30 versículos para bendecir amigos


La amistad es una relación muy bonita e importante. Hoy día, a muchas personas les toca vivir lejos de su familia por cuestiones de trabajo o por otras circunstancias especiales. Es por esa razón que los amigos se convierten muchas veces en aquellos con los que compartimos nuestro día a día, nuestras alegrías y tristezas.

Aquí encontrarás algunos versículos bíblicos que puedes usar para mostrar tu aprecio y gratitud a esos amigos especiales que Dios ha puesto en tu vida.

Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones, porque tengo noticias de tu amor y tu fidelidad hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes.
(Filemón 1:4-5)

Hermano, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has reconfortado el corazón de los santos.
(Filemón 1:7)

El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo.
(Proverbios 27:9)

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
(Eclesiastés 4:9-10)

Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los santos, no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.
(Efesios 1:15-16)

Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja. Que te envíe ayuda desde el santuario; que desde Sión te dé su apoyo. Que se acuerde de todas tus ofrendas; que acepte tus holocaustos. Selah
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.
(Salmo 20:1-4)

Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría.
(Filipenses 1:3-4)

Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones.
(1 Tesalonicenses 1:2)

El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.
(Números 6:24-26)

Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.
(Proverbios 18:24)

En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe. Dios, a quien sirvo de corazón predicando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que los recuerdo a ustedes sin cesar.
(Romanos 1:8-9)

El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.
(Proverbios 13:20)

Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto. Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa.
(Proverbios 27:5-6)

¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él?
(1 Tesalonicenses 3:9)

La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.
(Proverbios 12:25)

El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
(Proverbios 17:9)

El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre.
(Proverbios 27:17)

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón que va descendiendo sobre los montes de Sión. Donde se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna.
(Salmo 133)

En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.
(Proverbios 17:17)

El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
(Romanos 12:9-10)

Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.
(Filipenses 2:4)

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
(Gálatas 6:2)

Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
(1 Tesalonicenses 5:11)

Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.
(1 Pedro 4:10)

Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
(Juan 15:12-13)

Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia.
(1 Corintios 1:4)

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