La historia del profeta Eliseo (sucesor de Elías)


Equipo de Bibliaon
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Eliseo fue uno de los grandes profetas de la Biblia, conocido por ser el sucesor de Elías. Escogido por Dios y preparado por su maestro, asumió el ministerio profético después de que Elías fue llevado al cielo. Eliseo quedó marcado por los muchos milagros que realizó como sanidades, multiplicaciones e incluso resurrecciones, además de su fe inquebrantable, valentía ante los desafíos y fidelidad al llamado divino.

El profeta Eliseo fue un hombre usado por Dios en el Antiguo Testamento de la Biblia. Vivió en Israel y es conocido por haber sido el sucesor del profeta Elías. La historia de Eliseo está registrada principalmente en el libro de 2 Reyes, desde el capítulo 2 hasta el 13.

Eliseo comenzó su labor como profeta cuando Elías, uno de los mayores profetas de la Biblia, lo encontró trabajando en el campo. Dios mandó a Elías a escoger a Eliseo para que fuera su ayudante y, más tarde, su sucesor. Eliseo siguió a Elías con fidelidad hasta el final. Cuando Elías fue llevado al cielo en un carro de fuego, Eliseo recibió doble porción del espíritu de Elías, es decir, más poder de Dios para continuar la obra.

Después del arrebatamiento de Elías, Eliseo pasó a realizar muchos milagros. Algunos de los más conocidos son: purificó aguas contaminadas, multiplicó el aceite de una viuda pobre, resucitó al hijo de una mujer sunamita, sanó a un comandante sirio llamado Naamán de la lepra, e hizo flotar el hierro de un hacha que había caído en el agua. Todos esos milagros mostraban el poder de Dios a través de su vida.

Representación del profeta Eliseo

Un hecho curioso es que la Biblia menciona que Eliseo era calvo. En 2 Reyes 2:23-24, algunos jóvenes se burlaron de él por eso, y terminaron castigados por faltar el respeto a un hombre de Dios.

Eliseo murió de una enfermedad, pero aun después de muerto, Dios usó sus huesos para realizar un último milagro: un hombre muerto fue arrojado en su tumba y, al tocar los huesos de Eliseo, volvió a la vida (2 Reyes 13:20-21).

El legado de Eliseo es de fe, obediencia y poder de Dios. Su vida mostró que Dios cuida de su pueblo y actúa incluso en tiempos difíciles. Su ejemplo nos enseña a confiar en Dios y a servir con fidelidad.

