Salmo del Día

Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.

Salmo de Hoy

Los cimientos de la ciudad de Dios están en el santo monte.

El Señor ama las entradas de Sión más que a todas las moradas de Jacob.

De ti, ciudad de Dios, se dicen cosas gloriosas: Selah

«Entre los que me reconocen puedo contar a Rahab y a Babilonia, a Filistea y a Tiro, lo mismo que a Cus. Se dice: “Este nació en Sión”».

De Sión se dirá, en efecto: «Este y aquel nacieron en ella. El Altísimo mismo la ha establecido».

El Señor anotará en el registro de los pueblos: «Este nació en Sión». Selah

Y mientras cantan y bailan, dicen: «En ti se hallan todos mis orígenes».

Salmo 87

Salmo de Ayer

Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante.

Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.

Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción.

Entonces clamé al Señor : «¡Te ruego, Señor , que me salves la vida!»

El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura.

El Señor protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó.

¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno contigo!

Tú, Señor , me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas, no me has dejado tropezar.

Por eso andaré siempre delante del Señor en esta tierra de los vivientes.

Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios.

En mi desesperación he exclamado: «Todos son unos mentirosos».

¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado?

¡Tan solo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del Señor !

¡Tan solo cumpliendo mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo!

Mucho valor tiene a los ojos del Señor la muerte de sus fieles.

Yo, Señor , soy tu siervo; soy siervo tuyo, tu hijo fiel; ¡tú has roto mis cadenas!

Te ofreceré un sacrificio de gratitud e invocaré, Señor , tu nombre.

Cumpliré mis votos al Señor en presencia de todo su pueblo,

en los atrios de la casa del Señor , en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor !

Salmo 116

Salmo de Anteayer

Cuando Israel, el pueblo de Jacob, salió de Egipto, de un pueblo extraño,

Judá se convirtió en el santuario de Dios; Israel llegó a ser su dominio.

Al ver esto, el mar huyó; el Jordán se volvió atrás.

Las montañas saltaron como carneros, los cerros saltaron como ovejas.

¿Qué te pasó, mar, que huiste, y a ti, Jordán, que te volviste atrás?

¿Y a ustedes montañas, que saltaron como carneros? ¿Y a ustedes cerros, que saltaron como ovejas?

¡Tiembla, oh tierra, ante el Señor, tiembla ante el Dios de Jacob!

¡Él convirtió la roca en un estanque, el pedernal en manantiales de agua!

Salmo 114