El primer amor es la expresión usada en Apocalipsis para describir la experiencia de comenzar un andar con Dios. Puede entenderse como la fase de mayor entrega, fervor y dedicación en la vida del creyente. Desafortunadamente, muchos cristianos, a pesar de perseverar, abandonan este amor. La Biblia nos exhorta a amar a Dios con el fervor del primer amor.
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
(Apocalipsis 2:4-5)
En la carta del apóstol Juan dirigida a la iglesia de Éfeso (Apocalipsis 2:4), hay una alerta sobre la realidad de la vida de la iglesia y sus acciones en el mundo. Necesitamos volver a Dios, arrepentirnos y volver a demostrar con nuestras acciones que amamos a Dios.
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
(Jeremías 2:1-2)
Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento,
(Filipenses 1:9)
Dios nos conoce personalmente y quiere que vivamos constantemente el fervor de nuestro primer amor, actuando por fe y revestidos de su amor en este mundo.
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:5)
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
(1 Juan 4:19)
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
(Salmo 42:1)
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
(Juan 15:10)
y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
(Mateo 24:12-13)
Permanezca el amor fraternal.
(Hebreos 13:1)
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
(1 Pedro 4:8)
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
(Juan 14:21)
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
(1 Juan 4:8)
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
(Colosenses 3:14)
Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
(Salmo 63:1)
Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
(1 Juan 5:3)
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
(Romanos 12:9)
Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
(1 Timoteo 1:5)
para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
(Efesios 3:17-19)
pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
(1 Juan 2:5-6)
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