15 versículos sobre el poder del silencio en la Biblia


Nuestro mundo está lleno de ruido constante y distracciones. Es difícil disfrutar de un minuto de silencio. Sin embargo, necesitamos el silencio. El silencio nos tranquiliza y nos ayuda a concentrarnos en lo que más importa: Dios. Jesús solía retirarse a lugares solitarios y tranquilos para estar a solas con Dios. El silencio es importante para escuchar la voz de Dios.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
(Eclesiastés 3:1)

tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
(Eclesiastés 3:7)

No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
(Eclesiastés 5:2-3)

Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio;
se le considera prudente, si cierra la boca.
(Proverbios 17:28)

Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente, si cierra la boca. (Proverbios 17:28)

Pero el SEÑOR está en su santo templo: ¡Calle delante de él toda la tierra!
(Habacuc 2:20)

Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,
(Isaías 30:15)

Pero él se apartaba a los lugares desiertos y oraba.
(Lucas 5:16)

Tiemblen y no pequen.
Reflexionen en su corazón sobre
su cama y estén en silencio. Selah
(
Salmo 4:4)

¡Calle todo mortal delante del SEÑOR, porque él se ha despertado en su santa morada!
(Zacarías 2:13)

Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
(Santiago 3:2)

Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley para que toda boca se cierre y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios.
(Romanos 3:19)

He guardado silencio; no he abierto la boca,
pues tú eres quien actúa.
(Salmo 39:9)

Calla delante del SEÑOR y espera en él.
No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino,
por el hombre que hace maldades.
(Salmo 37:7)

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
(Salmo 46:10)

Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.
(Salmo 141:3)

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