13 versículos sobre ser luz en medio de las tinieblas (luz y tinieblas no se juntan)


La luz y las tinieblas no van juntas. La mera presencia de la luz más tenue disipa la oscuridad, pues las tinieblas no pueden resistir el poder de la luz. Frente a la maravillosa luz de Cristo, toda tiniebla es aniquilada y podemos andar en justicia. Quienes aceptan a Cristo andan en la luz y comienzan a reflejarla. ¡Lleva la luz de Cristo a tu entorno, brilla para la gloria de Dios y vence la oscuridad!

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
(Juan 8:12)

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
(Juan 1:5)

Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
(Juan 12:35)

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2:9)

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
(1 Pedro 2:9)

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad!
(Mateo 6:22-23)

En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz.
(Efesios 5:8)

Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
(Juan 12:46)

No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas?
(2 Corintios 6:14)

Así que no juzguen ustedes nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual sacará a la luz lo que esté escondido y pondrá al descubierto las intenciones de los corazones. Entonces Dios le dará a cada uno la alabanza que merezca.
(1 Corintios 4:5)

Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
(Juan 3:19)

Sin embargo, les escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en ustedes, porque las tinieblas se van desvaneciendo, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
(1 Juan 2:8-11)

Si decimos que tenemos comunión con él, y vivimos en tinieblas, estamos mintiendo y no practicamos la verdad.
(1 Juan 1:6)

La noche ha avanzado, y se acerca el día. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz.
(Romanos 13:12)

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