21 versículos sobre la generosidad


La generosidad es la cualidad de quien ama dar. Una persona generosa ayuda a los demás con su dinero, recursos, tiempo y talentos. El generoso ayuda a los necesitados y muestra interés por ellos. Dios bendice a quienes son generosos. Los cristianos no pueden ser egoístas e ignorar los problemas ajenos. Una persona generosa refleja el amor de Dios, quien nos bendice con generosidad.

El ojo misericordioso será bendito,
Porque dio de su pan al indigente.
(Proverbios 22:9)

En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
(Hechos 20:35)

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
(2 Corintios 9:6-7)

El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado. (Proverbios 11:25)

El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare, él también será saciado.
(Proverbios 11:25)

Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
(Mateo 10:42)

Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
(2 Corintios 8:1-2)

A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
(1 Timoteo 6:17-19)

Hay quienes reparten, y les es añadido más;
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
(Proverbios 11:24)

En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
(1 Juan 3:16-18)

No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados. Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará en su regazo. Porque con la medida con que miden se les volverá a medir.
(Lucas 6:37-38)

Al contrario, acuérdate del SEÑOR tu Dios. Él es el que te da poder para hacer riquezas, con el fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
(Deuteronomio 8:18)

El que da al pobre presta al SEÑOR,
y él le dará su recompensa.
(Proverbios 19:17)

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
(Lucas 19:8)

Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
(Lucas 21:1-4)

Vendan sus bienes y den ofrendas de misericordia. Háganse bolsas que no se envejecen; un tesoro inagotable en los cielos donde no se acerca el ladrón ni la polilla destruye.
(Lucas 12:33)

Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón.
(Mateo 6:21)

Vendían sus posesiones y bienes, y los repartían a todos, a cada uno según tenía necesidad.
(Hechos 2:45)

Esto, para que sean enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce acciones de gracias a Dios por medio de nosotros.
(2 Corintios 9:11)

El hombre de bien tiene compasión y presta,
y administra sus cosas con justicia.
(Salmo 112:5)

Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un justo desamparado
ni a sus descendientes mendigando pan.
En todo tiempo tiene compasión y presta,
y su descendencia es para bendición.
(Salmo 37:25-26)

El hombre de bien tiene compasión y presta,
y administra sus cosas con justicia.
(Salmo 112:5)

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