencia humilde y sincera de Jesús!

Salmo 128:1

Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.
(Salmo 128:1)

Salmo 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos. - Salmo 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos.
(Salmo 143:10)

Romanos 13:1

Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él.
(Romanos 13:1)

Hebreos 5:7-9

En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen.
(Hebreos 5:7-9)

Salmo 119:60

Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos.
(Salmo 119:60)

Hechos 5:29

¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres! —respondieron Pedro y los demás apóstoles—.
(Hechos 5:29)

1 Juan 5:3

En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir.
(1 Juan 5:3)

Proverbios 4:20-21

Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón.
(Proverbios 4:20-21)

15 versículos sobre la obediencia que trae bendición

Proverbios 4:1

Escuchen, hijos, la corrección de un padre;
dispónganse a adquirir inteligencia.
(Proverbios 4:1)

Somos llamados a obedecer a nuestros padres terrenales y a escuchar sus consejos y correcciones. Esa obediencia será fruto de una relación de amor y respeto mutuo.

Crecer en una familia bien estructurada que cuida de nuestro bienestar, es una bendición. Cuando nuestros padres nos corrigen y nos orientan con amor, se crea una base que permitirá desarrollar una relación estrecha y de confianza con Dios y con aquellos que nos rodean.

Levítico 22:31

Obedezcan mis mandamientos y pónganlos por obra. Yo soy el Señor.
(Levítico 22:31)

Proverbios 10:17

El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.
(Proverbios 10:17)

Hechos 5:32

Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.
(Hechos 5:32)

Hebreos 13:17

Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.
(Hebreos 13:17)

Proverbios 3:1-2

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad.
(Proverbios 3:1-2)


Proverbios 3:7-8

No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.
(Proverbios 3:7-8)

Proverbios 6:20-23

Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Grábatelos en el corazón; cuélgatelos al cuello.
Cuando camines, te servirán de guía;
cuando duermas, vigilarán tu sueño;
cuando despiertes, hablarán contigo.
El mandamiento es una lámpara,
la enseñanza es una luz
y la disciplina es el camino a la vida.
(Proverbios 6:20-23)

Marcos 14:36

Decía: «Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».
(Marcos 14:36)

En su momento de mayor angustia, Jesús acudió al Padre. Él sabía que se acercaba la hora de su arresto para torturarlo y matarlo. Aun así, él expresó su deseo sincero de obedecer al Padre y hacer su voluntad. ¡Que nosotros también podamos decirle a Dios Padre en todo momento: «no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú»!

2 Pedro 1:10-11

Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás, y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
(2 Pedro 1:10-11)

Mateo 5:19

Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado grande en el reino de los cielos.
(Mateo 5:19)

Colosenses 3:20

Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.
(Colosenses 3:20)

Proverbios 13:1

El hijo sabio atiende a la corrección de su padre,
pero el insolente no hace caso a la reprensión.
(Proverbios 13:1)

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