Todos tenemos conocidos y compañeros, pero los amigos verdaderos son pocos y deben ser valorados. Una verdadera amistad se basa en la lealtad, el amor y el deseo de ayudarse el uno al otro.
Un buen amigo es aquel que llama la atención en el momento adecuado, te aparta del peligro, edifica tu vida y te hace crecer espiritualmente. Medita en estos versículos y dale gracias a Dios por los amigos verdaderos que hay en tu vida.
1. Amigos más unidos que hermanos
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
(Proverbios 18:24)
Cuando nuestro criterio de amistad no está basado en los valores de la Palabra de Dios, la posibilidad de sentirnos decepcionados es grande. Un “amigo más unido que un hermano” es un confidente, alguien que ora por ti, te entiende y está siempre dispuesto a crecer espiritualmente contigo. ¡Ten a Jesús como el vínculo de una gran amistad!
2. El amigo es un hermano en la adversidad
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Proverbios 17:17)
Un amigo verdadero está siempre contigo en los buenos momentos, pero también en los difíciles. De hecho, es en los momentos difíciles cuando realmente sabemos quiénes son nuestros verdaderos amigos. Un amigo que te ama, te ama en todo momento, ¡así como Cristo!
3. El amigo puede ayudarte a levantarte
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
(Eclesiastés 4:10)
Una verdadera amistad resiste los problemas y tribulaciones. Es en las dificultades cuando un amigo se vuelve importante. Si uno cae, el otro puede ayudarlo a levantarse. Además de los actos, esta ayuda también puede darse a través de la oración y el buen consejo.
4. La sinceridad es la base de una buena amistad
El ungüento y el perfume alegran el corazón,
Y el cordial consejo del amigo, al hombre.
(Proverbios 27:9)
Un buen amigo no es el que solo te elogia, sino aquel que te advierte de tus pequeños errores y contribuye a tu crecimiento. Una amistad sincera es en su esencia verdadera. Los elogios siempre son agradables, pero cuando se omite la verdad, esos elogios pueden perjudicarnos. Un amigo sincero nos ayuda a saber quiénes somos realmente.
5. Amistad basada en el amor fraternal
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
(Romanos 12:10)
El amor fraternal es un sentimiento de ternura, cariño y cuidado. La Palabra de Dios nos aconseja actuar de esta manera con nuestros amigos y hermanos. Esta es la mejor forma de mantener una buena amistad. Honra a tu amigo, trátalo con cariño y con honestidad.
6. Amistad que edifica
Hierro con hierro se aguza;
Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
(Proverbios 27:17)
En una amistad sana hay crecimiento mutuo. Ambos se ayudan y crecen juntos; ese es el verdadero sentido de la amistad. No hay nada más gratificante que ver a un gran amigo crecer en fe y gracia. Esfuérzate en edificar la vida de tu amigo, y sin duda él se esforzará por edificar la tuya.
7. Haciendo lo correcto siempre
procurando hacer las cosas honradamente, no solo delante del Señor sino también delante de los hombres.
(2 Corintios 8:21)
Una amistad fundamentada en la Palabra de Dios produce frutos y da buen testimonio de Cristo. ¡Juntos somos más fuertes! Hagamos lo que es correcto y justo, demos buen testimonio, y ciertamente otras personas serán atraídas hacia Jesús.
8. Jesús, nuestro mejor amigo
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
(Juan 15:15)
¡Jesús es nuestro verdadero amigo, y ya lo demostró! Además de entregar su propia vida por nosotros, nos redimió del pecado y nos liberó de las cadenas de la muerte. Cristo nos reveló el plan de salvación y nos dejó al Espíritu Santo como nuestro ayudador. ¡A través de Jesús nos convertimos en hijos y amigos de Dios!
9. Jesús, tu mejor amigo, murió por ti
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
(Juan 15:13)
No hay amigo más grande que aquel que entrega su vida por ti. Un verdadero amigo no es egoísta, no te cambia por “monedas” y no piensa solo en sí mismo. Jesús es un gran ejemplo de fidelidad. Todo lo que soportó fue por amor a nosotros. ¡Sí, él entregó su propia vida por ti! ¡Jesús te ama!
10. Somos los amigos de Jesús
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
(Juan 15:16)
¡Qué privilegio, eres amigo de Jesús! Él te eligió, eres especial en su corazón. Y te eligió con un propósito: para que lleves fruto de amor en su nombre. Sé un buen amigo de Jesús y de los demás.
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