Oración del Padre Nuestro


Ustedes deben orar así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del maligno,
porque tuyos son el reino y el poder y la gloria para siempre.
Amén”.
(Mateo 6:9-13, Nueva Versión Internacional)

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyos son el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén”. (Mateo 6:9-13, Nueva Versión Internacional)

El Padre nuestro en diferentes versiones de la Biblia

Mateo 6:9-13

Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
sea hecha tu voluntad,
como en el cielo
así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy.
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación,
mas líbranos del mal.
[Porque tuyo es el reino,
el poder y la gloria
por todos los siglos. Amén]
(Mateo 6:9-13, Reina Valera Actualizada RVA-2015)

Ustedes deben orar así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra,
así como se hace en el cielo.
Danos hoy el pan que necesitamos.
Perdónanos el mal que hemos hecho,
así como nosotros hemos perdonado
a los que nos han hecho mal.
No nos expongas a la tentación,
sino líbranos del maligno.”
(Mateo 6:9-13, Dios habla hoy)

Lucas 11:2-4

Él les dijo: Cuando oren, digan: “Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden. Y no nos metas en tentación”. (Lucas 11:2-4, Nueva Versión Internacional)

Él les dijo: Cuando oren, digan:
“Padre,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Danos cada día nuestro pan cotidiano.
Perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden.
Y no nos metas en tentación”.
(Lucas 11:2-4, Nueva Versión Internacional)

Él les dijo: Cuando oren, digan:
“Padre [nuestro
que estás en los cielos]:
Santificado sea tu nombre; venga tu reino;
[sea hecha tu voluntad,
como en el cielo,
así también en la tierra]
el pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy;
y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Y no nos metas en tentación, [mas líbranos del mal]”.
(Lucas 11:2-4, Reina Valera Actualizada RVA-2015)

Jesús les dijo: Cuando oren, digan:
“Padre, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Danos cada día el pan que necesitamos.
Perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a todos los que nos han hecho mal.
No nos expongas a la tentación.”
(Lucas 11:2-4, Dios habla hoy)

La oración del Padre nuestro es la oración que Jesús enseñó a sus discípulos mientras estaba físicamente con ellos. Él los animó a orar de forma sincera y sencilla, sin hipocresía ni palabras innecesarias.

Jesús dejó esa oración como ejemplo o modelo de oración y podemos usarla como referencia para construir nuestras propias oraciones al Padre celestial. El texto bíblico lo encontramos en dos de los evangelios: Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4.

El Padre nuestro en imágenes

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre... (Mateo 6:9)

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre...
(Mateo 6:9)

Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. (Mateo 6:10)

Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
(Mateo 6:10)

Danos hoy nuestro pan cotidiano. (Mateo 6:11)

Danos hoy nuestro pan cotidiano.
(Mateo 6:11)

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. (Mateo 6:12)

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
(Mateo 6:12)

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyos son el reino, el poder y la gloria para siempre. Amén. (Mateo 6:13)

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyos son el reino, el poder y la gloria para siempre. Amén.
(Mateo 6:13)

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