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Hebreos 11:1 enseña que la fe es la base sólida, el fundamento firme que sostiene nuestra esperanza en las promesas de Dios, aun estando a la espera de su cumplimiento. Es el cimiento que mantiene firme la confianza en lo que Dios dijo que hará, una certeza interior. Aunque no lo veamos, tenemos convicción porque confiamos en el carácter fiel de Dios y en su Palabra.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
(Hebreos 11:1, versión RVR60)
La Biblia no dice quién fue el autor del libro de Hebreos, pero algunos creen que pudo haber sido Pablo, Bernabé o Apolos. La carta a los Hebreos fue escrita para cristianos judíos que estaban siendo perseguidos. Ellos se sentían tentados a volver a las prácticas antiguas del judaísmo. El objetivo de la carta era animar a los cristianos a permanecer firmes en Cristo. Ella muestra que Jesús es el cumplimiento de todas las promesas de Dios.
En el capítulo 11 de Hebreos, conocido como “la galería de los héroes de la fe”, el autor define la fe como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Tener certeza significa tener una seguridad total que sostiene nuestra esperanza. Así como una casa se mantiene en pie gracias a su base sólida, la esperanza del cristiano se mantiene firme gracias a la fe.
La expresión “convicción de lo que no se ve” también habla de gran seguridad, una generada por la confianza en el carácter y en las promesas de Dios, aun cuando en el presente no contemos con evidencias visibles.
El papel de la fe, en este contexto, es unirnos a lo invisible y eterno, permitiendo que vivamos de acuerdo con la certeza de lo que Dios prometió, como hicieron Abraham, Moisés y otros héroes de la fe. La fe es, por lo tanto, confianza activa que moldea actitudes y decisiones. Aunque no veamos, creemos y recibimos las promesas de Dios.
Lo que Dios quiso decir en Hebreos 11:1
En Hebreos 11:1, Dios revela que la fe no es solo un sentimiento o un optimismo, sino una postura de confianza que transforma la manera en que vivimos hoy. Nos hace actuar como si las promesas ya fueran realidad, porque confiamos en el carácter inmutable de Dios.
La fe mira más allá de las circunstancias, viendo lo invisible con los ojos espirituales. Es un llamado a depender de Dios, aun sin entender todos los detalles, y caminar con la certeza de que él cumple lo que dice en el momento correcto, sosteniéndonos con seguridad en cada paso.
¿Qué significa "la fe es la certeza de lo que se espera"?
Cuando la Biblia dice que “la fe es la certeza de lo que se espera”, quiere decir que la fe es como una base firme. Ella sostiene todo lo que esperamos de Dios. Esto vale aun cuando no tenemos ninguna prueba visible en el momento.
Así como un edificio depende de un cimiento para mantenerse en pie, nuestra vida espiritual necesita de la fe para permanecer firme frente a las incertidumbres y desafíos que trae la vida.
Las “cosas que no se ven” son las promesas de Dios, la realidad espiritual y eterna, e incluso el obrar de Dios en nuestra vida. Muchas de estas cosas no pueden medirse ni comprobarse con los sentidos humanos, pero son reales y seguras para quien cree.
El hecho de que es un firme fundamento, una certeza, significa que la fe no es frágil ni inestable. Se apoya en el carácter de Dios: él es fiel, no miente y cumple lo que promete. Por eso, la fe da seguridad, aun cuando las circunstancias parecen contrarias.
Tener fe es vivir con la convicción de que lo que Dios dijo ya es cierto, aunque todavía no haya sucedido. Es confiar de tal manera que nuestras decisiones y actitudes son moldeadas por esa certeza, guiándonos a perseverar y obedecer hasta que la promesa se cumpla.
¿Qué significa "la convicción de lo que no se ve"?
Cuando Hebreos 11:1 habla sobre “la convicción de lo que no se ve”, está explicando que la fe nos da certeza acerca de realidades que no podemos ver con los ojos. Es como si la fe fuera un documento que confirma que algo es verdadero, aun cuando todavía no ha sucedido o aparecido ante nosotros.
Esas “cosas que no se ven” pueden ser promesas de Dios, la vida eterna, el cielo, el cuidado suyo en el día a día y la obra del Espíritu Santo. Ninguna de ellas puede ser medida por instrumentos ni comprobada por la ciencia, pero son reales y firmes para quien confía en Dios.
La prueba aquí no es una evidencia física, sino una convicción producida por el Espíritu Santo. Él pone en nuestro corazón la certeza de que Dios cumple lo que promete.
La fe nos hace vivir como si ya viéramos cumplidas esas promesas. Ella cambia nuestras decisiones y actitudes, porque creemos que lo que Dios dijo es absolutamente verdadero, aun cuando nuestros sentidos no lo perciban.
Hebreos 11:1 en otras traducciones de la Biblia
Ahora bien, la fe es la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que no vemos.
(Hebreos 11:1 NVI)
La fe es la constancia de las cosas que se esperan y la comprobación de los hechos que no se ven.
Hebreos 11:1 RVA 1989)
La fe es la seguridad de que vamos a recibir lo que esperamos, y la prueba de que existen cosas que no podemos ver.
(Hebreos 11:1 DHH)
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