Dios tiene soberanía o autoridad sobre todo lo que existe. Él es el gran Rey, que gobierna con justicia y amor. Cuando Dios es el Rey de nuestros corazones, él guía nuestras vidas para nuestro bien. Rebelarse contra Dios es rechazar su soberanía y cuidado.
Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho.
(Deuteronomio 10:17)
Porque yo sé que Jehová es grande,
Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.
(Salmo 135:5)
Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
(Salmo 135:6)
la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
(1 Timoteo 6:15-16)
Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
(Apocalipsis 3:14)
que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
(Isaías 46:10)
Entonces se dará al pueblo de los santos del Altísimo el reino y el dominio y la majestad de los reinos bajo el cielo. Y su reino será un reino eterno, y todos los poderes le servirán y lo obedecerán.
(Daniel 7:27)
El Señor ha afirmado su trono en los cielos,
y su reino domina sobre todos los reinos.
(Salmo 103:19)
¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.
(Jeremías 10:7)
Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;
(2 Samuel 7:8)
Los príncipes de los pueblos se reunieron
Como pueblo del Dios de Abraham;
(Salmo 47:9)
Fue Dios quien estableció la necesidad del gobierno. Los soberanos que traen paz y justicia son bendecidos por Dios porque hacen su voluntad y castigan a los malvados. Debemos respetar a quienes tienen autoridad en el gobierno, porque su labor es importante.
Oh Dios, da tu juicio al rey,
Y tu justicia al hijo del rey.
Él juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.
Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.
Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.
Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.
Florecerá en sus días la justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
(Salmo 72:1-7)
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
(Romanos 13:1-2)
Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
(1 Pedro 2:13-14)
He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
(Isaías 32:1-2)
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