Las modas y los estilos cambian, pero la Biblia nos da dos principios claros sobre la vestimenta de la mujer: debe ser decente y modesta. La mujer cristiana llevará ropa apropiada para la sociedad en la que vive, mostrando respeto hacia Dios, hacia el cuerpo de la mujer y hacia las demás personas. Una mujer que ama a Dios busca vivir en santidad y eso se reflejará en la elección de su ropa.
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con modestia y prudencia; no con peinados ostentosos ni oro ni perlas ni vestidos costosos sino más bien con buenas obras, como conviene a mujeres que profesan reverencia a Dios.
(1 Timoteo 2:9-10)
Su adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro ni en vestir ropa lujosa; sino que sea la persona interior del corazón en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
(1 Pedro 3:3-4)
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
(Deuteronomio 22:5)
Engañosa es la gracia y vana es la hermosura;
la mujer que teme al SEÑOR, ella será alabada.
(Proverbios 31:30)
No teme por su familia a causa de la nieve
porque toda su familia está vestida de ropa doble.
Tapices hace para sí, y se viste de lino fino y púrpura.
Es conocido su marido en las puertas de la ciudad,
cuando se sienta con los ancianos del país.
Telas hace y las vende; entrega cintas al mercader.
Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo porvenir.
(Proverbios 31:21-25)
Zarcillo de oro en el hocico de un cerdo
es la mujer hermosa que carece de discreción.
(Proverbios 11:22)
Luego el SEÑOR Dios hizo vestidos de piel para Adán y para su mujer, y los vistió.
(Génesis 3:21)
¿Por qué se afanan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo crecen. Ellos no trabajan ni hilan; pero les digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba del campo, que hoy está y mañana es echada en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?
(Mateo 6:28-30)
Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
(Romanos 14:9-12)
Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros; más bien, determinen no poner tropiezo u obstáculo al hermano.
(Romanos 14:13)
Lee también: