¿Dónde está en la Biblia: el trabajo dignifica al hombre?


Equipo de Bibliaon
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Aunque no aparece en la Biblia, la frase «el trabajo dignifica al hombre» contiene un principio bíblico importante. El trabajo impulsa al ser humano a crecer y desarrollar su identidad. A través de él, nos relacionamos con Dios y con el mundo, demostrando dignidad o valor humano.

El trabajo nos permite expresar de forma tangible que somos hechos a semejanza de Dios. Nos permite crear, ser creativos e inventar. También nos permite usar nuestra capacidad, fuerza, autoridad, habilidad y conocimiento. Nos motiva a ser competentes, responsables, a tener un compromiso y ser cuidadosos.

El trabajo añade valor y propósito a la vida de las personas. A través de él, se nos desafía a desarrollar maneras de actuar, conocer, construir, superar, encontrar soluciones, cuidar y mejorar el entorno en el que vivimos.

En la Biblia, vemos que el trabajo es algo bueno, creado por Dios y dado al hombre.

Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo guardara.
(Génesis 2:15)

Desde entonces, con la misión de cultivar y cuidar la tierra, el hombre ha sido llamado a trabajar. Dios es nuestro mayor ejemplo, pues trabaja constantemente.

Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
(Juan 5:17)

Así pues, el trabajo no es originalmente malo, sino un medio por el cual el hombre glorifica a Dios cuidando la creación, a sí mismo y a los demás.

25 versículos que muestran que el trabajo edifica al hombre

Tengan por aspiración vivir en tranquilidad, ocuparse en sus propios asuntos y trabajar con sus propias manos, como les hemos mandado; a fin de que se conduzcan honestamente para con los de afuera y que no tengan necesidad de nada.
(1 Tesalonicenses 4:11-12)

Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
(Eclesiastés 3:22)

El hombre será saciado con el bien del fruto de su boca
y también le vendrá la recompensa de sus manos.
(Proverbios 12:14)

Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien.
(Salmo 128:2)

No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.
(Eclesiastés 2:24)

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
(Génesis 1:27-28)

Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”.
(Hechos 20:35)

Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán.
(Proverbios 16:3)

Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.
(Eclesiastés 9:10)

¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
No estará delante de los de baja condición.
(Proverbios 22:29)

En toda labor hay fruto;
Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.
(Proverbios 14:23)

Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
(Proverbios 31:12-13)

Sale el hombre a su labor
y a su labranza hasta el anochecer.
¡Cuán numerosas son tus obras, oh SEÑOR!
A todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
(Salmo 104:23-24)

Si el SEÑOR no edifica la casa
en vano trabajan los que la edifican.
Si el SEÑOR no guarda la ciudad
en vano vigila el guardia.
(Salmo 127:1)

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
(Efesios 4:28)

Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
(2 Tesalonicenses 3:10-12)

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
(1 Corintios 10:31)

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
(1 Corintios 15:58)

El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
(2 Timoteo 2:6)

Sirvan de buena voluntad, como al Señor, no como a los hombres,
(Efesios 6:7)

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
(Eclesiastés 1:3)

Y también, que es un don de Dios que todo hombre coma y beba y goce del fruto de todo su duro trabajo.
(Eclesiastés 3:13)

Y todo lo que hagan, háganlo de buen ánimo como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. ¡A Cristo el Señor sirven!
(Colosenses 3:23-24)

Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
(Deuteronomio 5:13)

Todas sus cosas sean hechas con amor.
(1 Corintios 16:14)

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