Historia del apóstol Simón Pedro


Pedro fue uno de los doce apóstoles de Jesús. Él era pescador en Galilea junto a su hermano, Andrés, cuando Jesús lo llamó para que fuera su discípulo. Jesús los vio mientras pescaban y les dijo que si lo seguían, él los haría pescadores de hombres. Ellos dejaron sus redes y lo siguieron, comenzando así 3 años de aprendizaje y trabajo junto a Jesús.

El nombre original de Pedro era Simón, pero Jesús le cambió el nombre por el de Cefas o Pedro, que significa piedra o roca. Pedro se convirtió en uno de los discípulos más cercanos a Jesús. Junto con Juan, acompañó a Jesús en todas las situaciones más importantes que vemos en los Evangelios. Fue testigo de grandes milagros y vivió junto a Jesús 3 años que le cambiaron para siempre.

Pedro era un hombre impulsivo, actuaba y hablaba sin pensar. Por esa razón, a veces se metía en líos. Pero en algunas ocasiones mostró tener una gran fe, como cuando se atrevió a caminar sobre el agua confiando en que Jesús lo mantendría a salvo.

Sobre su vida familiar, el papá de Pedro se llamaba Jonás, su hermano era Andrés, y Pedro estaba casado. Su suegra vivía con ellos. No sabemos mucho de su esposa, solo que acompañaba a Pedro en sus viajes.

Muchos recuerdan a Pedro como el discípulo que negó a Jesús. Es cierto que fue así, podemos considerar ese como el momento más bajo y difícil de su vida. Sin embargo, luego de la resurrección de Jesús, Pedro tuvo un encuentro poderoso con el Jesús resucitado. En ese encuentro, Pedro recibió el perdón y la restauración que necesitaba para poder llevar a cabo el gran ministerio que Dios le había encomendado.

No conocemos mucho sobre los últimos años de vida de Pedro. Sabemos que, además de su ministerio en Jerusalén, él viajó y predicó en otros lugares como Antioquía y Roma. Todo parece indicar que Pedro fue martirizado en Roma durante la persecución de Nerón. Se cree que murió crucificado con la cabeza hacia abajo, pues no se sentía digno de morir en la misma posición que Jesús.

¿Cómo murió? ¿Qué se sabe de su muerte?

La Biblia no proporciona muchos detalles sobre los últimos años de vida de Pedro. Se cree que después de su ministerio en Jerusalén, mencionado en Hechos 15, Pedro viajó y predicó por diferentes lugares, incluyendo Antioquía y Roma.

Según la tradición, Pedro murió crucificado con la cabeza hacia abajo. Eso fue durante la persecución de Nerón contra los cristianos. Parece ser que al ver que sería crucificado, él mismo solicitó que lo colocaran con la cabeza hacia abajo. Lo hizo porque no se sentía digno de morir en la misma posición que el Señor Jesucristo.

Se cree que murió entre los años 65-67 d. C. Cabe señalar, que Jesús había profetizado la forma en la que moriría Pedro (Juan 21:18-19), diciendo que su muerte sería para la gloria de Dios.

¿Fue Pedro el primer Papa?

No, la Biblia no establece en ningún lugar la estructura papal tal como existe hoy, ni dice que Pedro fue Papa. Pedro fue un gran apóstol, un líder influyente y ungido, con un rol clave en la iglesia primitiva. Como discípulo, fue uno de los más cercanos a Jesús, pero no fue el primer Papa.

La estructura eclesial mencionada en la Biblia, tiene a Jesús como la piedra angular de la iglesia. Jesús es la primera piedra, el fundamento fuerte sobre el que está establecida la iglesia (Efesios 2:19-21). De hecho, la confesión de Pedro sobre Jesús fue precisamente esa: Jesús es el Cristo, el Mesías, el Salvador, la base de nuestra fe.

Jesús es la cabeza de la iglesia, como leemos en Colosenses 1:18 y Efesios 5:23. Él es el Señor soberano, la autoridad mayor sobre la iglesia.

Por otro lado, Pedro estaba casado. La Biblia habla de su esposa y de su suegra (ver 1 Corintios 9:5 y Mateo 8:14-15).

Características de Pedro y rasgos de su personalidad

La Biblia presenta a Pedro como un hombre impulsivo y tosco que no se atemorizaba fácilmente. Siendo pescador, era fuerte físicamente y al parecer, su carácter también era bastante fuerte.

Pedro no tenía estudios ni preparación. Su apariencia y temperamento infundían respeto, pues era un hombre de convicciones firmes. Se puede decir que era el líder de los apóstoles, pues tomaba la iniciativa cuando los demás permanecían quietos o callados.

Vemos algunos contrastes en el carácter de Pedro. Podía decir palabras de gran sabiduría en un momento, y al poco tiempo expresar algo totalmente descabellado. También, aunque negó a Jesús y es recordado por eso, su error no definió su futuro. Recibió el perdón de Jesús y se aferró a él de tal forma que su ministerio transformó la vida de miles y miles de personas.

Su compromiso con Jesús muestra que era un hombre de fe profunda, deseoso de servir a Dios y de difundir su reino.

