Su Biblia Online 
En Deuteronomio 28, Moisés presenta al pueblo de Israel una serie de bendiciones y maldiciones que resultan de la obediencia o de la desobediencia a la Ley y a la voluntad de Dios.
Las bendiciones incluyen prosperidad, salud, victoria sobre los enemigos, fecundidad y satisfacción personal. Las maldiciones incluyen enfermedades, derrotas en las batallas, pérdidas, escasez, exilio y angustia.
Bendiciones de la obediencia - Deuteronomio 28:1-14
Este texto bíblico es una invitación a obedecer a Dios. Nos muestra una serie de beneficios que fluirían sobre el pueblo de Israel si ellos mantenían su fidelidad a la alianza con Dios. El texto describe una realidad de abundancia y protección que aguarda a quienes deciden seguir fielmente al Señor.
Moisés afirmó que el pueblo de Dios sería bendecido si obedecía y cumplía fielmente sus mandamientos. Él describió muchas bendiciones que resultarían de la obediencia, incluyendo prosperidad, éxito en los emprendimientos, fertilidad, descendencia numerosa, seguridad, victorias contra los enemigos y realización personal.
Observe cómo la Biblia describe las bendiciones que surgen de la obediencia.
Deuteronomio 28:1-14
Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.7 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.
8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.
11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.
12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,
14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.(Deuteronomio 28:1-14)
Estas bendiciones sirven de incentivo y de estímulo para la obediencia y la lealtad a la voluntad del Señor.
Lee 10 ejemplos de obediencia en la Biblia (estudio).
Maldiciones por la desobediencia - Deuteronomio 28:15-68
En este pasaje bíblico se nos recuerdan las serias consecuencias de la desobediencia a Dios. Este texto nos enseña que vivir en oposición a Dios solo traerá daños y sufrimientos. Desobedecer a Dios es pecado y, como tal, recibirá castigo.
Moisés describe una serie de maldiciones que sobrevendrían al pueblo si ellos se apartaban de los mandamientos divinos. Desde plagas y enfermedades hasta derrotas militares, hambre y esclavitud, el texto retrata un panorama sombrío de las adversidades que aguardarían a aquellos que escogieran el camino de la rebelión contra Dios.
Estas maldiciones sirven como un recordatorio severo de la importancia de la obediencia y la fidelidad a la alianza con Dios. Mira con atención lo que dicen los versículos de esta sección:
Deuteronomio 28:15-68
15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.
18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.
21 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. (...)33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.
34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.
35 Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.36 Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.
38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá. (...)43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo.
44 Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;
46 y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre. (...)
66 y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
(Deuteronomio 28:15-21, 33-38, 43-46, 66)
En la antigua alianza o antiguo pacto, la obediencia era la condición indispensable para que Israel alcanzara las bendiciones de Dios de protección, salud, paz, crecimiento, provisión, seguridad física y espiritual.
Deuteronomio 28 nos enseña sobre el modo en que los hijos de Dios debían vivir: en obediencia. También nos advierte sobre la gravedad de rechazar y contradecir al Señor, y nos anima a llevar una vida de obediencia y fidelidad a Dios.
Mira también: 19 versículos sobre desobediencia.
La obediencia y la desobediencia en el Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento también nos enseña sobre las bendiciones de la obediencia.
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
(Hechos 5:29)
Jesús enseñó que la obediencia es prueba de nuestra amistad con él.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
(Juan 15:14)
Sin embargo, también se nos advierte sobre las consecuencias de la desobediencia y sobre la necesidad de arrepentirnos para alcanzar el perdón y la misericordia de Dios. Según el apóstol Pablo, los desobedientes:
estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
(Romanos 1:29-32)
Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31 así también estos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
(Romanos 11:30-31)
Examina tu nivel de obediencia a Dios
Como cristianos, todos podemos preguntarnos: ¿estoy viviendo conforme a los principios y mandamientos de Dios? ¿Estoy buscando su voluntad en todas las áreas, o me estoy desviando para seguir mis propios caminos?
Aunque Deuteronomio 28 nos recuerda las serias consecuencias de la desobediencia, también nos señala la gracia y misericordia de Dios. Incluso cuando fallamos en obedecer completamente, Dios continúa siendo fiel y ofrece perdón y restauración a aquellos que se vuelven a él con el corazón arrepentido.
Jesús fue plenamente perfecto al obedecer. Por medio de él, obtenemos perdón por nuestra desobediencia. También somos purificados y perfeccionados por su gracia, para volvernos más obedientes y parecidos a Cristo.
Si el mensaje de Deuteronomio 28 te ha desafiado, busca llevar una vida de obediencia al Señor. Confía en la Palabra de Dios para que sea siempre tu guía en todos los aspectos de tu vida.
Lee también: