La división de la iglesia sucede cuando los cristianos discuten o tienen desacuerdos que los llevan a la separación. Esto puede suceder por diferencias de opinión en cuanto al liderazgo o las enseñanzas. Cuando una iglesia se divide, se debilita y pierde propósito. La Biblia nos enseña a vivir en unidad y a resolver los conflictos con amor.
Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
(Tito 3:10-11)
Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
(Proverbios 6:16-19)
Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
(Mateo 12:25)
Y os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos que desdicen de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
(Romanos 16:17)
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
(Efesios 4:3)
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
(1 Corintios 3:3-4)
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.
(1 Corintios 1:10)
completad mi gozo, siendo de un mismo sentir, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Nada hagáis por rivalidad o por vanagloria; antes bien en humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo;
(Filipenses 2:2-3)
Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
(2 Timoteo 2:23-24)
Dios quiere que su pueblo viva en unión, mostrando al mundo el amor y la paz que Jesús enseñó. Por eso es tan importante que los cristianos sigan las enseñanzas de la Biblia y practiquen el perdón, la reconciliación y la unidad entre los hermanos.
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