Salmo del Día

Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.

Salmo de Hoy

Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.

Clamo al Dios Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo.

Desde el cielo me tiende la mano y me salva; reprende a mis perseguidores. Selah ¡Dios me envía su amor y su verdad!

Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.

Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!

Tendieron una red en mi camino, y mi ánimo quedó por los suelos. En mi senda cavaron una fosa, pero ellos mismos cayeron en ella. Selah

Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.

¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!

Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones.

Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!

¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!

Salmo 57

Salmo de Ayer

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos,

sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.

Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!

En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.

Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos.

Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.

Salmo 1

Salmo de Anteayer

Oh Señor , Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!

Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.

Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste,

me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»

Pues lo hiciste poco menos que Dios, y lo coronaste de gloria y de honra:

lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio;

todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo,

las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar.

Oh Señor , Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!

Salmo 8