La historia del rey Salomón (rey de Israel)


Equipo de Bibliaon
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El rey Salomón, hijo del rey David y Betsabé, es una de las figuras centrales de la Biblia. Salomón es conocido principalmente por su sabiduría, riqueza y por edificar grandes obras. Fue el tercer rey de Israel y gobernó durante 40 años. Construyó el templo en Jerusalén y fue autor de varios libros bíblicos, como Proverbios, Eclesiastés, Cantares y algunos Salmos.

A menudo se recuerda el reinado de Salomón por sus enseñanzas de sabiduría, justicia y devoción a Dios. Sin embargo, Salomón también tuvo un período de fracaso y gran decadencia al final de su reinado. Encontramos su historia en la Biblia, en el libro de 1 Reyes, capítulos 1 al 11.

Representación del rey Salomón producida con la ayuda de AI

Salomón ascendió al trono tras la muerte de su padre, David. Cuando Dios se le apareció en sueños y ofreció concederle lo que pidiera, Salomón pidió sabiduría para gobernar al pueblo de Israel con justicia. Dios quedó complacido con su petición y no solo le concedió sabiduría, sino que, además, le dio riqueza y honor.

A Salomón se le describe y recuerda como un hombre de gran sabiduría que poseía una capacidad inusual de juicio y comprensión. Además, fue un hábil constructor, responsable de la construcción del templo en Jerusalén.

Una de las historias bíblicas más conocidas que ejemplifica su sabiduría, es la del juicio entre dos mujeres que decían ser madre del mismo bebé. Salomón propuso cortar al niño por la mitad, y la verdadera madre se opuso, revelando su identidad. Prefería entregar al bebé antes que ver a su hijo muerto. El rey Salomón mostró gran sabiduría y sentido de justicia.

A Salomón se le conoció también por tener 1000 mujeres: 700 esposas y 300 concubinas. Es triste, pero su relación con mujeres extranjeras lo llevó a adorar a otros dioses, algo que desagradó a Dios. Aunque Salomón tuvo muchas esposas, la Biblia solo menciona a Roboam, hijo de Naama, una amonita, como su sucesor al trono.

Después de reinar sobre Israel cuarenta años, Salomón murió y su hijo Roboam fue su sucesor. Debido a su alejamiento de Dios, el reino quedó dividido y solo la tribu de Judá siguió bajo el liderazgo de la dinastía de David. Las otras tribus de Israel (conocidas como el reino del norte), se rebelaron contra su sucesor y eligieron otro rey para sí.

Estudio bíblico sobre el rey Salomón

¿Dónde comienza la historia de Salomón en la Biblia?

La historia de Salomón en la Biblia comienza en 2 Samuel, con el relato de su nacimiento. Salomón es el segundo hijo de David y Betsabé, quienes habían perdido a un primer hijo juntos. El nombre de Salomón se menciona por primera vez en 2 Samuel 12:24-25, cuando el profeta Natán lo llama también Yedidías, que significa amado del Señor.

La narrativa principal de su vida se extiende por 1 Reyes y 2 Crónicas, describiendo su sabiduría, la construcción del templo en Jerusalén, su riqueza y su declive espiritual. La Biblia deja de hablar directamente de él en 1 Reyes 11 y 2 Crónicas 9, después de su muerte.

Salomón, ungido como rey

Salomón se convirtió en rey cuando David ya estaba viejo y enfermo. Adonías, otro hijo de David, intentó aprovecharse de la situación y se proclamó rey sin el consentimiento de su padre. Al enterarse de esto, Betsabé, madre de Salomón, y el profeta Natán fueron ante David para recordarle la promesa que había hecho de que Salomón sería su sucesor en el trono.

David entonces ordenó que el sacerdote Sadoc, el profeta Natán y el jefe de la guardia, Benaías, llevaran a Salomón hasta la fuente de Guijón, en Jerusalén. Allí, Salomón fue ungido con aceite sagrado, gesto que simbolizaba la elección y la bendición de Dios sobre él como rey.

Después de la unción, se tocó un cuerno de carnero, y el pueblo comenzó a aclamar a Salomón, celebrando con gran alegría.

