¿Quién creó a Dios? (reflexión bíblica)


Nadie creó a Dios, él ha existido desde siempre y será por siempre, jamás morirá. Dios es el Ser supremo y eterno que existe desde siempre y no fue creado por nadie, pues él es el Creador. Dios siempre ha sido y siempre será, no tiene principio ni tendrá fin.

Todo lo que vemos y conocemos en este mundo tuvo un comienzo y fue creado por alguien o por algo. Pero Dios es diferente. Él es único, no es una creación como nosotros: él es el Creador, el origen de todo lo que existe, incluyendo el tiempo y el espacio (Salmo 90:2). Si Dios hubiera sido creado, no sería Dios. Sería solo uno más dentro de la creación y su creador sería Dios.

Dios es eterno, siempre existió y ha estado siempre. Dios no tiene fecha de nacimiento ni jamás tendrá fecha de defunción, trasciende las limitaciones temporales que afectan a todo lo creado. No es fácil entender esto, porque intentamos analizar y comprender a Dios de acuerdo con nuestros parámetros humanos. Sin embargo, precisamente porque él es Dios, nunca podremos encasillarlo o entenderlo en su totalidad.

Dios existe fuera del tiempo y no tiene principio ni fin. Él es inmutable, no cambia con el paso del tiempo. Él es hoy, tal como ha sido siempre y será así por toda la eternidad. Dios es un ser trascendente y soberano que está más allá de nuestra comprensión finita.

Entendiendo la naturaleza eterna de Dios

Dios no nació ni surgió o salió de algo. Algunos piensan que Dios salió de la nada y ya, que vino del azar. Pero no fue así, ya que la nada nunca existió, siempre hubo Dios. El universo no fue creado de la nada, tuvo su origen en Dios y fue creado por él (Salmo 89:11). Absolutamente todo lo que existe, tiene su origen en Dios.

Dios ha existido por siempre, él es eterno, eso es lo que significa su nombre "YO SOY", el nombre con el que se dio a conocer ante Moisés. Por lo tanto, no hay ningún momento de la historia del universo en el que Dios no existiera. Él siempre fue, siempre es y siempre será Dios (Éxodo 3:14). Él creó el tiempo. Antes de que Dios los creara, el principio y el fin, los días, los meses y los años, no existían.

Es un concepto difícil de entender. Aquí en la tierra nunca llegaremos a entender la grandeza de Dios en su totalidad, somos como niños ante él. Un niño pequeño conoce a su padre como aquel que lo cuida, lo abraza, lo protege. No entiende que su padre sea ingeniero, maestro, gobernador, o agricultor. Solo sabe que es su papá, y que puede acudir a él con toda confianza. De la misma forma, nuestro conocimiento sobre Dios siempre será limitado aquí en la Tierra, siempre seremos como niños ante él.

Creación del mundo: la historia bíblica de cómo Dios lo creó

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