Acontecimientos notables de la vida de Eliseo

  • Llamado por Elías e inicio del ministerio: Mientras araba con doce yuntas de bueyes, Elías lanzó su manto sobre Eliseo, simbolizando el llamado (1 Reyes 19:19-20).
  • Ascensión de Elías y recepción de la doble porción de la unción: Eliseo fue testigo de Elías siendo llevado al cielo en un carro de fuego sobre el río Jordán. Al ver esto, pidió y recibió “doble porción” del espíritu de Elías. Entonces dividió las aguas del Jordán con el manto de Elías, confirmando la transferencia de autoridad profética (2 Reyes 2:9-14).
  • Purificación de las aguas de Jericó: Al inicio de su ministerio, sanó aguas contaminadas en Jericó, haciéndolas potables tras arrojar sal y orar (2 Reyes 2:19-22).
  • Jóvenes se burlan de Eliseo por ser calvo: Algunos jóvenes se burlaron de la calvicie de Eliseo, llamándolo “calvo”. Él los maldijo y dos osos salieron del bosque y los mataron (2 Reyes 2:23-24). Este episodio muestra la autoridad divina que poseía.
  • Intervención en la guerra contra Moab: Orientó a los reyes de Israel, Judá y Edom en el desierto, haciendo brotar agua donde no había. El ejército enemigo fue derrotado (2 Reyes 3).
  • Milagros de provisión para el pueblo: Multiplicó aceite para una viuda endeudada (2 Reyes 4:1-7), purificó un guiso envenenado y multiplicó panes para alimentar a cien hombres (2 Reyes 4:38-44). Lee más sobre el milagro del aceite de la viuda.
  • Nacimiento y resurrección del hijo de la sunamita: Profetizó el nacimiento del hijo de una mujer rica de Sunem y, después, resucitó al niño cuando este murió (2 Reyes 4:8-37). Lee la historia de la muerte y resurrección del hijo de la sunamita.
  • Sanidad de Naamán, el sirio: Sanó a Naamán, comandante de Siria, de la lepra, instruyéndolo a sumergirse siete veces en el río Jordán (2 Reyes 5:1-14). Aprende más sobre Naamán y su sanidad.
  • Milagro del hacha flotante: Un hacha cayó al río y se hundió. Eliseo arrojó un palo, haciendo que el hierro flotara, mostrando preocupación por las necesidades prácticas del pueblo (2 Reyes 6:1-7).
  • Salvación de Samaria durante el asedio: Cuando el ejército sirio rodeó Samaria, Eliseo abrió los ojos de su siervo para ver carros de fuego. Después, cegó al enemigo y, en un acto de misericordia, envió agua y comida al ejército en vez de matarlos (2 Reyes 6:8-23).
  • Profecía de abundancia en Samaria: Durante una gran hambruna, Eliseo profetizó que al día siguiente habría alimentos baratos disponibles. En efecto, el enemigo huyó, dejando provisiones y así se cumplió su palabra (2 Reyes 7).
  • Relación continua con los reyes de Israel: Eliseo actuó durante los reinados de seis reyes del reino del Norte, siendo consultado en asuntos políticos y espirituales.
  • Muerte y último milagro: Tras su muerte, aun en sus huesos, fue instrumento de un milagro. Un hombre muerto fue arrojado en la tumba de Eliseo y volvió a la vida al tener contacto con los huesos de Eliseo (2 Reyes 13:20-21).

Estudio bíblico sobre el profeta Eliseo

La transición entre Elías y Eliseo

Eliseo fue escogido por Dios para ser el sucesor del profeta Elías. La transición entre los dos sucedió de manera notable, según relata la Biblia en 1 Reyes 19 y 2 Reyes 2. Cuando Elías encontró a Eliseo, este estaba arando la tierra. Elías lanzó su manto sobre él, símbolo del llamado profético. Eliseo, entonces, lo dejó todo para seguir y servir a Elías.

Antes de ser llevado al cielo en un carro de fuego, Elías preguntó qué deseaba Eliseo. Él respondió: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí" (2 Reyes 2:9). Esto no significaba querer ser mayor, sino tener la misma unción para cumplir con valentía su misión. Dios atendió la petición, y Eliseo inició su ministerio realizando muchos milagros.

La transición muestra que el llamado de Dios implica obediencia, renuncia y fe. Eliseo aprendió sirviendo, fue fiel hasta el final y estaba preparado cuando llegó su hora.

La principal lección es que Dios siempre levanta nuevos líderes para continuar su obra. Eliseo nos enseña sobre humildad, compromiso y el poder que viene de Dios, no de nosotros. Cuando somos fieles en lo poco, Dios nos capacita para grandes cosas, así como hizo con Eliseo.

Cuánto tiempo anduvo Eliseo con Elías

La Biblia no informa exactamente cuánto tiempo anduvo Eliseo con Elías, pero se cree que fue cerca de 6 a 10 años. El llamado de Eliseo ocurrió en 1 Reyes 19:19, aún durante el reinado del rey Acab. Elías fue llevado al cielo en 2 Reyes 2.

Durante ese período, Eliseo sirvió a Elías como discípulo y ayudante, aprendiendo de él hasta convertirse en su sucesor. Aunque el tiempo exacto no se menciona, está claro que Eliseo tuvo suficiente preparación espiritual para asumir el ministerio profético con autoridad y fidelidad tras la partida de Elías.

