22 versículos sobre dar buen testimonio


En la Biblia se nos exhorta a dar buen testimonio tanto con nuestras acciones como con nuestras palabras. Cuando vivimos conforme a la palabra de Dios, damos un buen testimonio de lo que significa amar a Cristo y ser su seguidor. Y cuando hablamos de nuestra experiencia con Cristo, estamos testificando sobre su favor en nuestras vidas.

Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
(Marcos 5:19)

El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios lo ha hecho mentiroso porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
(1 Juan 5:10)

Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
(Mateo 5:16)

Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.
(Hechos 1:8)

Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra. (Hechos 1:8)

Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.
(Juan 8:14)

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.
(1 Juan 5:11)

Tengan una conducta ejemplar entre los gentiles, para que en lo que ellos los calumnian como a malhechores, al ver las buenas obras de ustedes, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.
(1 Pedro 2:12)

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
(Colosenses 3:23)

Solamente procuren que su conducta como ciudadanos sea digna del evangelio de Cristo, de manera que, sea que yo vaya a verlos o que esté ausente, oiga acerca de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y unánimes por la fe del evangelio, y no siendo intimidados de ninguna manera por los adversarios. Para ellos esta fe es indicio de perdición, pero para ustedes es indicio de salvación; y esto procede de Dios. Porque se les ha concedido a ustedes, a causa de Cristo, no solamente el privilegio de creer en él sino también el de sufrir por su causa. Así tendrán el mismo conflicto que han visto y que ahora oyen que sigue en mí.
(Filipenses 1:27-30)

Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo les enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.
(Juan 15:26)

Además, ustedes también testificarán porque han estado conmigo desde el principio.
(Juan 15:27)

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios.
(2 Timoteo 1:8)

Y ellos lo han vencido por causa de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, porque no amaron sus vidas hasta la muerte.
(Apocalipsis 12:11)

Hablaré de tus testimonios delante de los reyes
y no quedaré avergonzado.
(Salmo 119:46)

(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
(1 Juan 1:2-3)

Así el testimonio de Cristo ha sido confirmado entre ustedes
(1 Corintios 1:6)

quien ha dado testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, de todo lo que ha visto.
(Apocalipsis 1:2)

¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Este es Jesucristo, el que vino por agua y sangre; no por agua solamente sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan en uno.
(1 Juan 5:5-8)

Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
(Juan 18:37)

Él nos ha mandado a predicar al pueblo y a testificar que él es el que Dios ha puesto como Juez de los vivos y de los muertos.
(Hechos 10:42)

A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: “Sé valiente, Pablo, pues así como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”.
(Hechos 23:11)

Sean ustedes imitadores de mí; así como yo lo soy de Cristo.
Los alabo porque en todo se acuerdan de mí y retienen las enseñanzas transmitidas tal como yo se las entregué.
(1 Corintios 11:1-2)

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