Esta ceremonia marcó el inicio del reinado de Salomón y lo confirmó como el sucesor elegido por David y aprobado por Dios. Esta celebración solidificó su posición, mientras Adonías y sus seguidores se apartaron de la presencia del nuevo rey de Israel.

Las esposas y concubinas de Salomón

En la Biblia, el rey Salomón es descrito como el hombre más sabio de su tiempo, pero también conocido por tener un número impresionante de esposas y concubinas. Según 1 Reyes 11:3, tenía setecientas esposas, en su mayoría parte de la realeza de otras naciones, además de trescientas concubinas. Salomón tuvo relación con mil mujeres.

Este gran harén no fue solo símbolo de riqueza y prestigio, sino también un factor que lo llevó a apartarse de Dios, pues muchas de esas mujeres introdujeron prácticas de idolatría en Israel.

El término concubina se refiere a una mujer que tenía una relación marital reconocida socialmente, pero con un estatus inferior al de una esposa. Las concubinas podían tener menos derechos, tanto para ellas como para sus hijos, en comparación con las esposas legítimas. En el contexto antiguo, eran comunes en reinos poderosos, muchas veces como alianzas políticas o demostraciones de poder.

Entre las esposas más conocidas de Salomón está la hija del faraón de Egipto (1 Reyes 3:1), cuyo matrimonio simbolizó una alianza política estratégica. La Biblia no menciona muchos nombres específicos de sus otras esposas o concubinas, pero deja claro que varias eran de pueblos extranjeros, como moabitas, amonitas, edomitas, sidonias y heteas (1 Reyes 11:1). Estas alianzas matrimoniales, aunque ventajosas políticamente, representaron un riesgo espiritual, pues llevaron a Salomón a construir altares para los dioses de esas naciones, como Quemós, Moloc y Astarte.

Así, a pesar de su sabiduría y gloria, la multitud de esposas y concubinas terminó siendo una de las mayores causas de la caída espiritual de Salomón y de la futura división del reino de Israel.

Los hijos de Salomón

La Biblia menciona únicamente a Roboam como su hijo. El texto bíblico menciona muy pocos nombres de descendientes directos de Salomón. En 1 Reyes 11:43 y 2 Crónicas 9:31, leemos que tras la muerte de Salomón su hijo Roboam se convirtió en rey de Judá.

En 1 Crónicas 3:10-14, la genealogía de David lista a Salomón y sigue con Roboam, pero no menciona de manera explícita a otros hijos de Salomón. Esto muestra que el énfasis del relato bíblico está en la continuidad de la línea real hasta el Mesías, y no en todos los descendientes.

La tradición judía y algunos especialistas creen que, por haber tenido muchas esposas y concubinas, Salomón pudo haber tenido varios hijos, pero sus nombres no fueron preservados en el texto sagrado.

Lee más sobre la historia de Roboam.

Los hermanos de Salomón

Salomón tuvo varios hermanos, pues David tuvo muchos hijos con diferentes esposas. De Betsabé, su madre, Salomón tuvo tres hermanos: Natán, Sobab y un hijo que murió al nacer (2 Samuel 12:24-25; 1 Crónicas 3:5). Entre ellos, solo Salomón se destacó al convertirse en rey de Israel.

Además de estos, David tuvo muchos otros hijos con otras esposas. La Biblia menciona varios de ellos, incluyendo a Amnón, Quileab, Absalón, Adonías, Sefatías, Eliada, Elifelet, Nefeg, Jafías y otros (2 Samuel 3:2-5; 1 Crónicas 3:1-9). Muchos de estos hermanos tuvieron papeles limitados en la historia, pero algunos, como Adonías, llegaron a disputar el trono, lo que generó conflictos familiares antes de la coronación de Salomón (1 Reyes 1:5-53).

David tuvo más de diez hijos conocidos, y Salomón era uno de los más jóvenes. La historia muestra que, a pesar de la gran familia, Dios eligió a Salomón para cumplir la promesa real dada a David.

¿Cuál fue el pecado de Salomón?

El pecado de Salomón, según la Biblia, fue apartarse de Dios en los últimos años de su vida. A pesar de haber comenzado su reinado con sabiduría y fidelidad, se casó con muchas mujeres extranjeras. Muchas de ellas eran de pueblos paganos y lo influenciaron a adorar a dioses ajenos.

