45 textos bíblicos de fortaleza


Nuestro Dios nos da fortaleza y es nuestra fortaleza en medio de cualquier situación. De Dios recibimos el vigor espiritual y la energía necesaria para seguir adelante cuando el camino se pone difícil. Siempre podemos ampararnos en Dios: sus brazos fuertes nos sostienen y nos alientan en todo momento.

¡Refúgiate hoy en Dios! Busca amparo en el Señor y recibe la fortaleza que necesitas en este día.

Salmo 46:1-2

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar. (Salmo 46:1-2)

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar.
(Salmo 46:1-2)

¡Gracias, Dios amado, porque puedo acudir a ti en medio de mis tribulaciones! De ti recibo el auxilio, la fortaleza necesaria y el valor para seguir adelante con fe. Traiga lo que traiga la vida, no temeré, sino que confiaré en ti, en tu poder y en tu ayuda.

Isaías 41:10

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
(Isaías 41:10)

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
(Filipenses 4:13)

Salmo 27:1

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?
(Salmo 27:1)

Salmo 28:6-8

Bendito sea el Señor, que ha oído mi voz suplicante. El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias. El Señor es la fortaleza de su pueblo, y un baluarte de salvación para su ungido.
(Salmo 28:6-8)

Salmo 73:25-26

¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. (Salmo 73:25-26)

¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.
(Salmo 73:25-26)

Señor, tú eres lo más grande y maravilloso que hay en mi vida. Conocerte fortalece mi corazón, y el saber que estaré contigo por toda la eternidad me ayuda a ver todo desde otra perspectiva. ¡Hoy recibo la fortaleza que viene de ti!

Éxodo 15:2

El Señor es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.
(Éxodo 15:2)

Salmo 91:1-2

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».
(Salmo 91:1-2)

Isaías 40:28-29

¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.
(Isaías 40:28-29)

Isaías 40:30-31

Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
(Isaías 40:30-31)

Salmo 18:1-2

¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía! El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!
(Salmo 18:1-2)

Salmo 29:11

El Señor fortalece a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con la paz. (Salmo 29:11)

El Señor fortalece a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con la paz.
(Salmo 29:11)

Gracias, Dios, porque como hijo tuyo que soy, puedo acudir a ti en cualquier momento para recibir fortaleza y paz. ¡Esa es tu bendición para todos los que te amamos! Mil gracias.

2 Timoteo 1:7

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
(2 Timoteo 1:7)

10 versículos bíblicos para fortalecer el espíritu

Salmo 71:1-3

En ti, Señor, me he refugiado; jamás me dejes quedar en vergüenza. Por tu justicia, rescátame y líbrame; dígnate escucharme, y sálvame. Sé tú mi roca de refugio adonde pueda yo siempre acudir; da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca, mi fortaleza.
(Salmo 71:1-3)

Joel 3:16

Rugirá el Señor desde Sión, tronará su voz desde Jerusalén, y la tierra y el cielo temblarán. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.
(Joel 3:16)

Salmo 59:16

Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia.
(Salmo 59:16)

Salmo 31:1-3

En ti, Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame.
Inclina a mí tu oído, y acude pronto a socorrerme. Sé tú mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación.
Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre.
(Salmo 31:1-3)

Salmo 31:24

Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan. (Salmo 31:24)

Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan.
(Salmo 31:24)

Padre, hoy me fortalezco con ánimo y valor, porque espero en ti. Sé que en el momento preciso tú obrarás y veré tu poder manifestado. ¡Gracias!

Salmo 37:39-40

La salvación de los justos viene del Señor; él es su fortaleza en tiempos de angustia. El Señor los ayuda y los libra; los libra de los malvados y los salva, porque en él ponen su confianza.
(Salmo 37:39-40)

Nehemías 8:10b

No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
(Nehemías 8:10b)

Salmo 119:26-28

Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos. ¡Enséñame tus decretos! Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas. De angustia se me derrite el alma: susténtame conforme a tu palabra.
(Salmo 119:26-28)

2 Corintios 12:9-10

... pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
(2 Corintios 12:9-10)

2 Tesalonicenses 3:2-3

Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
(2 Tesalonicenses 3:2-3)

Josué 1:9

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
(Josué 1:9)

Padre Dios, te agradezco por tu compañía constante. Tu presencia me fortalece y me libra del temor. Hoy recibo tu ánimo y fortaleza para continuar por el camino de la vida, pues sé que vaya donde vaya, tú estás conmigo.

Josué 1:9 Esfuérzate y sé valiente

Jeremías 16:19-21

Señor, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia: desde los confines de la tierra vendrán a ti las naciones, y dirán: «Solo mentira heredaron nuestros antepasados; heredaron lo absurdo, lo que no sirve para nada. ¿Acaso puede el hombre hacer sus propios dioses? ¡Pero si no son dioses!»
«Por eso, esta vez les daré una lección; les daré a conocer mi mano poderosa. ¡Así sabrán que mi nombre es el Señor!
(Jeremías 16:19-21)

Jeremías 32:17

¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.
(Jeremías 32:17)

Proverbios 14:26

El temor del Señor es un baluarte seguro que sirve de refugio a los hijos.
(Proverbios 14:26)

1 Crónicas 16:11

¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia!
(1 Crónicas 16:11)

1 Corintios 16:13

Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. (1 Corintios 16:13)

Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.
(1 Corintios 16:13)

Señor, quiero estar alerta para no dejarme engañar por el enemigo. Ayúdame a permanecer firme en este día, a ser valiente en ti y a recibir tu fortaleza para triunfar en medio de las pruebas de la vida.

Habacuc 3:19

El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas.
(Habacuc 3:19)

Juan 16:33

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
(Juan 16:33)

Juan 16:33 En el mundo tendrán aflicción

Salmo 118:14

El Señor es mi fuerza y mi canto; ¡él es mi salvación!
(Salmo 118:14)

2 Samuel 22:2-3

El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Él es mi protector y mi salvador. ¡Tú me salvaste de la violencia!
(2 Samuel 22:2-3)

Efesios 6:10

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
(Efesios 6:10)

Salmo 18:31

¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? (Salmo 18:31)

¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?
(Salmo 18:31)

¡Tú eres mi roca, Señor, en ti estoy firme! Me fortalece saber que no hay tormenta tan grande que me pueda sacar de debajo de tu protección.

2 Timoteo 2:1

Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús.
(2 Timoteo 2:1)

Salmo 22:19

Pero tú, Señor, no te alejes; fuerza mía, ven pronto en mi auxilio.
(Salmo 22:19)

Romanos 1:11-12

Tengo muchos deseos de verlos para impartirles algún don espiritual que los fortalezca; mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que compartimos.
(Romanos 1:11-12)

Isaías 12:2

¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!
(Isaías 12:2)

Salmo 118:14

El SEÑOR es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación. (Salmo 118:14)

El SEÑOR es mi fortaleza y mi canción;
él es mi salvación.
(Salmo 118:14)

Gracias, Papá, porque tu fortaleza trae una nueva canción a mi corazón y a mis labios. Soy salvo en ti y me regocijaré por siempre en la salvación que me has dado.

Proverbios 10:29-30

El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores. Los justos no tropezarán jamás; los malvados no habitarán la tierra.
(Proverbios 10:29-30)

Salmo 144:1-2

Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla. Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies.
(Salmo 144:1-2)

Salmo 59:17

A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama!
(Salmo 59:17)

Deuteronomio 31:6

Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
(Deuteronomio 31:6)

2 Samuel 22:31-34

El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. ¿Pues quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas.
(2 Samuel 22:31-34)

Otras listas de versículos que pueden interesarte: