La frase "Muchos son los llamados y pocos los escogidos" (Mateo 22:14) resume una profunda verdad espiritual: Dios extiende su invitación de salvación a todos, pero solo algunos responden de forma genuina, con fe y transformación de vida. Esta frase concluye la parábola de la gran boda, donde Jesús ilustra cómo el reino de Dios es ofrecido generosamente, pero no todos están dispuestos a aceptarlo en sus términos.
Tal como los invitados a una boda pueden aceptar o rechazar la invitación, los llamados a seguir a Jesús pueden elegir si lo siguen o no. Sin embargo, los escogidos tienen el honor (y así lo entienden) de haber sido seleccionados para algo. Como escogidos, saben que tienen una responsabilidad de ser y comportarse de una manera específica.
¿Quiénes son los llamados y qué significa serlo?
En la parábola, los llamados eran los invitados. Ellos recibieron la invitación para ir a la boda del hijo del rey, pero muchos prefirieron rechazar la invitación.
De igual forma, Dios invita a todos a recibir su amor y su salvación por medio de Jesús. Esa invitación está abierta a todos y cada uno decide si la acepta o la rechaza. Los que la aceptan, pasan a disfrutar del banquete que Dios ha preparado para ellos. Un banquete que durará por la eternidad para todos los que han abierto su corazón al Señor.
¿Quiénes son los escogidos y por qué son pocos?
El hecho de que la parábola hable sobre los elegidos implica que algunos han sido elegidos de antemano para aceptar la invitación de Dios. Es un misterio: ellos lo eligen, pero en realidad ellos fueron elegidos para aceptar la invitación.
Los elegidos son privilegiados. Ellos han sido escogidos para aceptar la invitación y disfrutarán de las bodas. Ellos estarán con el Señor por toda la eternidad. Pero esa elección, además de ser un privilegio, trae algunas responsabilidades.
Los elegidos tienen la responsabilidad de prepararse para la boda. Es la boda del hijo del Rey, ¡no se puede ir de cualquier forma! Deben estar limpios, bien vestidos y comportarse de manera digna en esa fiesta tan importante.
De igual forma, los elegidos para ser salvos por medio de Jesús y pasar a ser hijos de Dios por la eternidad, deben permitir que Dios los transforme. Aceptar a Jesús como Señor y Salvador es el primer paso y el más importante. Ese es el paso que les concede las vestiduras perfectas para asistir a las bodas.
En el fin de los tiempos, a las bodas del Cordero mencionadas en Apocalipsis 19, solo entrarán los elegidos, los que lleven puesto el vestido correcto, los que fueron purificados por la sangre de Jesús, ya que eligieron aceptarlo como Salvador y Señor de sus vidas.
10 diferencias clave entre los llamados y los escogidos
Los llamados | Los escogidos | |
---|---|---|
1. Definición | Todos los que reciben la invitación de Dios. | Los que responden con fe genuina y compromiso. |
2. Alcance | Muchos (la invitación es universal). | Pocos (la respuesta sincera es menos común). |
3. Ejemplo en la parábola | Los invitados a la boda del hijo del rey. | Los que aceptaron y entraron preparados a la boda. |
4. Respuesta | Algunos aceptan, otros rechazan o se distraen. | Aceptan y valoran la invitación divina. |
5. Actitud | Indiferencia, excusas, prioridades mundanas. | Fe, humildad, disposición para el cambio. |
6. Resultado final | No todos entran al reino; algunos son excluidos. | Participan en el banquete eterno con Dios. |
7. Vestimenta espiritual | Algunos no llevan el vestido adecuado (Mateo 22:11). | Vestidos con la justicia de Cristo (Apocalipsis 19:8). |
8. Responsabilidad | Decidir si aceptan o no la invitación. | Vivir de forma digna del llamado recibido. |
9. Relación con Dios | Potencial de conocer a Dios si responden bien. | Relación profunda y eterna con el Señor. |
10. Transformación | No todos permiten que Dios los transforme. | Se dejan moldear por Dios y viven en santidad. |
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