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El devocional es una disciplina espiritual o práctica que se realiza a diario para fortalecer nuestra fe y mantener nuestra cercanía con Dios. Hacer el devocional cada día con disciplina y constancia, nos ayuda a mantenernos saludables espiritualmente y firmes en el Señor.
Tener el devocional cada día contribuye a aumentar la santidad para vivir una vida recta. Esto es así, porque constituye un contacto diario con la realidad espiritual y los principios bíblicos.
Existen varias maneras válidas de hacer un devocional. Te invitamos a probar nuestra sugerencia que incluye un tiempo de oración, la lectura de la Palabra y un tiempo de alabanza.
Paso 1: Reserva de 5 a 10 minutos para tu devocional
Intenta apartar de 5 a 10 minutos cada día para tu devocional. La mañana es un buen momento, ya que te prepara para los desafíos del día, pero escoge el tramo horario que te vaya mejor, conforme a tus responsabilidades diarias.
La práctica más común es hacer el devocional cada día. Sin embargo, lo más importante es hacerlo, aunque no lo consigas cada día de la semana. El devocional es alimento espiritual diario que te acerca a Dios y a su Palabra durante toda la semana.
Si lo deseas, puedes usar nuestro devocional diario como ayuda para empezar.
Paso 2: Haz una oración
Orar es hablar con Dios. Tal como conversas con las personas que amas para conocerlas mejor y fortalecer la relación, así mismo es beneficioso conversar con tu Padre celestial.
Entrégale a Dios el tiempo que vas a pasar con él y pídele que abra tu entendimiento y tus oídos espirituales. Recuerda que el devocional no es una rutina: es establecer contacto diario con Dios para que tu relación con él sea más fuerte. Sé intencional y acércate a Dios con todo tu ser.
Paso 3: Lee una porción bíblica
La Biblia es la Palabra de Dios, el registro escrito de lo que Dios ha dicho y hecho a lo largo de la historia de la redención. La Biblia nos ayuda a entender mejor a Dios, a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. En la Palabra de Dios encontramos las mejores y más grandes enseñanzas para la vida.
En tu devocional, puedes leer un pasaje corto cada día, meditar en él y recibir sabiduría. Intenta ser constante en tu lectura y seguir un orden, ya sea siguiendo los Salmos o un capítulo de un libro cada día. Con práctica diaria y constante, ¡quizás llegues a leer la Biblia completa!
- Si necesitas sugerencias de versículos para comenzar, mira estos 27 versículos para devocionales y dedica tiempo para estar a solas con Dios.
- O si tu deseo es leer toda la Biblia, mira nuestro Plan de lectura de la Biblia para el año 2025.
Paso 4: Medita en lo que has leído
No leas solo por leer o por cumplir con tu compromiso diario. Medita en lo que lees. Piensa en lo que te llamó más la atención de la porción bíblica leída. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué cosas resaltan del pasaje? ¿Qué te llama la atención?
- ¿Qué te dice ese texto sobre Dios?
- ¿Qué te dice sobre Jesús?
- ¿Qué te dice sobre ti mismo?
- ¿Cómo puedes poner en práctica algo de lo que has leído?
- ¿Cuál es la enseñanza, reprensión, corrección o instrucción que puedes poner en práctica en este día?
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:16-17).
Paso 5: Vuelve a orar
Lleva ante Dios en oración lo que has aprendido y pídele que te ayude a vivir conforme a lo que te indica su Palabra.
En este momento también puedes llevar ante Dios todo lo que está en tu corazón: tus peticiones, tus agradecimientos, lo que te preocupa y lo que anhelas. Con Dios puedes hablar de todo libremente, presentarte tal como eres, pues él te conoce profundamente. Llévale tus ruegos y peticiones con fe. Él te ama, te escucha y te responderá.
«Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?» (Mateo 7:11).
Paso 6: Alaba al Señor
Siempre hay himnos o cánticos que nos acercan a Dios, canciones con letras bíblicas que resumen todo lo que sentimos o experimentamos. Al final de tu tiempo de lectura y oración, puede ser inspirador escuchar algunas canciones de alabanza. Termina con un tiempo para alabar al Señor con todo tu corazón.
Alaba a Dios por quién es él y por lo que ha hecho en tu vida.
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