Los salmos de David, o salmos davídicos, como también se les conoce, son una colección de poemas bíblicos escritos por el rey David. David fue una de las figuras más importantes de la Biblia, salmista, autor de una colección de 73 poemas, oraciones e himnos inspiradores, que constituyen casi la mitad de todos los salmos bíblicos.
En sus salmos, David nos invita a confiar, a depender de Dios y a adorarle en todo momento. Su búsqueda pura y sincera es un hermoso ejemplo de fe y esperanza en el Señor, pues encontró alivio, sustento y protección en el buen pastor. No es de extrañar que los salmos de David hayan sido, a lo largo de la historia, una fuente inagotable de inspiración, fe, valentía y esperanza.
Los 73 salmos escritos por David
- Salmo 3 - Confía en la salvación de Dios
- Salmo 4 - Confianza en Dios al estar en medio de la angustia
- Salmo 5 - Oración por protección contra los malvados
- Salmo 6 - Oración en tiempos de angustia y prueba
- Salmo 7 - Dios defiende a los justos de los malvados
- Salmo 8 - La gloria divina y la dignidad del hijo del hombre
- Salmo 9 - Acción de gracias por la justicia de Dios
- Salmo 11 - El Señor es un refugio fuerte para el justo
- Salmo 12 - Ayuda contra los malvados y la falsedad
- Salmo 13 - Oración de fe y de petición de ayuda
- Salmo 14 - La corrupción del pecador y su redención
- Salmo 15 - Lo que Dios espera de su pueblo
- Salmo 16 - El santo y escogido de Dios
- Salmo 17 - Oración de David: súplica por protección divina
- Salmo 18: Cántico de liberación y victoria
- Salmo 19 - La excelencia de la creación y la Palabra de Dios
- Salmo 20 - Oración por el rey clamando por victoria
- Salmo 21 - Gratitud por la victoria
- Salmo 22 - El sufrimiento y la victoria del Mesías
- Salmo 23 - El Señor es mi pastor
- Salmo 24 - La venida del Rey de gloria
- Salmo 25 - Oración pidiendo la ayuda divina
- Salmo 26 - La súplica de los íntegros y justos
- Salmo 27 - Con Dios no temeremos
- Salmo 28 - Súplica y acción de gracias
- Salmo 29 - La poderosa voz de Dios
- Salmo 30 - Acción de gracias por la liberación de la muerte
- Salmo 31 - Lamento y alabanza
- Salmo 32 - La bienaventuranza de quienes reciben el perdón
- Salmo 34 - ¡El Señor es bueno!
- Salmo 35 - Oración por la ayuda de Dios frente a los enemigos
- Salmo 36 - La maldad humana y la bondad de Dios
- Salmo 37 - El fin de los malvados y de los buenos
- Salmo 38 - Oración de un pecador en apuros
- Salmo 39 - La brevedad de la vida
- Salmo 40 - Canto de alabanza y petición de ayuda
- Salmo 41 - Calumnia de los enemigos y la ayuda de Dios
- Salmo 51 Confesión y arrepentimiento
- Salmo 52 - La justicia y la bondad de Dios
- Salmo 53 - La corrupción del pecador y su redención
- Salmo 54 - Petición de ayuda divina
- Salmo 55 - Confianza en medio de la persecución
- Salmo 56 - Consuelo y confianza en medio de la persecución
- Salmo 57 - Alabanza por la bondad de Dios y petición de liberación
- Salmo 58 - Castigo de los malvados
- Salmo 59 - Súplicas de liberación
- Salmo 60 - Oración en tiempos difíciles de guerra
- Salmo 61 - Confianza en la protección de Dios
- Salmo 62 - Esperanza solo en Dios
- Salmo 63 - Sed de Dios
- Salmo 64 - Protección de los enemigos
- Salmo 65 - Gratitud por las cosechas, la generosidad de Dios
- Salmo 68 - Victoria de Dios sobre los enemigos
- Salmo 69 - Un grito de angustia desde lo profundo
- Salmo 70 - Oración por ayuda y liberación
- Salmo 86 - Súplica y confianza de un anciano
- Salmo 101 - Promesas de un rey
- Salmo 103 - Alabanza por la misericordia de Dios
- Salmo 108 - Dios concede la victoria a su pueblo
- Salmo 109 - Maldiciones contra los enemigos
- Salmo 110 - El reino y el sacerdocio del Mesías
- Salmo 122 - Oración por la paz de Jerusalén
- Salmo 124 - Dios, nuestro protector y libertador
- Salmo 131 - Cántico de peregrinación; calma en Dios
