Un templo es donde se reúne la iglesia del Señor. Dios no habita en templos hechos por manos humanas, él habita en el corazón de todos los que le aman y le sirven. Dios desea ser hallado por el hombre (Jeremías 29:14), y esto puede suceder en cualquier lugar y por cualquier persona. ¡El Dios Todopoderoso quiere morar en nosotros!
Dios no mora en ningún otro lugar, sino en nosotros, porque él es Espíritu, y el espíritu mora en los seres humanos, no en edificios o construcciones hechas por los hombres. No podemos «encarcelar» al Señor en un solo lugar. Al morar en nosotros, podemos adorarlo en cualquier lugar.
Sin embargo, esto no significa que esté mal reunirse en un espacio o edificio para adorar al Señor. Dios nos llama a reunirnos y a alabarlo en comunidad. El error está en pensar que Dios se manifestará únicamente en un lugar específico. Dondequiera que la gente se reúna a adorar el nombre de Jesús, allí Jesús estará presente (Mateo 18:20), sea un templo, el campo, la habitación de un hospital o cualquier otro lugar.
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,
(Hechos 17:24)
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
(1 Corintios 3:17)
No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este.
(Jeremías 7:4)
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
(Apocalipsis 21:3)
¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes?
(1 Corintios 6:19)
Dondequiera que estemos, Dios está con nosotros, pues su Espíritu mora en nosotros. Como hijos suyos, podemos hablar con Dios en cualquier lugar y disfrutar de su presencia, cuidado y amor.
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.
(2 Corintios 6:16)
Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
(Apocalipsis 21:22)
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
(1 Corintios 3:16)
No obstante, el Altísimo no habita en casas hechas por mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificarán?, dice el Señor. ¿Cuál será el lugar de mi reposo?
(Hechos 7:48-49)
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