Bosquejo de prédica sobre los pactos de Dios


Equipo de Bibliaon
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Este es un breve bosquejo de sermón sobre las alianzas o pactos de Dios en la Biblia. Aquí encontrará algunos temas importantes sobre este maravilloso tema en las Escrituras. Lee, ora, medita, busca otras fuentes y prepárate bien para ministrar la Palabra de Dios.

Tema: Dios tiene un pacto inquebrantable con su pueblo.

Objetivo: Comprender que Dios garantiza su compromiso de mantener una relación con su pueblo. Asimismo, debemos ser fieles a su pacto eterno.

Texto base: Ezequiel 16:60 y 62.

Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno.
(...) sino por mi pacto que yo confirmaré contigo; y sabrás que yo soy Jehová;
(Ezequiel 16:60 y 62)

Introducción

Preguntas para la reflexión:

  • ¿Cuáles son las características de un pacto matrimonial? (¿Es inquebrantable, circular, sin principio ni fin, duradero, etc.)?
  • ¿Cómo definirías un pacto? (Un acuerdo entre dos partes, pacto, compromiso, contrato, tratado, fusión, etc.).
  • ¿Quién debe garantizar el cumplimiento de un pacto?

Desarrollo del tema

Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
(Isaías 54:10)

1. El concepto de pacto o alianza permea tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Es un concepto bíblico que señala a Dios y su plan de crear y redimir un pueblo para sí mismo.

2. Mantén firme tu pacto con Dios. Una alianza es un pacto de sangre que compromete a ambas partes a la fidelidad bajo pena de vida o muerte. Esto es exactamente lo que Cristo hizo por nosotros.

3. La comunión de Dios con su pueblo es el trasfondo de todos los pactos hechos en la Biblia:

  • Adán: el pacto de la creación: la relación original entre Dios y la humanidad (Génesis 3:8-10). Al crearnos a su imagen y semejanza, dejó clara la responsabilidad humana en nuestra relación con Dios y la creación.

    Adán rompió ese pacto, pero Dios ya había provisto la redención a través de Jesucristo, «la descendencia que heriría la cabeza de la serpiente» (Génesis 3:14-19). Véase también: Oseas 6:7.

  • Noé - el pacto de preservación - Dios preserva a la humanidad (y a los animales) a través de Noé y su familia (Génesis 6:8-14). La humanidad había alcanzado tal nivel de depravación que merecía ser destruida. Pero Dios tuvo misericordia y evitó que Noé cayera en este nivel de depravación, salvándolo en el arca. Posteriormente, Dios prometió que nunca más destruiría la tierra (Génesis 8:20-22; 9:16).

  • Abraham - el pacto de la promesa - Dios le hizo varias promesas a Abram (tierra, un hijo, descendientes), pero en el centro de todas ellas estaba: «En ti serán benditas todas las familias de la tierra» (Génesis 12:3). De los descendientes de Abraham vendría Jesús, el Cristo prometido, Salvador de todas las naciones. Véase también: Génesis 12:1-3, 6-7; 13:14-17, 15; 17:1-14; 22:15-18.

  • Moisés - el pacto de la ley - Dios le habló a Moisés como se le habla a un amigo (Deuteronomio 34:10-12). A través de Moisés, el Señor comunicó sus leyes al pueblo, expresando su voluntad (Deuteronomio capítulos 11-12).
  • Israel - pacto condicional - a través de Moisés, Dios propuso una bendición o una maldición a Israel (Deuteronomio 11:26-28). Si el pueblo desobedecía, sería dispersado por toda la tierra. Sin embargo, Dios prometió reunirlos, llevándolos de regreso a la tierra prometida, para que permanecieran en su presencia para siempre (Deuteronomio 30:1-20).
  • David - el pacto del reino - en el pacto davídico, Dios prometió que de su linaje vendría un Rey permanente (2 Samuel 7:8-16). A través de un descendiente de David - (Jesucristo) - el Señor establecería su reino eternamente entre su pueblo. Sabemos que este cumplimiento ocurrió en Cristo Jesús, el Rey de reyes (Lucas 1:32-33). Véase: Isaías 55:3
  • Jesucristo - el nuevo pacto - Este pacto habla de redención, amor, unidad y eternidad (Jeremías 31:31-34; Ezequiel 16:60, 62). El objetivo de Dios a lo largo de la historia es establecer la unidad y la comunión con su pueblo. Esta unión solo puede establecerse a través de Jesucristo (Mateo 26:28), quien es uno con el Padre. Él desea que su Iglesia también esté unida en él, en santidad por medio del Espíritu Santo. Este pacto, originado en Israel, se extiende a todos los pueblos de la tierra, para que sean, por la fe, pueblos unidos en el mismo amor, conocimiento y obediencia a Dios (Hebreos 8:10-12).

Conclusión

Dios estableció un pacto eterno con su pueblo. A lo largo de la Biblia, vemos que él concedió gracia y vida (redención). Ahora sabemos que esto se cumplió plenamente en Jesucristo. Y hoy, mediante la fe en él, mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros, podemos tener comunión con Dios y vivir conforme a su voluntad y propósito.

Pero, ¿qué pasa si fallamos? Incluso cuando fallamos, Dios no falla. Él siempre es fiel. Es eternamente leal (2 Timoteo 2:13) a su pacto y nos asegura su compromiso de mantener una relación con su pueblo. Él espera que permanezcamos comprometidos con él. ¡Mantengamos firmemente nuestro pacto con Dios! Solo permaneciendo en Cristo podremos permanecer firmes y fieles a nuestro pacto con él.

Para otros bosquejos de prédicas, visita: Bosquejos para predicar

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El Equipo Editorial de Bibliaon está compuesto por cristianos maduros, con varios años de experiencia en la enseñanza de la Biblia y la escritura, y un compromiso genuino con Jesús y la Palabra de Dios.