El alma es uno de los tres elementos que constituyen el ser humano, junto con el cuerpo y el espíritu. El alma permanece después de la muerte física y es equivalente a la personalidad y los sentimientos de una persona. Uno de los mandamientos que dejó Jesús es amar a Dios con toda el alma, corazón y entendimiento. Toda alma necesita salvación y Jesús es el único que tiene el poder para salvarlas.
Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre.
(Salmo 103:1)
No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
(Mateo 10:28)
Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
(Deuteronomio 4:29)
Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, sedienta y sin agua.
(Salmo 63:1)
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
(Mateo 16:26)
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
(Génesis 2:7)
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
(Mateo 22:37)
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
(Apocalipsis 6:9)
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
(1 Tesalonicenses 5:23)
¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he de alabar.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
(Salmo 42:11)
En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación.
(Salmo 62:1)
Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
(Jeremías 6:16)
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
(3 Juan 1:2)
Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.
(Salmo 130:5)
Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.
(Josué 22:5)
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