19 versículos sobre volver al primer amor


El primer amor es la expresión usada en Apocalipsis para describir la experiencia de comenzar un andar con Dios. Puede entenderse como la fase de mayor entrega, fervor y dedicación en la vida del creyente. Desafortunadamente, muchos cristianos, a pesar de perseverar, abandonan este amor. La Biblia nos exhorta a amar a Dios con el fervor del primer amor.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
(Apocalipsis 2:4-5)

En la carta del apóstol Juan dirigida a la iglesia de Éfeso (Apocalipsis 2:4), hay una alerta sobre la realidad de la vida de la iglesia y sus acciones en el mundo. Necesitamos volver a Dios, arrepentirnos y volver a demostrar con nuestras acciones que amamos a Dios.

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
(Jeremías 2:1-2)

Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento,
(Filipenses 1:9)

Dios nos conoce personalmente y quiere que vivamos constantemente el fervor de nuestro primer amor, actuando por fe y revestidos de su amor en este mundo.

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. (Deuteronomio 6:5)

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:5)

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
(1 Juan 4:19)

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
(Salmo 42:1)

Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
(Juan 15:10)

y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
(Mateo 24:12-13)

Permanezca el amor fraternal.
(Hebreos 13:1)

Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
(1 Pedro 4:8)

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
(Juan 14:21)

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
(1 Juan 4:8)

Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
(Colosenses 3:14)

Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
(Salmo 63:1)

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
(1 Juan 5:3)

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
(Romanos 12:9)

Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
(1 Timoteo 1:5)

para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
(Efesios 3:17-19)

pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
(1 Juan 2:5-6)

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