- Salmo 133 - La excelencia de la unión fraternal
- Salmo 138 - Gratitud a Dios por su favor y fidelidad
- Salmo 139 - Dios es omnisciente y omnipotente
- Salmo 140 - Oración por protección contra los enemigos y las traiciones
- Salmo 141 - Oración vespertina por santificación y protección
- Salmo 142 - Oración pidiendo ayuda en medio de un gran peligro
- Salmo 143 - Súplica por liberación
- Salmo 144 - Gratitud por la protección de Dios
- Salmo 145 - La bondad, grandeza y providencia de Dios
Los salmos de David más conocidos (completos y comentados)
Salmo 23: Jehová es mi pastor
Salmo de David
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
(Salmo 23:1-6)
Este cántico, uno de los más conocidos de David, expresa confianza en el cuidado y la bondad de Dios. David usó la metáfora del pastor y sus ovejas, una labor que él mismo había desempeñado en su juventud, para alabar al Señor, quien cuida de su pueblo. David, el pastor que se convirtió en rey, vio a Dios como su propio Rey y Pastor.
Salmo 24: El Rey de gloria
Salmo de David
De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.5 Él recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.8 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.10 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
Él es el Rey de la gloria. Selah
(Salmo 24:1-10)
En este himno, se proclama a Dios como Señor del universo. Luego, se pregunta cuáles son los requisitos para entrar en la presencia de Dios. Finalmente, el Salmo 24 llama a abrir puertas y portales, celebrando la llegada y la victoria del Rey de gloria.
Salmo 34: La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.
Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.11 Venid, hijos, oídme;
El temor de Jehová os enseñaré.12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos.17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.20 Él guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.21 Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.22 Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían.
(Salmo 34:1-22)
El Salmo 34 fue escrito cuando David fingió locura en presencia de Abimelec, el rey filisteo. En el salmo, David agradece al Señor por responder a su oración. Por su bondad, Dios libera y protege a quienes le temen; por lo tanto, la invitación permanece: «¡Gustad, y ved que es bueno Jehová!» (v. 8).
Salmo 37: El camino de los malos
Salmo de David
No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.
(Salmo 37:1-40)
En este Salmo de sabiduría, David responde a la inquietante pregunta sobre la justicia divina. Aunque parezca que los malvados prosperan mientras los justos sufren, se nos instruye a confiar en el Señor y hacer el bien. Los malvados no disfrutarán de un futuro bendecido, pero la salvación de Dios será para los justos. Agradar a Dios es la clave de la satisfacción.
Salmo 40: Alabanza por la liberación divina
Al músico principal. Salmo de David.
Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.9 He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.12 Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.14 Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;15 Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: ¡Ea, ea!16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.
(Salmo 40:1-17)
El Salmo 40 es una acción de gracias por las bendiciones pasadas a pesar del sufrimiento presente. Comienza con un cántico de agradecimiento y, a partir del versículo 11, adquiere un tono de lamento, pidiendo a Dios que libere al salmista de la aflicción.
David tuvo innumerables experiencias de la intervención misericordiosa de Dios, y en cada una de ellas recurrió a él, esperando siempre con paciencia en el Señor.
Salmo 51: Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación
Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta.
