La historia del paralítico de Betesda (texto bíblico y explicación)


Equipo de Bibliaon
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La curación del paralítico en el estanque de Betesda, narrada en Juan 5, muestra el poder y la compasión de Jesús. Un hombre enfermo desde hacía 38 años esperaba ser sanado, pero nunca lograba entrar al agua a tiempo. Sin embargo, cuando Jesús se le acercó, recibió sanidad al instante, sin necesidad del estanque.

Jesús le ordenó que se levantara y caminara. El paralítico comenzó a andar, pero como era sábado, los líderes religiosos criticaron el milagro. La historia de esta sanación enseña sobre la fe, la misericordia y el amor de Dios por encima de las reglas humanas.

Jesús sana al paralítico en Betesda (texto bíblico)

Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.

2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. 11 Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. 12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. 15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
(Juan 5:1-15)

Explicación de la historia de la sanación del paralítico en el estanque de Betesda

Junto al estanque de Betesda, donde el agua agitada tenía propiedades curativas, un hombre paralítico esperaba desde hacía muchos años una oportunidad para ser sanado. Jesús, al percibir su condición y conocer su largo sufrimiento, le preguntó si deseaba ser sanado. El paralítico expresó sus dificultades para llegar a tiempo al agua.

Ignorando las prácticas tradicionales, Jesús ordenó al hombre que se levantara y que tomara su camilla. De inmediato, el paralítico fue sanado. Este acto ocurrió en sábado, provocando la indignación de los líderes religiosos, quienes critican a Jesús por quebrantar las tradiciones del sábado.

La sanación del paralítico reveló el poder de Jesús sobre la enfermedad y su compasión por los que sufren. También generó controversias, destacando las tensiones entre Jesús y las autoridades religiosas judías. Este pasaje enfatiza la importancia de la fe, la misericordia y la autoridad de Jesús como el Hijo de Dios.

Estudio bíblico sobre el estanque de Betesda

Cómo era el estanque de Betesda

La Biblia describe que el estanque tenía cinco pórticos o entradas (Juan 5:2), donde se reunían muchas personas enfermas, como ciegos, cojos y paralíticos, esperando que se movieran las aguas. El estanque de Betesda estaba en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas.

Excavaciones en Jerusalén identificaron el lugar del estanque de Betesda, revelando dos grandes piscinas con escalones y divisiones que posiblemente corresponden a las descripciones bíblicas. El relato bíblico destaca que Jesús sanó a un paralítico en ese estanque, sin necesidad del agua, mostrando que la verdadera sanidad viene de la fe en Dios y no de las tradiciones.

¿Quién era el ángel del estanque de Betesda?

La Biblia menciona que, en el estanque de Betesda, un ángel descendía y agitaba las aguas, y el primero que entraba era sanado (Juan 5:4). Sin embargo, la identidad de este ángel no se revela en la Biblia.

Algunas interpretaciones sugieren que este ángel podría haber sido un mensajero de Dios enviado para realizar sanidades, como leemos en otros relatos bíblicos (Salmo 103:20, Hebreos 1:14). Otros estudiosos argumentan que esta creencia podría haber sido una tradición judía de la época, ya que algunas traducciones modernas omiten Juan 5:4 por no estar presente en los manuscritos más antiguos.

Lo más importante del relato es que Jesús demostró que la verdadera sanidad proviene de él, no de la creencia en el estanque o en la acción del ángel. Sanó al paralítico directamente, sin necesidad de las aguas, mostrando que la misericordia de Dios está por encima de la tradición.

¿Cuál es el significado del estanque de Betesda?

El significado de “Betesda” en arameo es “casa de misericordia”. El estanque de Betesda, ubicado en Jerusalén, era conocido por sus propiedades curativas. Muchos enfermos, incluyendo ciegos, cojos y paralíticos, esperaban allí un milagro, pues se creía que, cuando el ángel agitaba las aguas, el primero en entrar a las aguas era sanado.

Este estanque representa la búsqueda humana de alivio y solución al sufrimiento, muchas veces basada en tradiciones, mitos o creencias limitadas. La sanación del paralítico por parte de Jesús va más allá de lo físico.

Esto revela que el poder de Dios no depende de tradiciones. Además, la sanación en sábado confronta a los líderes religiosos, destacando que la misericordia de Dios es mayor que las reglas formales. Jesús también enseña sobre la importancia de la santificación, al decir: “no peques más” (Juan 5:14), mostrando que la transformación interior es esencial.

5 lecciones del estanque de Betesda

1. El corazón compasivo de Jesús: En la sanación del paralítico en Betesda, aprendemos primeramente sobre la compasión de Jesús al notar el sufrimiento del hombre paralítico. Esto destaca el cuidado y la disposición de Jesús para aliviar el sufrimiento de quienes claman por ayuda.

2. Jesús desafió a la religiosidad. Al realizar la sanación en sábado, Jesús desafió las normas religiosas establecidas. Esto nos enseña que la misericordia y el amor de Dios muchas veces trascienden las tradiciones.

3. El papel transformador de la fe. La fe del paralítico es fundamental para su sanación. Jesús destaca la importancia de la fe como un elemento esencial para la acción de Dios. Esta lección nos lleva a reflexionar sobre cómo la fe, incluso en medio de las dificultades, puede ser la clave para experimentar milagros y transformación en nuestras vidas.

4. Jesús es la verdadera fuente de sanidad. El estanque de Betesda simbolizaba la esperanza de sanidad, pero el paralítico nunca logró entrar en él. Sin embargo, Jesús lo sanó instantáneamente, sin depender de las aguas. Esto enseña que la solución a nuestras dificultades no está en métodos humanos, sino en la confianza en Dios.

5. La necesidad de la transformación espiritual. Después de sanarlo, Jesús le advirtió: "Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor". Esto muestra que no basta con la sanación física; es esencial buscar una vida de rectitud y comunión con Dios.

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