11 versículos que afirman que somos vasos de barro en manos del alfarero


La Biblia nos compara con vasos de barro. El alfarero toma el barro y lo moldea a su gusto, formando una vasija. Si el barro se deforma, el alfarero lo rompe y comienza de nuevo. De la misma manera, Dios obra en nuestras vidas, moldeándonos y corrigiéndonos. Nuestras vidas son frágiles como vasijas de barro, pero recuerda: Dios es fuerte y él nos cuida. Permite que él te moldee.

Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
(Isaías 64:8)

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
(2 Corintios 4:7)

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, (2 Corintios 4:7)

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
(Jeremías 18:1-6)

Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra
(Romanos 9:20-21)

¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?
(Isaías 45:9)

Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
(Isaías 29:16)

Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro,
¡Cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!
(Lamentaciones 4:2)

Tus manos me hicieron y me formaron;
¿Y luego te vuelves y me deshaces?
Acuérdate que como a barro me diste forma;
¿Y en polvo me has de volver?
(Job 10:8-9)

Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso.
(Jeremías 25:34)

Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
(2 Timoteo 2:20-21)

Como escoria de plata echada sobre el tiesto
Son los labios lisonjeros y el corazón malo.
(Proverbios 26:23)

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