Explicación de Mateo 11:28 (venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados)


El versículo de Mateo 11:28 contiene una invitación preciosa de parte de Dios. Él llama a cada ser humano que se siente cargado o angustiado a acercarse a él para recibir el descanso que él puede dar.

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
(Mateo 11:28)

El llamado es para todos: ¡Dios no excluye a nadie! Todos los que se sientan de esa forma, pueden acudir a él libremente para recibir alivio y descanso. ¡Es maravilloso! Sin embargo, el cansancio del que habla el versículo no es uno físico, sino, sobre todo, cansancio espiritual. Él invita a todos los que están cansados de cargar con el peso del pecado a acercarse a él para aliviar su carga.

Dios desea liberarnos a todos de la carga del pecado. Por eso, envió a Jesús al mundo, para que pudiéramos recibir su perdón y librarnos del castigo eterno. Cristo llevó literalmente la carga de nuestro pecado sobre él y, por medio de su sacrificio en la cruz, nos libró del castigo eterno.

¿Cómo podemos recibir el descanso de Dios?

Si deseamos liberarnos de la carga del pecado y recibir el descanso que Dios nos quiere dar, solo tenemos que ir a Jesús. Él dijo, "vengan a mí". Su llamado está todavía vigente. Es para todos los que se sienten agobiados por el peso del pecado, los que no desean seguir luchando solos contra los retos y dificultades de la vida.

En Jesús hallamos paz, sosiego, tranquilidad. Su sangre en la cruz nos limpió de nuestros pecados y solo necesitamos aceptar su regalo de salvación, creyendo en él y recibiéndole como Señor de nuestra vida. Inmediatamente, el descanso de Dios nos llenará, librándonos de la culpa y del castigo eterno.

Libres de la carga religiosa

El contexto del versículo en Mateo se refiere también a las cargas que imponían los fariseos sobre todos los que anhelaban servir y agradar a Dios. La lista de requisitos que imponían "para agradar a Dios" era tan larga, que la mayoría de las personas sentía que era imposible ganar el favor de Dios. Por lo tanto, muchos de ellos vivían sin la esperanza de perdón, intentando ser salvos por esfuerzo propio.

Jesús quitó esa carga de los hombros de las personas. No somos salvos por cumplir con una serie de reglas: somos salvos por fe en él, Cristo Jesús, el único salvador. Somos salvos cuando abrimos nuestro corazón a él y lo recibimos como nuestro Rey y Señor para servirle por siempre. Observar tradiciones religiosas y cumplir con una lista interminable de requisitos no salva a nadie. ¡Solo Cristo salva!

Por eso, si deseas recibir el descanso que Dios te quiere dar, solo tienes que entregarle tu vida a Jesús. Tu vida nunca será igual.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar. (Mateo 11:28, versión Reina-Valera Actualizada)

Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar.
(Mateo 11:28, versión Reina-Valera Actualizada)

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