Salomón hizo alianzas políticas y económicas con naciones paganas y sobrecargó al pueblo con impuestos. Este alejamiento de Dios hizo que Dios permitiera que enemigos se levantaran contra el reino de Israel. El pecado de Salomón muestra que incluso el más sabio puede caer si se desvía de la fidelidad a Dios.

La muerte del rey Salomón

El rey Salomón murió después de un largo reinado de 40 años en Israel. Durante su vida, fue conocido por su sabiduría, riqueza y por la construcción del Templo de Jerusalén, pero también cometió errores. En sus últimos años, Salomón se apartó de Dios al adoptar prácticas paganas traídas por sus muchas esposas extranjeras, que adoraban a dioses diferentes.

La Biblia relata que, al final de su vida, Salomón permitió e incluso incentivó el culto a otros dioses en Jerusalén (1 Reyes 11:4-8). Este alejamiento desagradó al Señor, quien decidió dividir el reino después de la muerte de Salomón. Aun así, en respeto a la promesa hecha a David, Dios garantizó que el trono de Jerusalén permanecería con los descendientes de David (1 Reyes 11:11-13).

Salomón fue sepultado en la Ciudad de David, junto a sus antepasados, conforme está registrado en 1 Reyes 11:43: “Salomón reposó con sus padres”. Tras su muerte, su hijo Roboam lo sucedió en el trono. Ese momento marcó el fin de un período de paz y prosperidad y el inicio de una era de división entre las tribus de Israel.

Lecciones que aprendemos con el rey Salomón

La vida de Salomón nos muestra que buscar la sabiduría es más importante que buscar riquezas o poder. Desde el inicio de su reinado, Salomón pidió a Dios discernimiento para gobernar a Israel con justicia, y Dios lo bendijo con gran inteligencia, conocimiento y comprensión.

Salomón construyó el templo del Señor, gobernó con sabiduría, pronunció juicios justos, escribió proverbios y cánticos, estudió la naturaleza y recibió visitantes importantes de todo el mundo, incluyendo a la reina de Saba. Su corte, sus palacios y sus logros artísticos y políticos también reflejaban su grandeza y fama.

A pesar de los grandes aciertos, los últimos años de su vida mostraron sus errores y debilidades. Salomón se dejó llevar por la idolatría, casándose con muchas mujeres extranjeras y construyendo altares a dioses paganos. Hizo alianzas cuestionables y sobrecargó al pueblo con impuestos. Moralmente, su vida se apartó de los principios de Dios, y espiritualmente, la alianza con el Señor fue quebrantada.

La historia de Salomón nos enseña que la sabiduría y la fidelidad a Dios son esenciales para el éxito verdadero. Incluso alguien con inteligencia, poder y riquezas puede caer si se desvía. Su ejemplo nos recuerda la importancia de equilibrar el talento, el liderazgo y la devoción espiritual para tener una vida plena y justa.

10 enseñanzas sobre el rey Salomón

  1. Buscar la sabiduría por encima de las riquezas o el poder es esencial para una vida equilibrada y justa.
  2. Pedir a Dios discernimiento es fundamental para tomar decisiones correctas y gobernar con justicia.
  3. Valorar el conocimiento y la comprensión, estudiando y aprendiendo sobre el mundo que nos rodea.
  4. Liderar con justicia e imparcialidad, tomando decisiones sabias y correctas para todos.
  5. Usar los dones y talentos para el bien, construyendo, creando y contribuyendo positivamente a la sociedad.
  6. Recibir y aprender de personas de diferentes lugares y culturas, manteniendo humildad y mente abierta.
  7. Evitar la idolatría y la influencia de malas compañías, permaneciendo fieles a los principios de Dios.
  8. Cuidar las alianzas y decisiones políticas que pueden traer consecuencias negativas.
  9. Equilibrar poder, riqueza y moralidad, recordando que el éxito verdadero depende de la integridad espiritual y ética.
  10. Reconocer que incluso personas inteligentes y poderosas pueden caer si se desvían de los caminos correctos.

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