El futuro le pertenece a Dios, él es su dueño y por eso no tenemos que temer ni angustiarnos por el mañana. Todos los que aman a Jesús pueden estar seguros de que todo está bajo el control de sus manos divinas y todo obrará para bien. No hay que temer al futuro porque el mismo Dios que nos cuida hoy, nos cuidará en el futuro y por siempre.
Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
(Jeremías 10:23)
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
(Jeremías 29:11)
¡Vamos pues ahora los que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad, estaremos allá un año y haremos negocios y ganaremos”! Ustedes, los que no saben lo que será mañana, ¿qué es su vida? Porque son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, deberían decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. Pero ahora se jactan en su soberbia. Toda jactancia de esta clase es mala.
(Santiago 4:13-16)
Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.
(Mateo 6:34)
Considera al íntegro y mira al justo; que la posteridad de ese hombre es paz.
Pero los transgresores serán todos juntos destruidos;
la posteridad de los impíos será eliminada.
(Salmo 37:37-38)
El corazón del hombre piensa su camino;
Mas Jehová endereza sus pasos.
(Proverbios 16:9)
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Romanos 8:28)
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
(Filipenses 3:13-14)
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
(1 Timoteo 4:1)
En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
(Eclesiastés 7:14)
Aunque tu comienzo haya sido insignificante,
tu porvenir se engrandecerá en gran manera.
(Job 8:7)
Hay esperanza para tu porvenir; tus hijos volverán a su territorio, dice el SEÑOR.
(Jeremías 31:17)
De Jehová son los pasos del hombre;
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
(Proverbios 20:24)
Yo anuncio lo porvenir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho. Digo: ‘Mi plan se realizará, y haré todo lo que quiero’.
(Isaías 46:10)
También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles. Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos y amantes de los placeres más que de Dios. Tendrán apariencia de piedad pero negarán su eficacia. A estos evita.
(2 Timoteo 3:1-5)
He aquí vengo pronto, y mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras.
(Apocalipsis 22:12)
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
(Apocalipsis 22:20)
Porque este no sabe qué ha de suceder; pues lo que ha de ser, ¿quién se lo declarará?
(Eclesiastés 8:7)
Sea escrito esto para la generación venidera,
y un pueblo que será creado alabará al SEÑOR.
Porque miró desde lo alto de su santuario,
el SEÑOR miró desde los cielos a la tierra,
para oír el gemido de los presos, para librar a los sentenciados a muerte,
(Salmo 102:18-20)
atesorando para sí buen fundamento para el porvenir para que echen mano de la vida verdadera.
(1 Timoteo 6:19)
y para esperar de los cielos a su Hijo, a quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
(1 Tesalonicenses 1:10)
No las encubriremos a sus hijos.
A la generación venidera contaremos las alabanzas del SEÑOR,
y de su poder y de las maravillas que hizo.
(Salmo 78:4)
Fuerza y honor son su vestidura,
y se ríe de lo porvenir.
(Proverbios 31:25)
He venido, pues, para hacerte entender lo que ha de acontecer a tu pueblo en los últimos días; porque la visión es aún para días.
(Daniel 10:14)
Oh SEÑOR, porción de mi herencia, y mi copa,
¡tú sustentas mi destino!
(Salmo 16:5)
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