La visión de Eliseo del ejército de ángeles

Encontramos la visión de Eliseo del ejército de ángeles en 2 Reyes 6:8-23. El rey de Siria estaba en guerra contra Israel y, repetidamente, sus planes se frustraban porque Eliseo, guiado por Dios, revelaba todo al rey de Israel. Enojado, el rey sirio mandó un gran ejército a rodear la ciudad de Dotán, donde estaba Eliseo.

A la mañana siguiente, el siervo de Eliseo vio el ejército enemigo rodeando la ciudad y se desesperó. Pero Eliseo, tranquilo, dijo: "No tengas miedo. Porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos" (2 Reyes 6:16).

Entonces, Eliseo oró para que Dios abriera los ojos de su siervo, y él vio el monte lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo, un ejército celestial.

Esta visión revela que Dios protege a sus siervos aun cuando todo parece perdido. Los ángeles estaban allí todo el tiempo, pero el siervo solo los vio cuando Dios le abrió los ojos espirituales.

No siempre vemos, pero Dios está actuando a nuestro favor. Cuando confiamos en él, no necesitamos temer, pues sus recursos son mayores que cualquier amenaza visible. La fe ve más allá de las circunstancias.

La muerte de Eliseo

La muerte de Eliseo se encuentra en 2 Reyes 13:14-21. La Biblia dice que Eliseo enfermó de la enfermedad de la cual murió. El rey de Israel, Joás, fue a visitarlo y lloró, diciendo: “¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!”, una expresión que muestra cuánto Eliseo era considerado protección y fuerza espiritual para la nación.

Aun enfermo, Eliseo profetizó la victoria de Israel sobre Siria. Pidió que el rey tomara un arco y flechas. Con la ayuda de Eliseo, Joás disparó una flecha, y el profeta declaró que esa era la “flecha de la victoria del Señor”. Después, Joás golpeó el suelo con las flechas tres veces, pero fue reprendido por Eliseo por no hacerlo más, pues eso limitaría sus victorias.

Eliseo murió y fue sepultado, pero incluso después de su muerte Dios lo usó para un último milagro. Tiempo después, un grupo de israelitas sepultaba a un hombre, cuando vieron una tropa enemiga acercándose. Con prisa, arrojaron el cuerpo en la tumba de Eliseo. Cuando el cadáver tocó los huesos del profeta, el hombre revivió y se levantó.

Ese milagro mostró que el poder de Dios continuaba actuando, incluso después de la muerte de su siervo.

Qué podemos aprender de la historia de Eliseo

Eliseo fue uno de los grandes profetas de la Biblia y su vida nos enseña muchas lecciones valiosas sobre fe, obediencia y servicio a Dios. Dios lo llamó mientras trabajaba en el campo y, sin dudar, Eliseo dejó todo para seguir a Elías. Esto nos muestra el valor de la disposición y prontitud para obedecer el llamado de Dios, aun cuando esto exige renuncia.

Durante su ministerio, Eliseo fue instrumento de milagros y sanidades, pero siempre señalando a Dios como la fuente del poder. Confiaba plenamente en el Señor, aun en situaciones difíciles, como cuando fue rodeado por un ejército y vio, con los ojos de la fe, que Dios lo protegía con ángeles alrededor.

Eliseo también demostró compasión al ayudar a viudas, familias necesitadas e incluso a extranjeros, como Naamán, el comandante sirio sanado de la lepra. Enseñó que el amor de Dios no tiene fronteras.

Otro aspecto destacado fue su fidelidad. Incluso después de la muerte de Elías, siguió firme en el propósito, sin buscar fama, solo sirviendo con dedicación. Y hasta después de su muerte, Dios realizó un milagro a través de él, mostrando que una vida consagrada deja un legado duradero.

Principales lecciones de la vida de Eliseo:

  • Obediencia al llamado de Dios
  • Fe aun frente a los desafíos
  • Confianza en el poder de Dios
  • Cuidado de los necesitados
  • Humildad en el ministerio
  • Perseverancia y fidelidad hasta el fin
  • Un legado que inspira, incluso después de la muerte

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