Biografía o momentos importantes de la vida de Pedro

Según datos históricos, Pedro nació en Betsaida (Galilea) en el año 1 a. C., así que tenía más o menos la misma edad que Jesús. Su nombre era Simón, hijo de Jonás (Simón Bar-Jona) y su familia era bastante humilde.

Llamado a ser discípulo de Jesús

Pedro era hijo de Jonás, y pertenecía a una familia de pescadores. Tenía un negocio de pesca con su padre y su hermano, Andrés. Un día, Jesús vio a Pedro y a su hermano mientras caminaba junto al mar y los llamó para que fueran sus discípulos. Pedro y Andrés eran pescadores de oficio, pero desde ese momento, se convirtieron en discípulos de Jesús, llevando su mensaje de amor y salvación y aprendiendo con él.

Pedro era un pescador tosco y campechano, con fuerte acento galileo. Sin embargo, Jesús lo escogió como su discípulo, pues vio su gran potencial. Compartieron por tres años, siendo Pedro el discípulo más atrevido y espontáneo de los 12, el que lideraba a los otros o actuaba de portavoz. El apóstol Juan y él fueron los discípulos más cercanos a Jesús.

La gran pesca

En una ocasión, Jesús subió a la barca de Pedro y predicó desde allí. Al terminar, Jesús le dijo que llevara la barca a aguas profundas para pescar. Pedro y sus compañeros no habían pescado nada durante toda la noche. Pero cuando Jesús los mandó a echar las redes nuevamente, la pesca fue más que abundante. Llamaron otra barca para ayudarlos y las barcas casi se hundieron. ¡Así de abundante era la cantidad de peces!

Caminando sobre las aguas con Jesús

Después de la alimentación de más de 5 mil personas, Jesús le dijo a sus discípulos que subieran a la barca y se adentraran en el lago. Él fue a la montaña a orar, y allí estuvo toda la noche. En la madrugada, Jesús se acercó a la barca caminando sobre el agua. Los discípulos se asustaron, pero él les dijo que no tenían que temer, era él quien se acercaba.

Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua yendo hacia Jesús. Sin embargo, al sentir el viento fuerte, sintió miedo y comenzó a hundirse. Jesús lo sujetó por la mano, subieron a la barca y junto con los otros discípulos, cruzaron el lago.

Su confesión sobre Jesús

Al llegar a Cesarea de Filipo, Jesús le preguntó a sus discípulos quién decía la gente que él era. Luego de oír sus respuestas, les preguntó quién decían ellos que él era. Pedro contestó inmediatamente, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente».

Jesús le dijo a Pedro que lo que había dicho, se lo había revelado el Padre. Esa gran verdad dicha por Pedro es el fundamento de la iglesia: ¡Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente! Todo el que cree en él, es salvo.

La transfiguración

En una ocasión, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan y los llevó a una montaña alta donde se transfiguró (cambió de aspecto). Ellos vieron cómo su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. También vieron aparecer a Moisés y Elías, quienes conversaron con Jesús.

Eso no fue todo. Escucharon la voz del Padre que les dijo, «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!». Ellos sintieron gran temor y se postraron en tierra, pero Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo que no debían temer.

La negación de Pedro

Cuando arrestaron a Jesús, Pedro permaneció cerca del patio del sumo sacerdote, donde habían llevado a Jesús. Tal como Jesús había profetizado, en 3 ocasiones, diferentes personas le preguntaron a Pedro si él era uno de los discípulos de Jesús. Las 3 veces, Pedro negó conocerlo. Este es considerado el momento más triste de la vida de Pedro.

Jesús restituye a Pedro

Luego de su resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos en varias ocasiones. En una de ellas, Jesús habló con Pedro. Le hizo 3 preguntas y luego de cada pregunta, le dio una encomienda: apacienta mis corderos, cuida de mis ovejas y apacienta mis ovejas. De esa forma tan amorosa, Jesús restauró a Pedro, haciéndole saber perdonado y apto para cumplir con su ministerio.

La llenura del Espíritu Santo

El día de Pentecostés, luego de la resurrección de Jesús, Pedro se encontró junto con los demás discípulos y otros creyentes en Jesús en una casa. Ese día, todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas.

Había una gran multitud alrededor de la casa. Muchas personas habían venido de muchos lugares a celebrar Pentecostés. Gracias al don de lenguas, muchos lograron entender el mensaje del evangelio. Pedro se puso en pie y explicó lo que sucedía. Les predicó sobre Jesús y los llamó al arrepentimiento. Los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.

Sanación del cojo a la puerta de la Hermosa

Un día, Pedro y Juan se dirigían hacia el templo y pasaron por la puerta de la Hermosa. Allí se encontraba un hombre, lisiado de nacimiento, que acostumbraba pedir limosnas. Pedro, mirándolo fijamente, le dijo que aunque no tenían plata ni oro, le darían lo que tenían: sanidad en el nombre de Jesús. Inmediatamente, el hombre se puso de pie y comenzó a caminar.

Encarcelado y liberado milagrosamente

Pedro fue encarcelado por orden del rey Herodes. Pero, antes de que lo sometieran a juicio, fue liberado milagrosamente por un ángel mientras la iglesia oraba por él. Una luz resplandeció en la celda. El ángel despertó a Pedro, que dormía encadenado entre dos soldados. Las cadenas cayeron y Pedro salió de la prisión sin ningún obstáculo.

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