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La preparación espiritual debe ser una meta diaria del cristiano. Somos llamados a vivir guiados por el Espíritu de Dios, pareciéndonos cada día más a Jesús en nuestras actitudes, palabras y emociones. Los retiros son buenos momentos de preparación para enfrentar los muchos desafíos de la vida y las trampas del enemigo con el poder del Señor.
Ponte la armadura de Dios
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
(Efesios 6:11-13)
¡Prepárate! Vístete con la armadura que Dios ha preparado para ti y sal a vencer.
Cubre tu vida con la verdad, justicia y paz de las buenas nuevas
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
(Efesios 6:14-15)
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
(Efesios 4:14-15)
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!
(Isaías 52:7)
Protege tu mente con el casco de la salvación
Tomen también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
(Efesios 6:17)
Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación.
(1 Tesalonicenses 5:8)
No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
(Romanos 12:2)
Ocupen la mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra;
(Colosenses 3:2)
Siendo, pues, que ustedes han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba donde Cristo está sentado a la diestra de Dios.
(Colosenses 3:1)
Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
(Romanos 12:3)
Llénate de una fe invencible
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
(Hebreos 11:6)
Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro.
(Santiago 1:6)
Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno.
(Efesios 6:16)
Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
(Lucas 18:27)
Con la fe, podrás protegerte de las flechas del maligno. Mantente alerta y no pierdas la fe durante las circunstancias difíciles.
Ármate con la espada del Espíritu, la Palabra de Dios
No apaguen el Espíritu.
(1 Tesalonicenses 5:19)
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.
(2 Timoteo 3:16-17)
Tomen también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
(Efesios 6:17)
Prepárate con la Santa Biblia. Las Sagradas Escrituras son la mayor fuente de enseñanza y preparación espiritual para los creyentes. A través de ellas se nos instruye a vivir una vida justa y recta ante Dios y la humanidad. La Biblia es nuestra arma de defensa y ataque contra el mal. Crece en conocimiento: estudia, medita y llénate diariamente de la Palabra de Dios.
Una vida de oración constante
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que les persiguen;
(Mateo 5:44)
Oren sin cesar. Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
(1 Tesalonicenses 5:17-18)
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
(Efesios 6:18)
Por eso orará a ti todo fiel en el tiempo en que puedas ser hallado. Ciertamente en la inundación las caudalosas aguas no llegarán a él.
(Salmo 32:6)
Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre,venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.
(Mateo 6:9-13)
Busca la santificación
Procuren la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.
(Hebreos 12:14)
elegidos conforme al previo conocimiento de Dios Padre por la santificación del Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Gracia y paz les sean multiplicadas.
(1 Pedro 1:2)
Es en esa voluntad que somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
(Hebreos 10:10)
Pues tanto el que santifica como los que son santificados, todos provienen de uno. Por esta razón, él no se avergüenza de llamarlos hermanos
(Hebreos 2:11)
Y esto eran algunos de ustedes, pero ya han sido lavados, pero ya son santificados, pero ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
(1 Corintios 6:11)
Vivir una vida de santidad significa vivir apartado del mal. Significa vivir separado para Dios y sus propósitos. Esta recomendación bíblica nos guía a esforzarnos por vivir en paz y santidad. Estas no son tareas fáciles en nuestra vida diaria, cuando estamos constantemente bombardeados por todos lados. Pero no hay otra manera: sin ellas, no tendremos comunión con Dios.
Comparte tus dones espirituales
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
(1 Corintios 12:4-7)
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
(1 Corintios 14:12)
Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
(Romanos 14:19)
Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
(Romanos 1:11-12)
El apóstol Pablo anhelaba compartir algún don espiritual con sus hermanos. Esto servía para animarse mutuamente. Prepárate espiritualmente para la edificación, no solo por tu propio bien, sino también para la edificación de quienes te rodean.
Prepárate para ser aprobado por Dios
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
(2 Timoteo 2:15)
No necesitas la aprobación humana para sentirte especial. Dependes única y exclusivamente de la aprobación de Dios para vivir una vida plena. Esfuérzate por recibir la aprobación del Señor en todo lo que hagas; así no tendrás de qué avergonzarte. Prepárate para usar bien y enseñar la Palabra de Cristo.
Sé íntegro
Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
(1 Tesalonicenses 5:21-24)
Una vez más, la Biblia nos guía a tener una actitud activa ante la vida. Es decir, a ser íntegros en nuestra vida externa y espiritual. No podemos dividirnos en seres espirituales cuando estamos en el ambiente de la iglesia y carnales al estar con el resto del mundo. Necesitamos estar preparados y ser irreprensibles.
Tu vida con Dios debe ser parte de quién eres y de todo lo que haces, en todo momento, todos los días de la semana.
Mantente vigilante
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
(1 Pedro 5:8)
Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
(Lucas 12:40)
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