En medio de las preocupaciones de la vida, los problemas, el sufrimiento y la confusión, podemos sentir que perdemos la paz. Pero en Jesús, podemos encontrar una paz que perdura ante todo. Quienes aman a Jesús pueden experimentar una paz especial, incluso en medio de las tormentas que la vida les traiga.
1. ¡Confía en Dios!

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.
(Isaías 26:3)
Quienes confían en Dios encuentran paz. Dios tiene el control de todo, así que podemos dejar nuestras ansiedades a sus pies.
2. Obedece a Dios y vive lleno de paz
Mucha paz tienen los que aman tu ley,y no hay para ellos tropiezo.
(Salmo 119:165)
El pecado nos quita la paz, pero la obediencia la restaura. Los mandamientos de Dios fueron creados para nuestro bien, para liberarnos de mucho sufrimiento. El amor y la dedicación a Dios traen gran paz a nuestras vidas.
3. Entrégale tu ansiedad a Dios

No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
En momentos de tormenta, cuando sentimos ansiedad, siempre podemos orar a Dios. La oración nos tranquiliza y nos ayuda a recordar que Dios tiene el control. Él cuidará nuestra mente y nos dará la paz que necesitamos.
4. Recibe la paz y esperanza que Dios te quiere dar

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
(Romanos 15:13)
¡Dios quiere llenarte de paz! Es más, cuando tenemos paz, también encontramos esperanza. Con la paz de Jesús, podemos afrontar mejor las dificultades, confiando en que él nos dará la victoria.
5. Dios quiere darte una bendición especial
El SEÑOR te bendiga y te guarde.
El SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia.
El SEÑOR levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz’.
(Números 6:24-26)
Esta fue una bendición que los sacerdotes dieron al pueblo de Israel. La paz es algo que podemos recibir de Dios y algo que también debemos desear para los demás. La paz que Dios nos da es una que restaura y edifica, una que nos fortalece y nos ayuda a seguir adelante con confianza.
6. Recibe la paz que vence el miedo
La paz les dejo, mi paz les doy. No como el mundo la da yo se la doy a ustedes. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
(Juan 14:27)
La paz que el mundo ofrece es temporal e incompleta. ¡Pero la paz de Jesús es perfecta! Nos ayuda a superar el miedo y a vivir con valentía para Dios.
7. Encuentra descanso en Dios
En paz me acostaré y dormiré; porque solo tú, oh SEÑOR,
me haces vivir seguro.
(Salmo 4:8)
La preocupación y el miedo a menudo nos quitan el sueño. Pero cuando recordamos que Dios nos cuida, podemos dormir tranquilos.
8. ¡Ánimo! Jesús te concede paz

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
(Juan 16:33)
Es cierto que no sabemos lo que nos depara el futuro. Pero sabemos con quién estamos, y con él estaremos seguros para siempre. Puedes confiar en la Palabra de Jesucristo. Te traerá paz y consuelo en medio de las aflicciones. ¡Ánimo! Jesús lo ha vencido todo, y por la fe nosotros también lo venceremos.
9. No te angusties
No se turbe el corazón de ustedes. Creen en Dios; crean también en mí.
(Juan 14:1)
¿Cuál es tu actitud ante una crisis? ¿Desánimo, pánico, tristeza? ¡La respuesta correcta debe ser la fe! ¡Cree en el Señor con todo tu corazón! La gracia del Señor es suficiente y te sostiene en medio de temores y amenazas.
10. No hay nada imposible para Dios
Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
(Lucas 1:37)
Aunque el mal venga contra ti o tu familia, recuerda que Dios tiene todo el poder en el cielo y en la tierra. ¡Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos! Clama por misericordia, sanidad y, sobre todo, salvación eterna. Pídele a Dios que intervenga, haga milagros y cambie la situación.
11. Recibe lo mejor de Dios y en abundancia
Misericordia, paz y amor les sean multiplicados.
(Judas 1:2)
Entiende que el miedo, la indiferencia y la falta de amor esconden enfermedades internas, que solo pueden ser sanadas teniendo a Jesús en tu corazón. Quienes son llamados y amados por Dios también son guardados por Jesucristo. Con él, pueden disfrutar de la verdadera paz, superior a todo en esta vida...
12. ¡Vive en paz, Jesús está contigo!
En cuanto a lo demás, hermanos, regocíjense. Sean maduros; sean confortados; sean de un mismo sentir. Vivan en paz, y el Dios de paz y de amor estará con ustedes.
(2 Corintios 13:11)
Decide confiar en Dios con todo tu corazón. Busca siempre ayuda y esperanza en la Santa Biblia. Fortalece tu corazón con la paz que viene del Señor y lograrás enfrentar cada tormenta de la vida con firmeza, seguro en los brazos de tu Dios.
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