Mi pueblo perece por falta de conocimiento (estudio bíblico de Oseas 4:6)


Equipo de Bibliaon
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La expresión «mi pueblo perece por falta de conocimiento» se encuentra en algunas traducciones del versículo de Oseas 4:6 del Antiguo Testamento. En ese versículo, Dios reprende al pueblo de Israel por boca del profeta Oseas.

Mi pueblo perece por falta de conocimiento;
y como tú rechazaste el conocimiento,
yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio;
por haber olvidado la ley de tu Dios,
también yo me olvidaré de tus hijos.
(Oseas 4:6, traducción La Palabra, versión de España)

Mi pueblo perece por falta de conocimiento; y como tú rechazaste el conocimiento, yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (Oseas 4:6)

En este versículo de Oseas, «la falta de conocimiento» se vincula con el desprecio del pueblo de Israel por las cosas de Dios. El pueblo dejó de buscar a Dios e introdujo prácticas de idolatría a dioses paganos.

Como indica el pasaje de Oseas 4, esto no era solo un problema del pueblo. El propio rey rechazó al Señor e incluso los sacerdotes, que debían guiar a la nación al conocimiento de Dios, se corrompieron.

La falta de conocimiento fue una consecuencia del rechazo del pueblo a los caminos del Señor. En aquel tiempo, Dios era accesible a través de sus líderes y sacerdotes, pero incluso ellos se apartaron de Dios.

La falta de comprensión conduce a la ignorancia. El endurecimiento de nuestro corazón —cuando rechazamos el conocimiento de Dios— nos trae aún más sufrimiento. Tal como está profetizado en Oseas 4:6, cuanto más nos alejamos de Dios, más sujetos estamos a la destrucción.

teniendo el entendimiento entenebrecido, alejados de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, debido a la dureza de su corazón.
(Efesios 4:18)

Una de las consecuencias de la falta de conocimiento es el engaño. Esto también se puede ver en el Nuevo Testamento, en Mateo capítulo 22, cuando los fariseos y los saduceos discutieron con Jesús sobre las Escrituras.

Entonces respondió Jesús y les dijo: Están equivocados porque no conocen las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios;
(Mateo 22:29)

Las preguntas de los religiosos eran un reflejo de su engaño, ya que no reconocían a Cristo ni su Palabra. La dureza de sus corazones les impidió reconocer a Jesús como el Hijo de Dios.

Conociendo a Dios

Buscar a Dios nos permite conocerlo un poco más. Él ya se ha revelado en su Palabra. A nosotros, como verdaderos adoradores, nos corresponde buscarlo en espíritu y en verdad (Juan 4:23). Dios es la fuente de toda sabiduría, pídele y te será dada:

Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios —quien da a todos con liberalidad y sin reprochar— y le será dada.
(Santiago 1:5)

Conocer a Dios es crecer en el amor de Cristo. Cuanto más le conocemos, más le amamos, porque llegamos a comprender lo que él ya ha hecho por nosotros. El amor en nosotros es señal de que estamos en el camino del Señor:

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
(1 Juan 4:16)

Conoce verdaderamente a Dios y búscalo a través de la Santa Biblia. ¡Conocerás la verdad y la verdad te hará libre!

Acércate a Dios y conócelo mejor al leer:

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El Equipo Editorial de Bibliaon está compuesto por cristianos maduros, con varios años de experiencia en la enseñanza de la Biblia y la escritura, y un compromiso genuino con Jesús y la Palabra de Dios.