Oración de protección contra todo mal: 4 oraciones pidiendo la protección de Dios

Señor amado, gracias porque tú eres mi Dios y puedo acercarme a ti con confianza para darte gracias por tu cuidado y pedirte que sigas protegiéndome y cuidando de mí y de mi familia. Son muchos los peligros que nos rodean, pero sabemos que tú eres el Dios todopoderoso que nos ama, nos cuida y nos libra del mal. Podemos confiar en ti, en tu amor y en tu poder para protegernos.

Padre, líbranos de todo ataque y toda treta del maligno. Fortalece nuestra fe para que caminemos seguros bajo la sombra de tus alas. Ilumina nuestro camino con tu luz para que no tropecemos ni nos desviemos. Alarga tu mano para que nos proteja de los ataques del enemigo y nos ayude a avanzar con confianza y paz.

Rodea nuestro hogar con tu presencia, aparta toda oscuridad, confusión o peligro y danos discernimiento para reconocer tus señales y obedecer tu voz. Que tu ángel acampe a nuestro alrededor, que tu Espíritu nos cubra en cada paso y nos recuerde que no estamos solos, porque tú eres nuestro refugio eterno. En el nombre de Jesús, amén.

Señor, mi Dios y protector eterno, vengo ante ti con corazón humilde para pedir tu cobertura sobre mi vida y sobre mi familia. Tú conoces cada paso que damos, cada peligro oculto y cada amenaza que intenta levantarse contra nosotros. Por eso te ruego que extiendas hoy tu mano poderosa y nos libres de todo mal. Guarda nuestra salida y nuestra entrada. Líbranos de accidentes, de enfermedades, engaños y de cualquier obra del enemigo que busca hacernos daño o desviarnos de tu camino.

Padre amado, fortalece nuestra fe para que nos mantengamos firmes frente a la tentación y rechacemos todo dardo que el enemigo lance contra nosotros. Cúbrenos con tu paz, esa paz que sostiene el alma aun cuando las circunstancias parecen inciertas. Permite que tus ángeles acampen a nuestro alrededor, que tu luz disipe toda sombra y que tu presencia sea nuestro refugio constante.

Señor, guarda nuestros cuerpos, nuestros pensamientos y nuestras emociones. Renueva nuestras fuerzas, llena nuestro corazón de esperanza y recuérdanos cada día que tú tienes el control de todo. Confiamos en que tu amor es más fuerte que cualquier amenaza y que tu poder nos sostiene en cada batalla. Gracias porque nunca nos abandonas, porque escuchas nuestras oraciones y porque sabemos que veremos tu mano obrar. En el nombre de Jesús, amén.

Padre Dios, en medio de tantas situaciones violentas que suceden en el mundo y a nuestro alrededor, ponemos nuestra vida y la de quienes amamos en tus manos. Te pedimos que nos protejas de toda violencia y de las personas que busquen hacernos daño, engañarnos, robarnos o atacarnos de alguna manera.

Guarda nuestros pasos y apártanos de los hacedores de maldad. Líbranos de guerras, de actos de terrorismo y de cualquier amenaza que quiera perturbar nuestra paz. Cubre nuestro hogar con tu presencia y danos la confianza de saber que tú eres nuestro escudo y fortaleza. Que tu paz reine sobre nosotros hoy y siempre. Amén.

Señor amado, tú eres mi Dios y mi refugio eterno. Hoy vengo ante ti con corazón confiado para pedir que alejes de nosotros todo mal. Te ruego que nos cubras con tu protección y que tu presencia sea un escudo firme alrededor de nosotros. Guarda nuestros cuerpos de toda enfermedad, fortálecenos cuando el desánimo quiera abatirnos y renueva nuestras fuerzas para que sigamos adelante con esperanza y fe en tu amor.

Padre, también te pedimos que nos libres de todo ataque del maligno, de cualquier intento por robarnos la paz, sembrar dudas o apartarnos de tu verdad. Que tu Espíritu Santo nos recuerde constantemente quién eres tú: nuestro protector fiel, nuestra roca firme y nuestro ayudador en todo momento.

Señor, aparta de nuestro camino a toda persona con malas intenciones, a quien busque dañarnos o influenciarnos para que nos apartemos de ti y de tu voluntad. Rodéanos de personas que reflejen tu bondad, tu amor y tu luz. Que tu presencia inunde nuestro hogar, que tu paz gobierne nuestro corazón y que tu gracia nos sostenga cada día.

Habitar en tus brazos es nuestra seguridad eterna. Gracias porque contigo estamos a salvo, protegidos, fortalecidos y guiados. En el nombre de Jesús, amén.