Se conoce a David por haber sido un hombre conforme al corazón de Dios. Sin embargo, la Biblia habla tanto de sus victorias como de sus fracasos. David fue un niño común y corriente, pastoreaba las ovejas de su padre y vivía en un pueblo sencillo.
El joven pelirrojo no era exuberante ni tenía la altura de Saúl. No fueron sus atributos físicos los que llamaron la atención de Dios, sino su corazón.
Pero el SEÑOR dijo a Samuel: No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, pues yo lo he rechazado. Porque el SEÑOR no mira lo que mira el hombre: El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el SEÑOR mira el corazón.
(1 Samuel 16:7)
Dios escudriñó el corazón de David y supo que, a pesar de sus imperfecciones, su amor por Dios era profundo y real. Podemos ver esto en las características sobre él que menciona la Biblia.
Los siguientes versículos reflejan rasgos del comportamiento de David que muestran cómo se convirtió en un hombre conforme al corazón de Dios.
Características destacables de David
De corazón humilde
Oh SEÑOR, no se ha envanecido mi corazón
ni mis ojos se han enaltecido
ni he andado en pos de grandezas
ni de cosas demasiado sublimes para mí.
(Salmo 131:1)
David, a pesar de ser rey, tenía un corazón humilde. En todos sus éxitos, David siempre dejó claro que su victoria procedía del Señor de los ejércitos. Incluso con todo el esplendor de un rey, David no fue un hombre ostentoso y nunca humilló a su pueblo.
Sincero delante de Dios
Lávame más y más de mi maldad,
y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante
de mí.
(Salmo 51:2-3)
David reconoció sus debilidades y no tuvo miedo de presentarlas ante Dios. Sabía que nada está oculto a Dios. Esa relación franca y sincera atrajo el corazón del Señor. Al reconocer sus debilidades, David buscó levantarse con las fuerzas que vienen de Dios y no por sus propias fuerzas.
David reconocía sus errores
David respondió a Natán: He pecado contra el SEÑOR.
Y Natán dijo a David: El SEÑOR también ha perdonado tu pecado; no morirás.
(2 Samuel 12:13)
David quedó encantado con Betsabé, esposa de Urías (2 Samuel 11:2-3). Por eso él, como rey, dispuso que Urías muriera en el campo de batalla (2 Samuel 11:14-15). El profeta Natán reveló sus intenciones y David reconoció su error ante Dios. Aun así, sufrió las consecuencias de su pecado, perdió un hijo y de ahí en adelante, su situación familiar fue muy complicada y problemática.
Puso sus habilidades al servicio de Dios
Y sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y la tañía con su mano. Y Saúl hallaba alivio y se sentía mejor. Así el espíritu malo se apartaba de él.
(1 Samuel 16:23)
David era un músico talentoso y sabía tocar el arpa. Escribió 73 salmos, casi la mitad de los que contiene el libro bíblico de los Salmos. Incluso cuando Saúl era rey, David usó su habilidad con el arpa para ahuyentar a los espíritus malignos. David usó todo su talento para adorar al Señor.
Tomaba tiempo para oír la voz de Dios
Entonces David consultó a Dios diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?
Y el SEÑOR le respondió: Sube, porque los entregaré en tu mano.
(1 Crónicas 14:10)
David siempre buscó la dirección de Dios en las decisiones estratégicas de su gobierno. Para David, la guía de Dios era lo más importante antes de tomar cualquier decisión.
David era un verdadero adorador
David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR, con toda clase de instrumentos de madera de ciprés: arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.
(2 Samuel 6:5)
Un verdadero adorador se alegra al hacer la voluntad de Dios. Cuando David logró recuperar el Arca de la alianza, se puso tan feliz que bailó con todas sus fuerzas. En los Salmos también podemos encontrar decenas de alabanzas y cánticos de su autoría. La alabanza y la adoración a Dios eran un verdadero estilo de vida para él.
Entendía que todo proviene de Dios
El SEÑOR es mi pastor;
nada me faltará.
(Salmo 23:1)
David tenía muy claro en su corazón que todo viene del Señor. La prosperidad es parte de la gracia de Dios y David lo sabía. Incluso con todo su poder como gobernante, David sabía que cada bendición recibida es por la gracia de Dios.
¿Cómo ser una persona conforme al corazón de Dios?
Al igual que David, todos podemos ser siervos conformes al corazón de Dios. Para ello es necesario que entreguemos nuestro propio corazón como ofrenda al Señor. Debemos dejar de caminar según nuestra voluntad y avanzar según la voluntad de Dios. Esta entrega atrae el corazón de Dios:
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele con un corazón íntegro y con ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones y entiende toda la intención de los pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará hallar; pero si lo abandonas, él te desechará para siempre.
(1 Crónicas 28:9)
¿Quieres agradar a Dios en todo lo que haces? Desarrolla un corazón humilde y sincero delante de Dios, adora al Señor con todo tu ser, usa tus habilidades para su gloria y toma tiempo para oír la voz de Dios. Según él te moldea y dirige tu vida, crecerá tu confianza en él y tu deseo de vivir para él.
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