11 versículos sobre cómo tratar a la mujer: marido, ama a tu esposa


En el matrimonio, Dios nos llama a vivir en respeto, amor y dedicación como pareja. Para los esposos, la Biblia ofrece valiosas palabras que los guían a honrar y valorar a sus esposas. Dios llama al marido a tratar con cuidado, bondad y consideración a su mujer, mostrando que el honor se demuestra con las acciones diarias.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
(Efesios 5:25)

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
(Colosenses 3:19)

Vosotros, maridos, igualmente, convivid con ellas con comprensión, tratando a la mujer como a vaso más frágil, y dándoles honor también como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
(1 Pedro 3:7)

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, se ama a sí mismo. (Efesios 5:28)

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, se ama a sí mismo.
(Efesios 5:28)

Goza de la vida con la mujer amada cada día de la vida de vanidad que Dios te ha dado bajo el sol. ¡Cada uno de tus días de vanidad! Esta es la recompensa de tu vida y de los afanes que pasas bajo el sol.
(Eclesiastés 9:9)

No os privéis el uno del otro, a no ser por algún tiempo de común acuerdo, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
(1 Corintios 7:5)

Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.
(1 Corintios 6:18)

Pero yo os digo, que todo el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
(Mateo 5:32)

Pero yo digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.
(Mateo 5:28)

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros a Dios como ofrenda y sacrificio de olor fragante.
(Efesios 5:2)

Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la trata con cariño, como también Cristo a la iglesia,
(Efesios 5:29)

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