Ebenezer: hasta aquí nos ayudó el Señor (explicación de 1 Samuel 7:12)


Marcelo Teixeira Mallet
Marcelo Teixeira Mallet
Pastor Bautista

Puede que en algún momento te hayas preguntado sobre el significado bíblico de la palabra o nombre Ebenezer. En hebreo, Ebenezer significa "piedra de ayuda".

Ebenezer fue el nombre que el profeta Samuel dio a un monumento de piedra que erigió. Él tuvo una muy buena razón para hacerlo: ese fue el lugar donde Dios los ayudó para que lograran derrotar a los enemigos de Israel.

Encontramos la palabra Eben-ezer (como aparece en algunas versiones) en solo 3 versículos de la Biblia, todos en el libro de 1 Samuel. El primer versículo habla precisamente del momento en que Samuel erigió una piedra conmemorativa y la llamó Eben-ezer. Entonces el profeta dijo: "¡Hasta aquí nos ayudó el SEÑOR!":

Luego Samuel tomó una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, diciendo: ¡Hasta aquí nos ayudó el SEÑOR!
(1 Samuel 7:12)

Los otros dos versículos en los que aparece (1 Samuel 5:1 y 1 Samuel 4:1) solo citan un lugar que llevaba ese nombre, Eben-ezer.

La razón por la cual llamó al lugar Ebenezer

Cuando necesitas confiar en Dios sin poder ver el plan que él tiene para ti, ¿dónde encuentras el valor para dar el paso de la fe? ¿Cómo puedes estar seguro de que el Señor tiene el control? La Biblia muestra que la solución es recordar todo lo que Dios ya ha hecho.

Samuel fue un profeta con una misión muy difícil: liderar al pueblo de Israel, que estaba desanimado y asustado tras una derrota humillante ante los filisteos. Durante la batalla, los israelitas incluso tomaron el Arca de la alianza creyendo que Dios les garantizaría la victoria. Pero la lucha acabó en una masacre y el Arca acabó capturada por los enemigos. ¡Se habían llevado el símbolo de la presencia del Señor en Israel!

En posesión del Arca de la alianza, los filisteos comenzaron a ser atormentados con muchas plagas. Por lo tanto, decidieron devolver el Arca al pueblo de Israel. Incluso recuperando este símbolo sagrado, los israelitas todavía tenían sus dudas. ¿Estaba realmente el Señor del lado de ellos? ¿Podían confiar en su Dios o era mejor adorar a otros dioses paganos?

Cuando los filisteos atacaron nuevamente, el pueblo de Israel tuvo miedo. Pero, bajo la dirección de Samuel, los israelitas decidieron poner toda su confianza en el Señor, abandonando la idolatría. Aunque tenían miedo, buscaron la ayuda de Dios. Samuel clamó al Señor, quien ahuyentó al ejército enemigo con estruendosos truenos.

La victoria fue completa: después de la huida de los filisteos, los israelitas recuperaron el territorio ocupado por el enemigo y no perdieron más batallas durante la vida de Samuel.

Fue para celebrar este gran logro que Samuel erigió una piedra y la llamó Ebenezer, que significa “piedra de ayuda”. Serviría como memorial del día en que el Señor derrotó a los enemigos de Israel. Cualquiera que pasara por allí, recordaría el poder y la fidelidad de Dios para con su pueblo.

Dios es nuestra piedra de ayuda

Los israelitas estaban desmoralizados y no tenían ninguna posibilidad de ganar la batalla contra los filisteos. El enemigo ya había demostrado ser más fuerte. Pero la victoria no dependió de la fuerza. Su victoria estuvo basada en la “piedra de ayuda”: Dios.

Recuerda: el Señor es nuestra piedra de ayuda. Cuando somos débiles, él es fuerte y tiene el poder para hacer lo imposible. Nada es demasiado difícil para Dios.

La historia de Samuel, como muchas otras en la Biblia, es un ejemplo de cómo Dios cuida de su pueblo. Dios siempre ha sido fiel y ha ayudado a quienes han decidido confiar en él de todo corazón. Por lo tanto, acude a Dios con confianza cuando necesites ayuda.

Hasta aquí nos ayudó el SEÑOR

Sí, hasta aquí nos ha ayudado el Señor, él nos ha sostenido hasta ahora, y podemos confiar en que continuará ayudándonos y sosteniéndonos. Samuel erigió la piedra conmemorativa de Ebenezer para recordar todo lo que Dios ya había hecho. De la misma manera, debemos recordar las cosas que el Señor ya ha hecho en nuestra vida y en la vida de otras personas. Cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de cuán fiel y poderoso es Dios. Las maravillas que ha hecho en el pasado nos dan esperanza para el futuro.

La Biblia dice que Dios no cambia. ¡El mismo Dios que respondió al clamor de Samuel y que derrotó a los filisteos, es el que está contigo hoy! Al igual que los israelitas, puedes confiar en el Señor, porque él no falla. Dios cuida de quienes dedican su vida a él.

¿Te enfrentas a algún problema que parece imposible? Entrégaselo a Dios y confía en él. Una vez más, serás testigo de su poder y su fidelidad. Entonces podrás decir como Samuel: ¡hasta aquí me ha ayudado el Señor!

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Marcelo Teixeira Mallet
Marcelo Teixeira Mallet
Licenciado en Teología con énfasis en Teología Histórico-Sistemática y Asesoramiento por el Seminario Teológico de Gramado (RS, Brasil) y estudiante de maestría en Estudios Teológicos por el Seminario Teológico Bautista de Lisboa (Portugal). Pastor bautista desde febrero de 1994.