8 textos bíblicos para reflexionar sobre la brevedad de la vida


Equipo de Bibliaon
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Dios sopló vida en la nariz de Adán (Génesis 2:7), simbolizando que su aliento dio vida a la humanidad. Así como recibimos el aliento de vida, llegará el día en que Dios nos recibirá de vuelta. Sin la presencia de Dios, somos un cuerpo vacío y sin vida.

La vida en la Tierra puede ser breve, pero Dios ya ha preparado un futuro eterno para quienes aceptan a Jesucristo como su Salvador (Juan 3:16). Reflexiona en estos versículos bíblicos que muestran cuán frágiles y dependientes somos los seres humanos de Dios.

Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente.
(Génesis 2:7)

La vida está llena del aliento de Dios, fuimos creados a su imagen y semejanza. Dios es el autor de la vida, y vivimos por medio de él.

He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive.
(Salmo 39:5)

¿Qué son 100 años comparados con la eternidad? ¡Nada! Ante Dios, somos pequeños, finitos y frágiles. Dios es eterno, soberano, y el tiempo no lo puede medir.

El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa. (Salmo 144:4)

El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa.
(Salmo 144:4)

La vida humana en esta tierra es fugaz. Como una sombra que cambia de dirección y desaparece al anochecer, la vida se nos escapa sin darnos cuenta. La rutina puede darnos la falsa sensación de duración, pero la vida pasa como una sombra fugaz.

El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.
(Job 33:4)

Es bueno alabar a Dios, pues nuestro aliento, la vida misma proviene de él. Si respiramos hoy, es por la gracia de Dios. ¡Que el aliento del Todopoderoso te impulse a alabarlo aún más!

Dejen de confiar en el hombre, cuyo hálito está en su nariz; pues, ¿de qué estima es digno?
(Isaías 2:22)

A pesar de todas las cualidades que un ser humano pueda poseer, está limitado en lo que puede hacer. Además, todo don es otorgado por Dios. En lugar de depositar toda tu confianza en una criatura, ¡confía en el Creador!

Por tanto, serán como la niebla de la mañana y como el rocío del amanecer, que se desvanece; como el tamo que es arrebatado de la era y como el humo que sale por la ventana. (Oseas 13:3)

Por tanto, serán como la niebla de la mañana y como el rocío del amanecer, que se desvanece; como el tamo que es arrebatado de la era y como el humo que sale por la ventana.
(Oseas 13:3)

Dios exhortó al pueblo de Israel por medio del profeta Oseas. El Señor advirtió sobre la fragilidad humana: «que es como la niebla de la mañana» y «como el humo que sale por la ventana». La vida de quienes rechazan y desobedecen la Palabra de Dios, lamentablemente, es efímera, sin la esperanza de vida eterna en Cristo.

Recuerda, por favor, cuán pasajero soy. ¿Por qué habrás creado en vano a todos los hijos del hombre?
(Salmo 89:47)

En este verso de lamento, se le pregunta a Dios por la fragilidad humana. Al abrirse a Dios, el salmista expone su propia fragilidad como una necesidad apremiante de que su lamento sea escuchado. Dios sabe lo fugaz que es nuestra vida. Por eso, nos ha dado la oportunidad de extender esta limitación mediante la vida eterna con Cristo Jesús.

Ustedes, los que no saben lo que será mañana, ¿qué es su vida? Porque son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
(Santiago 4:14)

La verdad es esta: ¡no sabemos lo que nos deparará el día de mañana! El mañana le pertenece a Dios, y el tiempo es su dominio. Nuestras vidas dependen de Dios, y todos nuestros planes deben respetar su voluntad. ¿Quién conoce el mañana sino Dios? Confiemos en su plan y en su amor para cada uno de nosotros.

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