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
(Salmo 51:1-19)
El Salmo 51 fue escrito cuando el profeta Natán se acercó a David después de su pecado con Betsabé. El salmo es una poderosa declaración sobre la profundidad del pecado y el arrepentimiento. David era un hombre conforme al corazón de Dios, pero no era perfecto. Tras su terrible pecado de adulterio y el asesinato de Urías, David reconoció sus faltas y las confesó. Pidió a Dios que lo purificara y le concediera una renovación interior.
Este salmo es un llamado a todos los cristianos a reconocer la maldad y la profundidad de sus pecados y a volverse a Dios con un arrepentimiento sincero y genuino. Para ello, debemos acercarnos al Señor con un espíritu quebrantado y un corazón contrito (v. 17).
Salmo 57: Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.2 Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.3 Él enviará desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.4 Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda.5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.6 Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana.9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.
(Salmo 57:1-11)
David escribió este salmo cuando huía de Saúl, estando escondido en una cueva. David confiaba en que Dios era su único refugio. Al cantar esta alabanza, David declara su profunda confianza en el Señor, mientras era perseguido por sus más crueles enemigos. Concluye con alabanza y adoración a Dios por su misericordia y fidelidad.
Salmo 139: Omnipresencia y omnisciencia de Dios
Al músico principal. Salmo de David.
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.5 Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?8 Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.9 Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,10 Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo.19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;
Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;
Tus enemigos toman en vano tu nombre.21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,
Y me enardezco contra tus enemigos?22 Los aborrezco por completo;
Los tengo por enemigos.23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.
(Salmo 139:1-24)
Este salmo expresa con fuerza la soberanía y la sabiduría del Señor. David relata su gran admiración por la omnisciencia y omnipotencia de Dios, y cuán maravillosa es la excelencia de su conocimiento. También revela la relación personal e íntima de Dios con el salmista, que se remonta a antes de su nacimiento.
Salmo 133: La bienaventuranza del amor fraternal
Cántico gradual; de David.
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!2 Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;3 Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.
(Salmo 133:1-3)
Este breve poema ofrece una profunda reflexión que exalta la unidad y el amor del pueblo de Dios. Es uno de los 15 salmos de peregrinación, graduales o de ascensión (120-134). Estos salmos se cantaban durante el camino de los peregrinos hacia Jerusalén para adorar a Dios y celebrar alguna de las grandes fiestas. Estas celebraciones fortalecían los lazos entre los hijos de Dios, quienes adoraban juntos al Señor.
Salmo 143: Súplica de liberación y dirección
Salmo de David.
Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;
Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.2 Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma;
Ha postrado en tierra mi vida;
Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí;
Está desolado mi corazón.5 Me acordé de los días antiguos;
Meditaba en todas tus obras;
Reflexionaba en las obras de tus manos.6 Extendí mis manos a ti,
Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah7 Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;
No escondas de mí tu rostro,
No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.8 Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande,
Porque a ti he elevado mi alma.9 Líbrame de mis enemigos, oh Jehová;
En ti me refugio.10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;
Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.12 Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,
Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,
Porque yo soy tu siervo.
(Salmo 143:1-12)
Este salmo es el último de los llamados salmos de arrepentimiento o penitenciales (6, 32, 38, 51, 102, 130 y 143). Estas súplicas enfatizan el pecado humano, la necesidad del arrepentimiento y la gracia perdonadora de Dios. Aquí David, reconociendo que sus propios recursos se han agotado, recurre a la fidelidad de Dios, hallando ayuda y alivio en el amor del Señor.
Algunos salmos de David explicados detalladamente
- Salmo 23: significado y explicación (Dios te ama, te cuida y te protege)
- Salmo 27 explicado versículo por versículo (Dios es nuestro protector)
- Salmo 51 explicado: la oración de un pecador arrepentido
- Reflexión sobre el Salmo 139: Dios todo lo ve y todo lo sabe
- Salmo 144: su significado y para qué sirve
- Salmo 103: alabanza a Dios por sus bondades (explicación)